Seis años después la condena se hace firme, Euskaltel tendrá que pagar 222 millones de euros a France Telecom, matriz de Orange, por la ruptura del acuerdo con el que contaban en telefonía móvil hasta 2006.
La historia comienza en dicho año cuando el operador vasco decide emprender un nuevo rumbo en el sector de la telefonía móvil convirtiendose en operador virtual bajo cobertura de Vodafone. Hasta entonces Amena, más tarde reconvertida en Orange con la compra de sus acciones por parte de la empresa francesa, no se comercializaba en el País Vasco por el acuerdo entre ambas compañías.
En el momento de la ruptura se creó un conflicto debido a las dudas sobre a quien pertenecían los clientes de telefonía móvil de Euskaltel y la CMT estableció un periodo en el que eran estos los que tenían que elegir entre un operador u otro, tras el cual la mayoría opto por la compañía vasca.
France Telecom no contenta con el dictamen de la comisión decidió demandar a Euskaltel en los tribunales franceses, que tras años establecieron que esta violó los acuerdos de no competencia establecidos en el acuerdo entre ambas empresas por lo que se debía compensar a la francesa por la perdida de clientes sufrida.
Tras la condena del Tribunal Arbitral francés el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco debía “convalidar” la sentencia al haberse dictado en otro país. Hoy se ha producido esa convalidación, aunque se incluye el voto particular de uno de los árbitros el cual esta en total desacuerdo con la sentencia.
Euskaltel considera que no hubo “robo” de clientes y demandan que la compensación de 222 millones de euros es totalmente desproporcionada, correspondiendo al beneficio de siete años de actividad de la empresa, en el que la telefonía móvil supone una parte pequeña de ellos.
Como era de esperar la cablera buscará medios para recurrir una multa que podría poner en peligro la viabilidad económica de la empresa.