De las 2.000 patentes que posee BenQ, unas 1.750 fueron transferidas por Siemens junto a 413 millones de euros, cuando BenQ compró la filial de telefonía al grupo industrial aleman y se hizo cargo de las deudas.
Ahora esas patentes son clave para garantizar o despejar el futuro de la filial alemana, después de que BenQ anunciara su insolvencia.
Pero lo que no deja de ser curioso es que sea Siemens quien se esté llevando todos los palos. Por un lado, el sindicato alemán IG Metall ha convocado una manifestación frente a la sede central de Siemens en Munich, reclamando que el grupo industrial presente los contratos de compraventa y de a conocer sobre que patentes y licencias tiene derechos. Por otro, incluso sus directivos han renunciado a su subida salarial para poner a disposición de sus 3.000 antiguos empleados un fondo de ayuda de 35 millones de euros, en forma de pagos y de formación, permitiéndoles además aspirar a puestos de trabajo dentro de Siemens como candidatos internos.
Vía | aecomo