No habrá fusión entre Orange y Bouygues en Francia

Las compras y fusiones entre operadores en Europa no descansan. En España ya tuvimos nuestra buena ración con la compra de ONO por parte de Vodafone y la de Jazztel por Orange. La primera operación no tuvo grandes problemas, al ser aprobada apenas sin condiciones por los reguladores, condiciones con las que si se topó posteriormente Orange, que tuvo que ceder parte de los activos de Jazztel a un tercer operador, MásMóvil.

Y con la probable venta de Yoigo a los dueños de telecable de fondo, nos vienen nuevas noticias de fusiones de otros países. En esta ocasión estábamos a la espera de que Orange y Bouygues cerrasen su acuerdo de fusión en Francia en estos días pero algo se ha debido torcer en las negociaciones, ya que el operador naranja ha comunicado que da por cerrado el dialogo, sin que se vaya a producir ninguna operación entre ambas empresas.

Las conversaciones entre el primer y cuarto operador en Francia comenzaron a principios de año. La fusión de ambas empresas reforzaría la posición de liderazgo en dicho mercado de Orange, alejándose de sus rivales SFR-Numericable y Free. Pero pasar de cuatro a tres operadores de red no sería una tarea fácil, visto las condiciones que suelen poner las autoridades europeas a esas contracciones de los mercados.

Con el trasfondo de operaciones similares frenadas por Bruselas o con problemas para llevarse a cabo, Orange y Bouyges han desistido de fusionarse, pero además de las posibles trabas de las autoridades de competencia, parece haber más razones para el freno a la operación. El propio estado francés controla un 23% de Orange y no querría bajar del 20% en la empresa fusionada, mientras que Bouygues buscaría tener entre un 10% y un 15% en esa nueva compañía, algo por encima de su actual valoración.

Pasar de cuatro a tres operadores

Como hemos comentado, de haberse llevado a cabo la operación Orange y Bouygues se habrían encontrado con graves problemas para cerrarla. Al quedarse el mercado en tres operadores de red, desde Europa habrían exigido la ayuda a la creación de un cuarto operador mediante la liberación de espectro u otro tipo de facilidades, con el fin de que la competencia no disminuyese.

Esa exigencia fue la que echó por tierra la fusión de TeliaSonera y Telenor en Dinamarca, y la que puede poner en entredicho la venta de la filial inglesa de Telefónica en Reino Unido (O2) a Three. También sería el problema que podría encontrarse la compra de Yoigo por parte de otro operador con red propia, pero al apenas contar con espectro telecable, la compra parece que no se encontraría con demasiados problemas. Veremos.

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