Dicen que quien no recuerda la historia está condenado a repetirla. Sabias palabras de las que habrán aprendido tanto Microsoft como los pocos miles de usuarios que tras el lanzamiento de los dos únicos terminales KIN llegaron a hacerse con alguna unidad de mano del operador estadounidense Verizon. Los mismos que ahora verán como sus dispositivos quedan totalmente inútiles tras el cierre definitivo de KIN Studio el pasado 31 de enero.
KIN Studio era una interfaz web que mantenía los datos del propio teléfono, así como los mensajes enviados en una copia de seguridad cronológica accesible a través de una especie de línea temporal en la que era representada. Un servicio que cierra sus puertas definitivamente dejando desprovistos a los terminales de esta utilidad. El lado positivo según Aaron Woodman, perteneciente a la dirección del negocio de comunicaciones móviles de Microsoft, y que como muchos vaticinaron en su día es que KIN Studio sirvió de ensayo para la llegada de sus principales funciones a Windows Phone 7.
Tras un intento por resucitar la gama de dispositivos con la poco discreta intención de deshacerse del stock sobrante meses después de la promesa de sustituirlos por teléfonos 3G de última generación a los primeros que se hicieron con alguno de los KIN One o KIN Two ante su inminente retirada del mercado, tanto Verizon como Microsoft se han visto abocados a arrojar la toalla en un proyecto que empezaron juntos y terminaron como cualquier otra pareja mal avenida, tirándose los trastos a la cabeza.
Poco o nada han ayudado los abusivos precios de los planes de datos que acompañaban la adquisición de un KIN, así como una pobre campaña de marketing y distribución de unos dispositivos cuyas limitaciones hubieran podido resultar más atractivas años antes a su aparición.
Microsoft ha sembrado y, a pesar de encontrarse con un gran obstáculo en el que dilapidaron una auténtica fortuna, tendremos que esperar a ver la forma en la que adaptan el conocimiento aprendido para el desarrollo de un joven Windows Phone 7 que dará que hablar... y mucho.
Vía | WinRumors.