La resistencia al agua en móviles, cómo llegó y cómo ha evolucionado

La resistencia al agua es una propiedad que ha pasado de ser un extra a prácticamente un imprescindible en móviles de gama alta, y si no basta con echar un vistazo al escaparate de smartphones más recientes -hasta Apple se ha sumado a esta tendencia, que ya es decir.

Pero la resistencia al agua no es cosa de los dispositivos más recientes, los teléfonos de antes fueron los encargados de estrenar una característica que nos puede venir de perlas si tenemos algún percance, porque si en algo coinciden dumbphones y smartphones es en su alergia al agua. Hacemos un repaso a la evolución de la resistencia al agua en móviles.

Antes de empezar, conviene recordar que hay distintos grados de resistencia al agua, desde los teléfonos que sólo nos aseguran resistencia a salpicaduras hasta los que soportan inmersiones completas a distinta profundidad. Las especificaciones de cada tipo de terminal vienen dadas por el grado de protección IP, que a menudo también incluye resistencia al polvo, otro enemigo de los dispositivos electrónicos en general.

Al principio, este tipo de teléfonos estaban enfocados a actividades deportivas o a usuarios "aventureros", como a los fabricantes les gusta destacar, pero poco a poco la resistencia al agua se ha ido convirtiendo en un plus de seguridad para cualquier tipo de usuario, lo vemos a continuación.

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Los primeros móviles waterproof

Casio CanU 502S, Sony Ericsson SO902iWP, Nokia 5500 Sport y Samsung B2100 Xplorer

Al contrario de lo que dicta la creencia popular, el primer móvil resistente al agua no fue un Sony, sino un Casio que fue creado en colaboración con LG, el CanU 502S lanzado en 2005. El terminal tiene diseño de tapa o tipo concha y el fabricante aseguraba resistencia al agua y a golpes, aunque no especificaba el tipo de protección.

Pero aunque Sony no fue la primera marca en estrenarse con esta característica no tardó demasiado en aportar su granito de arena y en 2006 presentaban, junto a Ericsson, el Sony Ericsson SO902iWP. El terminal tenía diseño 'candybar' y según la compañía permitía recibir llamadas bajo el agua, una función muy llamativa de cara a la publicidad pero nada útil en la práctica. En este caso la marca indicaba que se podía sumergir a un metro de profundidad durante un máximo de 30 minutos, especificaciones que se corresponden con los certificados IPX7.

El mismo año Nokia presentaba el Nokia 5500 Sport, otro móvil con diseño tipo barra que también era resistente al agua, aunque en este caso sólo podía soportar salpicaduras, nada de inmersiones completas, no como el Samsung B2100 Xplorer, un móvil que llegó en 2009 y que soportaba, no sólo inmersiones, sino también golpes, agua salada, radiaciones solares y cambios bruscos de temperatura.

Estos son sólo algunos ejemplos de móviles tradicionales con resistencia al agua, pero hubo muchos más como los Fujitsu F703i, F704i y F705i, el Sony Ericsson C702 o el Sonim XP1. Sin embargo, aunque fueron varias las marcas que apostaron por esta opción, no dejaba de ser un añadido que encontrábamos en muy pocos teléfonos.

Los smartphones también se dieron un chapuzón

Motorola DEFY, Sony Xperia acro HD, Samsung Galaxy Xcover y Panasonic Eluga DL1

2008 marcó el inicio de Android, la plataforma dominante hoy en día en la que podemos encontrar la gran mayoría de móviles a prueba de agua, pero al principio costó un poco y no fue hasta 2010 cuando se estrenó esta propiedad con la llegada del Motorola DEFY.

El Motorola DEFY contaba con un grado de protección IP67, que evita tanto la entrada de polvo como la de agua, aunque no por más de 30 minutos y a un metro de profundidad como decíamos antes. Esta serie dio otros frutos como el Defy Plus o el Defy Mini e inició una tendencia que otros fabricantes replicaron en la misma época.

Un ejemplo es Sony, que en 2012 también nos ofrecía esta propiedad con modelos como los Xperia Acro S y Xperia Go o Samsung con su Galaxy Xcover, un terminal muy enfocado a usuarios aventureros. Panasonic también hizo lo propio con su Eluga DL1, uno de los pocos de la gama que atravesó las fronteras asiáticas.

