El fin del culebrón que rodea la compra de Canal+ por parte de Movistar parece estar cerca de su final más de medio año después. Al igual que en el asunto de la regulación de la fibra del ex-monopolio, esta transacción también ha encontrado enemigos, como los propios rivales del operador, e incluso un actor quizás inesperado, los clubes de fútbol.
Pero las últimas noticias llegan de las manos de elEconomista, desde donde hoy aseguran que Movistar habría aceptado una condición que inicialmente no parecían dispuestos a aceptar, la apertura mediante ofertas mayoristas de ciertos contenidos de televisión. Pero desde el operador no estarían dispuestos a aceptar otras exigencias, que afectarían a su red fija.
Las últimas informaciones que hacían referencia a que la decisión de la CNMC sobre la venta de Canal+ nos hablaban de que este mismo jueves podíamos conocer cual sería la decisión final, pero parece que no será así. Según informa el diario económico no será hasta finales de mes, o incluso principios de mayo, cuando conozcamos que ocurre con el futuro de la plataforma de TV de pago.
Condiciones complicadas de aceptar
El camino hacia el cierre de la compra parecía despejado una vez fuentes del periódico apuntan que Movistar habría aceptado abrir cierto contenido de Canal+ para que sus rivales puedan revenderlo. Ésta se trataba de una de las primeras condiciones que la CNMC vendría exigiendo para aprobar el movimiento, permitiendo que Vodafone u Orange, entre otros, puedan acceder a contenido premium o incluso packs de canales para su reventa.
Pero no contentos con esa concesión el regulador parece querer más. Sus exigencias pasarían también por la red fija del operador. Aunque no se ha especificado cual sería concretamente la propuesta de la CNMC podríamos plantearnos que éstos querrían forzar a Movistar a ofrecer a sus rivales un pack mayorista que incluya televisión de pago y conexión fija, haciendo uso de su red.
Una petición que para el operador sería inaceptable y que podría poner en riesgo el cierre de la transacción. Aunque Movistar tiene claros intereses para hacerse con Canal+, de no llegarse a cerrar la venta el mayor problema lo tendría Prisa, dueña de la plataforma de TV de pago, que necesita el dinero proveniente de esa venta como agua de mayo para aliviar su situación financiera.
Para Movistar, además de la pérdida de unos cuantos millones de euros en forma de indemnización a Prisa, si la compra no se cierra es un mal menor. Se quedaría sin la posibilidad de ofrecer TV de pago en cualquier lugar mediante el satélite o los interesantes clientes de Canal+, mucho más rentables que los de su propia TV, pero ahora que Movistar TV ya supera en número de abonados a su pretendida la pérdida no sería tan grave.
Vía | elEconomista
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