Pocas novedades hay que añadir a la excelente cobertura que están haciendo el resto de editores al Mobile World Congress 2010 que se celebra en Barcelona. La “fiesta de la telefonía móvil”, como alguien la ha definido, comenzó ayer con las presentaciones de Samsung y Sony Ericsson que nos acercaban Kote y Matías. Nuestro nuevo compañero Christian se estrenaba con el Quench de Motorola y nos hablaba de MeeGo, un nuevo (¿otro?) sistema operativo de Nokia.
Kote nos traía la primera entrada sobre Windows Phone Series y Susana nos ha narrado las impresiones en directo de los primeros teléfonos que ha podido tocar. Plokiko hablaba de las nuevas opciones de Vodafone 360 y el módem de Telefónica que se “engancha” a la nube.
Pero a todo esto hay dos cosas que me han devuelto a la realidad, ayer leía una noticia sobre un acuerdo de Verizon y Skype sobre voz sobre datos. Otra “entrada” que me ha devuelto a la cruda realidad es una cadena de tweets en la que se hablaba sobre el interés hacia un determinado teléfono y si era posible conseguirlo sin tarifa de datos y “arreglarse” con el WiFi.
Es éste un blog sobre telefonía móvil y he de confesar que lo de móvil todavía lo entiendo pero lo de telefonía cada día menos. ¿Sigue siendo la base del negocio el tráfico de voz? ¿Lo será en unos años? Tenemos los pilares: equipos y tarifas. Sobre equipos estamos teniendo sobrada muestra en el MWC, hay para todos los gustos.
¿Qué une equipos y tarifas? Los contenidos, el tráfico o como queramos llamarlo. El paradigma de uso, que pasó del sólo hablar de la inicial telefonía analógica al “descubrimiento” de los SMS. Luego vino el tímido avance corporativo con el uso de los correos electrónicos y parece a punto de “explotar” un nuevo paradigma con el uso de las redes sociales.
¿Seguimos “hablando” por teléfono? ¿O hemos abandonado aquella llamada “perdida” (todo un clásico de método de aviso barato) por un mensaje instantáneo o un tweet que pueden ver muchas personas? Porque ya no es sólo pasar de voz a datos, la comunicación ya no es un proceso uno a uno sino que se ha roto el privilegio que antes tenían los medios de comunicación, la comunicación ahora es de uno a varios, de varios a uno o de uno a miles.
Y esto no puede seguir siendo soportado por tarifas de voz obsoletas, por conceptos decimonónicos como el establecimiento de llamada, por mis “amados” SMS o por unas tarifas de datos que salvo honrosas excepciones no se acaban de hacer planas de verdad.
No nos extendemos más, que siga la fiesta. Pero cuando soñemos con ese smartphone que supera a todos, con la pantalla AMOLED más pinturera y los “efectos especiales” en los menús dignos de Avatar que luego hay que usarlo, usarlo con inteligencia, para una comunicación plena sin cortapisas y que no tengamos que pensar hacer un “uso moderado” (otra de mis frases favoritas) si queremos llegar a fin de mes.