Vodafone ha cerrado su año fiscal con un crecimiento prácticamente plano y con unos datos de portabilidad que se han resentido. Y para colmo, si las aguas siguen su cauce, el próximo año tendrá que enfrentarse a la joint venture creada por Orange y MásMóvil que desterrará a la compañía británica al tercer puesto de las teleco que operan en España.
Desde la tercera posición, y con pocas garantías de que los reguladores permitan a Vodafone participar en nuevas operaciones de concentración del mercado, su objetivo será crecer de manera orgánica, mediante la captación de clientes procedentes de cualquiera de sus rivales. Para lograrlo, Vodafone ha comenzado a dar las claves que perfilarán su futuro, y la estrategia, tiende a parecerse a la de Digi, guardando las distancias.
Cuando Vodafone abandonó el fútbol en 2018 y se replanteó su futuro, apostó por un modelo más parecido al de MásMóvil, con una estructura más liviana (EREs incluidos), que le ayudara a ser más ágil en dar respuesta a los movimientos del rival más temido en aquellos años. Ahora, Vodafone se plantea de nuevo su futuro con dos movimientos que nos recuerdan a Digi, el líder indiscutible durante los últimos meses.
Más servicios de valor, también para el low cost
Durante la presentación de resultados financieros, Vodafone anunció una aceleración de la transformación de sus operaciones en España, que incluirán nuevos planes para mejorar su rentabilidad, a la vez que siguen apostando por reducir costes por la vía de la digitalización.
Para acelerar el ritmo de crecimiento, Vodafone planea dotar a su marca blanca Lowi de nuevos servicios de valor, tal y como vienen haciendo otras marcas del Grupo MásMóvil, que hace tiempo que apuesta por la energía entre otros servicios, pero también como planea hacer Digi, quien estudia introducirse en el negocio de las alarmas.
Optimización del despliegue de redes
Para aumentar la eficiencia y crear o desbloquear valor, Vodafone también planea ampliar sus actuales acuerdos para compartir redes móviles, además de la posible venta (o la entrada de un socio) de la red fija, compuesta por más de 10 millones de accesos de fibra FTTH y HFC, y valorada aproximadamente en unos 4.000 millones de euros.
Vodafone se replantea así su modelo de negocio para adaptarse a la nueva realidad surgida por la fusión de Orange y MásMóvil, en el que la red de fibra dejaría de ser un activo para la teleco, pero se aceleraría el despliegue de la red móvil 5G.
Vodafone podría seguir ofreciendo servicio de fibra gracias a acuerdos mayoristas como el que tiene firmado con Telefónica, o como el que podría firmar con quien compre su red de banda ancha fija, pero la operadora parece haber constatado que le es más rentable no contar con una red fija en propiedad.
En el otro lado, Digi se encuentra inmerso en un despliegue de su propia red de fibra que le permite ser más eficiente, y por tanto, más agresivo en aquellas zonas donde tiene cobertura propia. ¿Significa esto que Vodafone se equivoca al desprenderse de su propia red fija? Probablemente, no.
Digi realiza despliegues de fibra muy selectivos, únicamente en zonas donde tiene cierto volumen de posibles interesados en contratar el servicio, e incluso su acuerdo con Movistar para ofrecer fibra por el resto de España busca la máxima eficiencia y sólo ofrece acceso indirecto a la fibra de Telefónica en aquellas localidades donde considera que será más rentable. Es el método de negocio conocido como 'cherry picking'.
¿Por qué no hace Vodafone lo mismo que Digi? Probablemente porque su acuerdo mayorista con Movistar es más ventajoso para Vodafone que para Digi, debido a que Vodafone se compromete a pagar previamente por un alto volumen de usuarios, contraten el servicio o no. Es decir, a Vodafone le sale más rentable cuantos más clientes usen fibra indirecta, mientras que el incremento de usuarios de fibra indirecta en Digi será proporcional al incremento de la factura a pagar a Telefónica. Es algo así como que Digi tiene "contratada" con Movistar una tarifa de "precio por minuto", mientras que Vodafone ha contratado un "bono de minutos".
Teniendo en cuenta el diferente volumen de usuarios que tienen Vodafone y Digi, ambas estrategias en el despliegue de redes fijas parecen coherentes. Pero Digi apuesta por 'cherry picking' para ser más agresivo en precios de fibra, mientras que Vodafone se plantea prescindir de toda la red fija para ser más competitivo en la red móvil.
De llegar a hacerse realidad la venta de la red fija, Vodafone volvería a su esencia de hace dos décadas, cuando afirmaba que 'La vida es móvil, móvil es Vodafone', y contar con una red fija en propiedad no era prioritario. En cambio, Digi seguirá dependiendo de la red móvil de Movistar, lo que inevitablemente no solo retrasa la llegada del 5G, sino que impedirá que Digi tenga tanta libertad para ser competitivo en móvil de cara al futuro.
En cuanto a los precios de las tarifas, Vodafone ya se ha mostrado bastante ágil al responder la última renovación de tarifas de Digi, a través de Lowi y de las tarifas prepago de Vodafone, pero las últimas declaraciones indican que Vodafone estaría apuntando a seguir un modelo de negocio más parecido al adoptado por Digi.
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