Poco a poco estamos cada vez más cerca del desenlace de una de las telenovelas más intensas en lo que respecta a los videojuegos: la compra de Activision por parte de Microsoft, previamente denegada por el Gobierno de Reino Unido, ha tenido el visto bueno de la Comunidad Europea. De esta manera, la operación recibe uno de los respaldos más importantes de cara a la meta final; por más que a Microsoft no vaya a salirle barato: Europa le impondrá serias condiciones.
El panorama de los videojuegos se encuentra en plena condensación de compañías, no en vano las grandes distribuidoras andan haciendo acopio de desarrolladores más pequeños en vías de ganar peso en la industria. En este terreno, son dos las grandes firmas que mantienen la caña a punto: Sony, que va ganando estudios para su plataforma PlayStation, y Microsoft, que no quiere perder terreno ante una competencia cada vez más dura. Y uno de los grandes movimientos del sector sigue manteniendo en vilo a empresas y jugadores: la compra de Activision Blizzard. Aún va para largo.
Microsoft obtiene un respaldo de cara a la futura adquisición
Un proceso tan importante como el que tienen entre manos las dos empresas, y que termina afectando a todos los mercados y a millones de jugadores, debe pasar bajo la lupa de las entidades regulatorias. Justo nos encontramos en este paso: antes de ver la franquicia Call of Duty en plataformas como Xbox Game Pass debe sucederse un largo y tumultuoso camino legal.
Si bien Microsoft se veía llegando finalmente a buen puerto, con un Activision Blizzard asentado finalmente dentro del gigantesco catálogo de desarrolladores y distribuidores que poseen los dueños de Xbox, Europa aún mantenía en vilo la duda ante su decisión final; que fue positiva con sus respectivos matices. Pese a que los reguladores europeos suelen mostrarse muy duros con los grandes movimientos empresariales que pueden afectar a la competencia, no han visto grandes impedimentos en la operación.
La Comisión Europea ve con buenos ojos que Microsoft se comprometa a abrir el catálogo de Activision Blizzard a más plataformas aparte de las propias. Tras la pertinente investigación que se llevó a cabo en territorio europeo, la Comisión asegura que «Microsoft no tendría ningún incentivo para negarse a distribuir los juegos de Activision Blizzard». En este sentido, y en línea de lo que argumentaba Sony para detener el proceso de compra, PlayStation seguiría teniendo acceso a juegos como los de la franquicia Call of Duty, joya de la corona de Activision Blizzard.
Los reguladores europeos sí se muestran preocupados por las plataformas de streaming y el impacto que podría tener una exclusiva de los juegos de Activision en Xbox Game Pass. De llegarse a este supuesto, la Comisión Europea plantea dos soluciones:
- Una licencia gratuita para los consumidores del territorio europeo que les permitiría retransmitir, a través de cualquier servicio de streaming de juegos de su elección, todos los juegos actuales y futuros de Activision Blizzard para PC y consola para los que tengan licencia.
- Una licencia gratuita correspondiente a los proveedores de servicios de streaming de juegos en la nube para permitir a los jugadores del territorio europeo transmitir cualquier juego de PC y consola de Activision Blizzard.
Este respaldo a la compra es un empujón para Microsoft y Activision Blizzard, aunque no supone el punto y final en su larga travesía regulatoria en vías de la aprobación. Veremos los próximos capítulos en sucesivas entregas conforme el resto de entidades vaya emitiendo sus juicios.
Más información | Comisión Europea
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