Hace dos semanas analizábamos el recorte en inversión que las operadoras móviles habían llevado a cabo el último año y la primera reacción ha llegado por parte del secretario de Estado de Telecomunicaciones, Francisco Ros, que ha mostrado su poca satisfacción ante la reducción de cerca del 45% en la inversión en redes que se ha producido en los dos últimos años.
Lejos de una reacción positiva ante la afirmación de que las actuales redes pueden colapsarse sin las pertinentes inversiones, los operadores han amenazado al Gobierno con dejar de invertir hasta que se regulen las condiciones del refarming y del dividendo digital.
Reacción bastante lógica la verdad tras los continuos aplazamientos que está sufriendo la regulación del espectro radioeléctrico que quedará libre tras el apagón analógico (dividendo digital) y la posibilidad de utilizar la banda de 900Mhz. en el despliegue de nuevas redes (refarming). Los operadores parecen haberse cansado de esperar y su posición es firme y clara:
Vodafone manifestó que no hay despliegue de redes de nueva generación porque no se ha solucionado la cuestión regulatoria respecto a estas redes y reclama las mismas condiciones que en Europa.
Orange ha indicado que el actual despliegue en redes de nueva generación es limitado por lo que no invertirá en banda ancha móvil hasta que sepa qué ocurre con el espectro.
Yoigo señaló que seguirá invirtiendo hasta un 13% más durante la primera parte del año pero que el resto del año dependerá de lo que ocurra con el Refarming.
El tiempo se acaba y España tiene hasta mayo para posicionarse en la redistribución del espectro radioeléctrico aunque ahora estará más condicionada que nunca por tanta pasividad en definirla y porque los operadores podrán ser más exigentes al haber demostrado las brutales oportunidades de un sector que a pesar de la crisis, los clientes no han renunciado a sus servicios (aunque si hayan tenido que racionalizar el gasto).
Vía | PortalTIC.
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