En esta primera hornada de smartphones con resistencia al agua, salvo por el Xcover de Samsung, vemos una clara tendencia que se desvincula de la imagen de "móvil aventurero" que encontrábamos en modelos más veteranos, una dirección que se mantiene hasta hoy.

La serie Sony Xperia Z: la resistencia como seña de identidad

Anuncio oficial del Sony Xperia Z3

Si hay una compañía responsable de que la resistencia al agua se convirtiera en una característica tan importante esa es sin duda Sony. Ya hemos visto que habían hecho sus pinitos durante su época de colaboración con Ericsson y que más tarde lanzaron algunos terminales de este tipo como el Xperia Go, pero no fue hasta el nacimiento de la serie Xperia Z en 2013 cuando hicieron de esta prestación su "marca de la casa".

El primer Sony Xperia Z contaba con un grado de protección ante agua y polvo IP57, certificado que fueron mejorando con sucesivas generaciones como los Sony Xperia Z1 y Xperia Z2, que contaban con un IP58 (inmersiones a 1,5 metros durante 30 minutos), o el Xperia Z3, que subía a un IP68 y era todavía más estanco. Además, también hemos visto como esta característica llegaba a otros modelos de la marca nipona y, por si no lo teníamos claro, hasta tienen una serie apellidada 'Aqua'.

La resistencia al agua era una característica más, pero Sony se encargó de destacarla en anuncios como el que vemos sobre estas líneas, en el que se muestra un Xperia Z3 sacando fotos bajo el agua, y no fue el único. Sin embargo, hace relativamente poco tiempo, en septiembre de 2015, la compañía tuvo que dar un paso atrás y advertir a sus usuarios que no sumergieran sus móviles.

Imagen promocional del Sony Xperia XZ

Durante los últimos años, Sony ha tenido muchos problemas con usuarios que reclamaban reparaciones por daños causados por el agua, y es que aunque el móvil sea resistente puede haber un accidente, como por ejemplo que no cerremos bien la tapa para la tarjeta SIM. Ante esta situación Sony no tuvo otra opción que cambiar de discurso.

Aunque Sony sigue manteniendo la resistencia al agua en sus modelos más avanzados como el Sony Xperia X Performance y el más reciente Sony Xperia XZ, la promoción de esta característica ya no se hace de forma tan contundente y las piscinas han pasado a ser sutiles gotitas de agua.

Y la resistencia al agua se convirtió en un requisito más

El dúo Samsung Galaxy S7 cuenta con certificado IP68

Actualmente los móviles resistentes al agua siguen siendo minoría, pero cada vez son más las marcas que la integran en sus buque insignia y podemos afirmar que casi es un aspecto imprescindible en terminales más 'top'.

Como decíamos, Sony es la compañía que marcó la dirección a seguir y más tarde otras como Samsung recogieron el testigo. Primero ofrecían versiones específicas como fue el caso del Samsung Galaxy S4 Active, pero más tarde lo implementaron en el Galaxy S5 y lo rescataron con los actuales Samsung Galaxy S7 y S7 edge.

El accidentado Samsung Galaxy Note 7 también ofrecía resistencia al agua con el certificado IP68, lo que demuestra que la marca pretende hacer de esta característica una constante en sus tope de gama.

Apple estrena resistencia al agua con los nuevos iPhone 7

Sin embargo, si hay una marca que se resiste a integrar prestaciones propias de sus competidores esa es Apple. Ya lo hicieron con las pantallas grandes y con la resistencia al agua ha terminado por pasar lo mismo. Finalmente, la marca de la manzana ha dado su brazo a torcer y, por primera vez en su línea de smartphones, los nuevos iPhone 7 y iPhone 7 Plus son resistentes al agua -aunque eso sí, el certificado es IP67 y la marca no cubre daños por agua.

La llegada de un iPhone a prueba de agua no ha estado exenta de polémica, y es que debido a esta novedad Apple ha tomado decisiones drásticas en lo que al diseño se refiere. Para empezar han eliminado el botón de inicio, que ahora es táctil y nos "responde" gracias a un motor háptico.

Es precisamente ese motor, junto con la necesidad de crear un chasis más estanco, el motivo por el que también han eliminado el minijack de auriculares. Con todo, nos guste o no, que Apple haya implementado esta propiedad en sus móviles sólo puede significar una cosa: la resistencia al agua ha llegado para quedarse.

En Xataka | ¿De verdad me puedo meter en el mar o en una piscina con este gadget "resistente al agua"?

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