Cuando parecía que el tema de la licitación de frecuencias móviles se iba perfilando como una propuesta que más o menos podía beneficiar a casi todos, el Consejo de la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) sugiere algunos cambios porque considera que el actual proyecto resulta muy perjudicial para la futura competencia.
Según la CNC, la prolongación hasta 2030 de algunas de las actuales concesiones y el no poder explotar parte del espectro hasta 2015 a pesar de tener que pagar ahora la mitad del coste, desincentivará la entrada de nuevos competidores en favor de los cuatro operadores con red propia.
Por tanto, la CNC reclama garantizar una mayor progresividad del desembolso para evitar que el pago se convierta en un elemento que dificulte la competencia, y conceder prioridad a los operadores con red como Yoigo que disponen de espectro insuficiente o nulo en la banda 900 MHz introduciendo tres correcciones en el actual modelo de licitación de frecuencias móviles:
- Establecer un límite máximo de 10 MHz por operador en la banda de 900 MHz para obtener un nuevo bloque de 5 MHz que se sumaría al previsto inicialmente en la licitación.
- El nuevo bloque se sumaría al actual (2 bloques de 5 MHz en banda 900 MHz en total) para licitación de forma inmediata aunque no se podríam disfrutar hasta el fin de la vigencia de la actual concesión (entre 2015 y 2020).
- Ni Telefónica ni Vodafone podrán concurrir a dicha licitación de este espectro a no ser que en el procedimiento de licitación, alguno de los bloques quede sin asignar.
Aunque estos cambios podrían animar la formación de nuevos operadores con red propia, ¿podría afectar negativamente al sector una fragmentación excesiva del espectro que merme la calidad del servicio? ¿Cuál será el equilibrio entre lo comprensible de ceder ciertas frecuencias y un mercado en el que existan demasiados operadores con red?
Vía | El Economista | Expansión.