5,7 millones de hogares españoles se conectan ya a internet mediante conexiones de fibra, por 5,6 millones que siguen con el viejo par de cobre y 2,5 millones que confían en las redes HFC. Los datos anteriores, correspondientes al mes de julio, supone que por primera vez la fibra supera al ADSL como la conexión más usada en España, estando un 56% de las conexiones de fibra en manos de Movistar.
El hito se lo debemos a los operadores, que han invertido millones de euros en tender un nuevo cableado que será suficiente para atender la creciente demanda de datos y velocidad en las próximas décadas. Pero no nos podemos olvidar de una injusticia que se sigue produciendo, que castiga a aquellos que solo tienen cobertura de ADSL: la igualdad de precio entre las conexiones de ADSL y las conexiones de fibra básicas.
La contratación de conexiones fijas avanza lentamente. De julio de 2016 al de este año las líneas en funcionamiento en España crecieron 591.000 líneas, aunque no todas las tecnologías tuvieron la misma evolución: mientras la fibra sumó 1.620.000 líneas el ADSL perdió 1.160.000, mientras que el cable también creció, aunque solo en 68.000 líneas. Con esos datos se ve que claramente se está dando un trasvase del ADSL a la fibra, cuyas ventajas son numerosas.
Los operadores quieren que te pases a la fibra
En el siguiente gráfico se ve aún mejor cómo ha sido ese travase del ADSL a la fibra. En 2012 eran muy pocos los afortunados que podían disfrutar de una conexión de fibra, de hecho el ADSL creció en 300.000 líneas en 2013, pero a partir de 2015, cuando la cobertura de fibra ya empezó a crecer en gran manera, fue cuando empezamos a ver como el ADSL dejaba hueco al FTTH.
Como decíamos anteriormente, la inversión en desplegar las redes de fibra por parte de los operadores es millonaria, pero aparte de servir para captar clientes que gasten más (por las tarifas con las conexiones más rápidas o por poder ofrecer una televisión de pago de calidad) a Movistar, Vodafone, Orange o Másmóvil les interesa que contratemos fibra por una razón de peso: acabar con los costes de mantener el viejo ADSL.
El cobre lleva años en uso y eso se nota, las averías son mucho más habituales que en las conexiones de fibra, suponiendo un alto coste para el operador por el lado económico y por el lado de la imagen, por el descontento de los clientes. Así, los operadores están deseosos de poder desprenderse del cobre y de hecho Movistar lleva cerrando centrales de ADSL desde 2015, en aquellas zonas en las que la fibra se ha impuesto, llegando a 48 cierres para finales de año.
Fibra a precio de ADSL: la doble brecha digital
¿Cómo han conseguido los operadores que ya haya más clientes de fibra que de ADSL? Con una política de precios que favorece a la fibra: en todos los operadores la conexión básica de fibra tiene la misma cuota mensual que el ADSL. En caso de tener cobertura de ambas tecnologías, ¿quién va a preferir el ADSL? Nadie, a no ser que por algún problema de tendido de la fibra sea complicado contratarla, porque los vecinos de un edificio ya no se pueden oponer a la instalación en la comunidad.
Y claro, para los que tenemos cobertura de fibra y ADSL la igualdad de precios es beneficiosa, pero para los que ven desde lejos esa igualdad porque solo pueden optar a una conexión de ADSL es muy injusto. Por eso hablamos de la doble brecha digital, porque no solo la sufren por no poder acceder a las últimas tecnologías, también la sufren por pagar por un ADSL, que como mucho les ofrecerá 20 Mbps de bajada, lo mismo que paga otro usuario por una conexión de fibra con 50 Mbps asegurados.
Y lo más preocupante de todo es que nada parece que vaya a cambiar. Podríamos pensar que algún operador podría emprender una guerra comercial ofreciendo ADSL a un precio más bajo, para aquellos usuarios que no necesiten más, pero a ninguno le interesa hacerlo. Los cuatro grandes tienen cobertura de fibra para al menos siete millones de hogares y a ningún otro operador le saldría rentable ofrecer un ADSL económico, teniendo que pagar a otro por el alquiler de la línea.
Es por ello que aquellos que todavía dependen del ADSL solo les queda esperar a la llegada de la fibra o 2020, cuando se cumple el plazo para que todo europeo pueda conectarse a internet con una conexión de al menos 30 Mbps, que podría ser ofrecida también vía móvil. Es injusto pagar lo mismo por un triste ADSL que por una conexión de fibra, pero es una injusticia que queda lejos de desaparecer.
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