La escasa justificación de la existencia de los Pixel: lo urgente es ofrecer el último Android a todos

Desde que en 2010 Google lanzase su primer Nexus, su estrategia sobre dispositivos ha cambiado con creces. Hasta el Nexus 5, fabricado por LG, los Nexus eran terminal muy apetecibles, con una gran relación calidad-precio en la época en la que todavía no estaban pegando fuerte las marcas venidas desde China como Huawei o Xiaomi. Entonces llegaron los Nexus más caros, que dieron paso a los Pixel en 2016 mientras Android One evoluciona a la gama media.

El 4 de octubre conoceremos los Pixel 2 y Pixel 2 XL, al parecer fabricados por HTC y LG respectivamente, y las filtraciones ya nos dejan hacernos una idea de lo que nos encontraremos: las especificaciones técnicas de casi cualquier flagship de las marcas más conocidas pero sin cámara doble. Y eso nos hace pensar que, al menos por el lado hardware, la necesidad de la existencia de la gama Pixel es un tanto dudosa.

Sí, los Pixel no son solo un conjunto de especificaciones, son el escaparate de Google para mostrar en un teléfono toda la capacidad de su software, desde la última versión de Android hasta Google Assistant, que en esta ocasión parece que estará listo en español para el lanzamiento de los Pixel 2. Pero como ocurre en muchas tiendas, los usuarios pueden salir de ellas decepcionados porque el escaparate era muy bonito, pero no les acaba de convencer.

Google, a tus zapatos

Que Google necesite crear sus propios teléfonos puede ser un signo de debilidad, por no ser capaz de llevar esas cosas que quiere enseñar a los usuarios con ellos a los dispositivos de otros fabricantes. Conocida es la lente adopción de cada última versión de Android y ese debería ser el punto en el que Google debería poner todos sus esfuerzos, antes que fabricar un teléfono que puede ser muy bueno, pero no muy distinto a los que ya hay en el mercado.

Lo que preocupa a los usuarios es que sus teléfonos, sean del fabricante que sean, no se queden atrás, que puedan contar siempre con la última versión de Android. No hablamos de que un Galaxy S4 pueda correr con Oreo, pero está claro que algo no está haciendo bien Google cuando Nougat, lanzado hace un año, solo está presente en 15,8% de los smartphones Android a 11 de septiembre.

Si Nougat, y ahora Oreo, no llegan a más smartphones con Android es porque Google tiene que poner más facilidades a los fabricantes para actualizar sus terminales. Los fabricantes también tienen que poner de su parte, pero no nos imaginamos que ninguno de ellos descarte de primeras ofrecer a sus usuarios la última versión del sistema operativo. Si Nougat y Oreo tardan en llegar es porque su adaptación no es sencilla, y ese debería ser el foco de Google, facilitar esa adaptación.

En el caso de Assistant, no creemos que Google necesite de los Pixel para presumir de él. Su compatibilidad es bastante amplia, solo necesita de Android 6.0 en adelante, 1,5 GB de memoria RAM y 720p de resolución de pantalla, por lo que los Pixel no son necesarios para que los usuarios que quieran lo puedan usar. Para los que no tengan un móvil compatible o confíen en otros sistemas operativos ya está Google Home.

De Google queremos lo mejor, en software

Por todo lo anterior, lo que pedimos a Google es que no nos parece mal que creen sus propios smartphones, y parece que esa creación irá a más o será más personalizada si cierra la compra de parte de HTC, pero lo que queremos de ellos es que su software sea lo más accesible posible, desde cuantos más dispositivos mejor.

Igual ahora Google nos sorprende el próximo día 4 de octubre, pero si todo lo filtrado hasta ahora es correcto sus nuevos Pixel 2 no aportarán gran cosa al sector, serán una mezcla de los ya existentes LG G6 y HTC U11, entre otros.

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