HTC ya planea despidos en su plantilla tras su último trimestre de pérdidas

Ayer mismo se anunciaban los últimos resultados financieros de HTC con pérdidas de 252 millones de dólares, y junto a ellos un cambio en el enfoque de cara al futuro. Nuevos teléfonos y foco en la estética, el diseño y otras áreas más allá del smartphone, como por ejemplo la realidad virtual de Vive.

Además de las pérdidas actuales, las previsiones son que HTC continúe en números rojos durante varios trimestres más. Y para paliar parte de este coste económico ya han anunciado un plan de despido a parte de sus empleados, algo que asegura el director financiero de la compañía Chia-Lin Chang en palabras recogidas por Re/Code. No especifican el número total de trabajos recortados, pero sí que es una medida tomada y que próximamente será anunciada a sus trabajadores.

Los problemas para HTC son evidentes. La cuota de mercado es bajísima y ya ni siquiera aparece junto a los fabricantes 'top' del mercado en los análisis de las compañías especializadas como Gartner, IDC o Kantar, siendo englobada dentro de ese 'Otros' habitual. Por delante de HTC están prácticamente todas las demás: Samsung, Apple, Lenovo/Motorola, Huawei, LG, Xiaomi, Sony, ZTE y otras cuantas más. Hoy en día HTC está desaparecida del mercado, a pesar de lanzar terminales muy decentes (recordad nuestro análisis del HTC One M9) que, todo sea dicho, tienen margen de mejora.

En el aspecto puramente económico HTC alcanzó su mejor nivel en 2011, y desde entonces no ha hecho más que bajar su coste en el mercado. De los 1.300 dólares de coste de sus acciones en abril de ese año a valer hoy unos 71 dólares por acción, y con tendencia a la baja:

Es obvio que HTC tiene algo que cambiar, y que debe ser un cambio importante para intentar recuperar las cifras de hace unos cuantos años. Tal vez un cambio de visión sobre los smartphones - algo que llevan intentando desde hace varios trimestres sin éxito -, una revolución en su catálogo de productos o, tal vez, una salida del mundo smartphone que como siempre decimos es brutalmente competitivo. Lo que está claro es que algo deben hacer; la clave es... ¿el qué?