Mucho se ha escrito a estas alturas de la vida sobre la situación especial de WhatsApp y demás aplicaciones. Las aplicaciones de mensajería instantánea siempre han estado en el punto de mira de los operadores, principalmente por el debilitamiento en sus cuentas que han supuesto, por lo que las peticiones de más regulación para los OTTs han sido constantes.
El debate en torno a si es necesaria una mayor regulación se ha reavivado a raíz de las intenciones italianas de que WhatsApp y compañía tengan que pagar a los operadores, pero ¿realmente vamos hacia ese camino? Europa sigue debatiendo sobre ello, pero la decisión final parece que estará en manos del regulador sectorial de cada país.
Durante años vimos como los máximos representantes de los operadores de mayor presencia en Europa reclamaban ser más duros con los OTTs. Especialmente agresivo fue Cesar Alierta, hasta hace poco Presidente de Telefónica. Pero lo cierto es que mientras que el regulador italiano estudia implantar una tasa a las apps, las intenciones de Bruselas parecen quedarse un paso atrás.
La estrecha línea entre proveedor de servicio y OTT
En la última edición del Encuentro de las Telecomunicaciones de Santander el discurso de los operadores contra los OTTs no fue tan agresivo como en ediciones anteriores. En esa ocasión, la petición principal era establecer nuevas obligaciones a WhatsApp y demás servicios, similares a las que los propios operadores soportan, y parece que por ahí es por donde nos encaminaremos.
El pasado año Europa ya dio pistas de que podría imponer a los OTTs que ofrezcan servicios para sustituir a los tradicionalmente ofrecidos por los operadores nuevas normas a seguir. Esa regulación llevaría a este tipo de empresas a tener que recopilar y guardar durante un tiempo todas las conversaciones de sus usuarios o a permitir que todos los datos puedan ser portados de un servicio a otro de manera sencilla.
Esas medidas no serían demasiado difíciles de cumplir, pero más complicaciones implicarían otras obligaciones que se podrían trasladar a los OTTs. Se les podría exigir por ejemplo que permitan llamar al 112 o la interoperabilidad, que desde una app se pueda hablar con un contacto usando otra app, al igual que podemos llamar o mensajear a usuarios de distintos operadores móviles.
Pero más allá de aquellas primeras intenciones declaradas, lo cierto es que la única novedad desde entonces ha sido la opinión al respecto del BEREC, el organismo que agrupa a todos los reguladores nacionales de los 28 países miembros de la Unión Europea. En un informe publicado en el mes de febrero, los reguladores aseguraban que la línea que separa a un OTT de ser considerado un servicio de comunicación electrónica es muy estrecha.
De hecho, aunque las apps que ofrecen comunicación mediante chat e incluso llamadas están en el grupo OTT-1, hay otro grupo que sí podría recibir unas exigencias más cercanas a las impuestas a los operadores: las apps que permiten llamar a un número convencional. Esas apps estarían enmarcadas en el grupo OTT-0 y serían consideradas un servicio de comunicación electrónica, por lo que los Skype, Viber o Line tendrían condiciones que no tendrían las apps del grupo OTT-1 (WhatsApp por ejemplo).
Un debate por cerrar
Y a pesar de que el BEREC ya dio su opinión, ninguna decisión se ha tomado todavía respecto a si los OTTs necesitan una nueva regulación o si pueden seguir funcionando como hasta ahora. Desde Bruselas tarde o temprano llegará una nueva legislación, probablemente imponiendo a estos actores normas para proteger la privacidad y seguridad de los datos de los usuarios, pero más allá de ese punto son los reguladores nacionales los que pueden establecer más trabas.
De ahí que el regulador italiano se plantee establecer una tasa a WhatsApp y compañía, lo que parece una absoluta locura que abre la veda para que los operadores reclamen cuotas a toda app que se les cruce entre ceja y ceja, pero no parece probable que algo similar vaya a ocurrir en España. En nuestro caso, la CNMC siempre ha tenido un perfil bajo en este tema y meterse con WhatsApp en un país que lo usa tanto sería una idea tan loca como dejar sin fútbol al pueblo.
Por eso, lo más probable es que en España no se tomen medidas más allá de las que se impongan desde Bruselas, aunque está por ver qué decisión se toma al respecto en la capital europea. El lobby de los operadores es muy fuerte, pero quizás por algo WhatsApp no ofrece la posibilidad de llamar fuera de la app.
En Xataka Móvil | La falsa guerra de los operadores contra los OTTs
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