¿Qué fue antes, el huevo o la gallina? ¿El móvil con pantalla grande o la necesidad de que existiese? Posiblemente nunca se resuelva esta cuestión pues depende de multitud de factores, pero la realidad es que hoy las pantallas grandes triunfan, y con la llegada de los móviles sin marcos están alcanzando dimensiones "normalizadas" que antes se observaban como excepciones para los más osados.
Otro apunte curioso es que los teléfonos "gigantes" se suelen reservar para la segunda mitad del año, pese a que no hay mes de la temporada en la que no llegue alguno a las tiendas. La razón es bastante sencilla: Samsung. En septiembre de 2011 decidió lanzar aquella "locura" de 5,3 pulgadas y, desde entonces, la competencia pugna por robarle el puesto al mejor terminal de pantalla grande. De ahí que la segunda mitad del año sea la de la largas diagonales.
Todo empezó con un Note
La séptima generación de aquel Note original de Samsung cuajó hace unos días en el modelo número ocho en cuanto a nomenclatura. Una anomalía provocada por la no-existencia del sexto en el orden natural, una decisión de los coreanos para equipararse así a las cifras de la línea S y seguir desde entonces de forma paralela, pareja, agarrados fuertes de la mano.
Puede decirse que este lanzamiento supone el pistoletazo de salida para que las pantallas grandes comiencen a aterrizar, las que deben competir entre sí en esta generación. Adaptándose más o menos a las distintas tendencias de un mercado que no para de evolucionar, de restar marcos, aumentar el número de cámaras y de jugar a tratar de esconder los sensores biométricos. Seguridad, sí, pero que estorbe lo menos posible.
También le llegará el turno a Apple, que este año tendría hasta dos modelos de gran pantalla bajo el brazo. Presumiblemente, el iPhone 7 Plus y el iPhone 8, el décimo aniversario de la marca convertido en un más que probable teléfono con pantalla OLED, llevada hasta casi el extremo del teléfono y con otra doble cámara más que sumar a la lista.
El iPhone 8 será el gran rival para el Samsung Galaxy Note 8. Apple sabe vender teléfonos de alto coste como nadie, su marca está ya más que implantada y será interesante ver cuántas ventas le roba a su propio hermano menor, el iPhone 7s Plus. Los dos pesos pesados frente a frente, Apple contra Samsung, uno con herramientas nuevas y otro combinando móviles de agosto y abril. Jugando con los precios.
No todo es Samsung y Apple
Como parte de este desembarco tendremos el LG V30 dentro de no demasiado tiempo, el teléfono de tercera generación que ya ha dejado ver su pantalla de 6 pulgadas, su resolución por encima del QHD y parte de su aspecto definitivo. Tal vez no el principal rival de Samsung en este cuadrilátero de las grandes pantallas, pero uno a tener en cuenta para un futuro no demasiado lejano.
Pero habrá más, varios más. Como el Pixel XL 2, o Pixel XL 2017. El pasado año llegó a las 5,5 pulgadas, esta temporada se le espera con 6. Un teléfono que por ahora no se ha vendido de forma internacional como el resto, sólo a retazos, pero que siempre resulta interesante por tratarse de la todopoderosa Google. Propietaria de Android, otorgadora de privilegios a los Nexus y ahora a los Pixel.
Huawei también viene fuerte, o eso afirma su CEO. El Huawei Mate 10 será más potente que el iPhone 8 pese a que por ahora no conocemos a ninguno de los dos. Aunque sabiendo de su posición en la empresa, manejará más información que el resto de los mortales. Huawei lleva años creciendo sin pausa y ya apunta a superar a Apple en no demasiado tiempo. Los P hacen la guerra en la primera mitad del año, los Mate anuncian la llegada del invierno.
No nos olvidamos de Xiaomi, otro fabricante a contemplar. Este año quiere superar los 100 millones de teléfonos vendidos y uno de los modelos que guarda con recelo, que sólo hemos visto en tímidos rumores, es la tercera generación de sus Mi Note. El pasado se presentó en octubre, el nuevo podría repetir procedimiento. Y si el punto de partida ahora son 5,7 pulgadas, ¿dónde llegará el nuevo?
La Normandía de las grandes diagonales
Teléfonos grandes, teléfonos gigantes, teléfonos de pantallas imposibles de imaginar hace tan solo unas pocas generaciones y que hoy hacen las delicias de sus compradores. Grandes diagonales para poder consumir más contenido digital, para poder exprimir aún más las redes sociales, para poder leer, dibujar, retocar fotografías o, simplemente, para vernos el rostro de forma más cómoda y ampliada.
Las pantallas grandes no dejan de crecer, ni en tamaño ni en ventas, y siempre quedará la duda de si somos los usuarios los que las demandamos o si el mercado nos va privando poco a poco de comprarlas más compactas. Lo más probable es que sea lo primero, y para esos usuarios la segunda mitad del año es la preferida.
Samsung, Apple, Google, Huawei, Xiaomi, LG, Sony, etc, etc, etc. Contendientes en la misma batalla, la de conseguir el mayor número de ventas para sus teléfonos de pantalla grande. Pero sobre todo, lograr el mayor grado de satisfacción para que esos mismos compradores se lo piensen un poco menos en los próximos años. La fidelidad, tan apreciada y tan difícil de conseguir. Ya hay ganas de ver los resultados de la contienda.
En Xataka Móvil | Del Galaxy Note al Galaxy Note 8: así ha sido la evolución de la saga Note
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