Hace escasos días asistimos a un movimiento muy inusual en lo que las telecomunicaciones en España se refiere. El Partido Popular tomaba cartas en el asunto de la fibra de Movistar, presentando una moción en el Senado en la que pedía a la CNMC que no obligase a Movistar a dar acceso a su red de fibra óptica a sus rivales.
Enseguida llegaron las reacciones de todos lados. Desde la propia oposición política hasta el regulador se tomaron la iniciativa del partido del gobierno como una injerencia política en el trabajo de la CNMC, a quien se le presupone precisamente independencia política. Ante tantas presiones finalmente el PP dará marcha atrás, posponiendo indefinidamente la moción presentada en la cámara alta.
La moción presentada era todo un ataque a las intenciones del regulador, ya que instaba al gobierno a trasladar a la CNMC su oposición a la apertura de la fibra óptica hasta el hogar de Movistar, ya que de producirse se pondrían en riesgo "800 millones de euros de inversión en 2015, además de 30.000 puestos de empleo directos y otros 10.000 indirectos", como ya parece que está ocurriendo.
Buscarán más apoyos
Y aunque el ministro Soria ya mostró ayer "respeto total y absoluto a la CNMC" desde el PP ya se habían comprometido con el regulador a retirar la moción. Realmente no es de una retirada definitiva, ya que por lo visto el PP buscará el consenso con otros partidos, algo que parece complicado por parte del PSOE, que ya aseguró que el movimiento del partido del gobierno era un "escándalo de primera magnitud".
Por lo tanto fin de la primera batalla política en torno a un asunto que marcará el futuro de las comunicaciones fijas en España. Ahora solo cabe esperar a que se cierre la consulta pública abierta por la CNMC el pasado mes de diciembre, para conocer todas las opiniones que ha ido recabando y ver cual es la decisión que finalmente, entre tantas presiones, toman.
Vía | El Mundo
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