Esta semana Vodafone y Telefónica firmaban un acuerdo que ha sido catalogado como histórico por toda la prensa. El operador británico podrá acceder de manera inmediata a toda la red de fibra de Movistar en España, una idea perseguida por todos los rivales del ex-monopolio, que solo ha sido atendida parcialmente por la CNMC y que Vodafone ha hecho realidad, evidentemente, pasando por caja.
Y aunque a muchos les pueda llamar la atención la firma de este acuerdo, que a Telefónica le reportará unos interesantes ingresos por servicios mayoristas, que los rivales del sector de las telecomunicaciones se pongan de acuerdo no es algo nuevo. Desde los acuerdos para compartir ubicaciones de antenas, la necesidad de desplegar una nueva red fija como es la de la fibra, ha provocado que en los últimos años las empresas que compiten por los mismos clientes firmen numerosos acuerdos.
Los acuerdos entre empresas teóricamente rivales son viejos. Allá por 2006 y ante la dificultad de buscar nuevos emplazamientos para antenas Vodafone y Orange acordaron compartir postes. La recompensa económica no era suficiente para muchos vecinos y con el 3G en plena expansión era necesario contar con nuevos tejados donde colocar antenas. De hecho Telefónica firmaba en 2009 un acuerdo similar con Vodafone, pero abarcando a todos los países europeos con presencia de ambos operadores.
Aunque le costó, Yoigo también entró en la rueda de los acuerdos entre teóricos rivales. Fue en verano de 2013 cuando sellaron un pacto con Movistar, que permitiría al cuarto operador ofrecer servicios convergentes gracias a la red de ADSL y fibra de Movistar, mientras que Movistar podría acceder al 4G de Yoigo. Además también se establecía la compartición de más de 4.000 antenas, que fueron traspasadas a Abertis.
Y si dos empresas se mueven, las otras dos no se podían quedar de brazos cruzados. En respuesta al acuerdo entre Movistar y Yoigo, Vodafone y Orange acordaron compartir 2.000 ubicaciones. El último acuerdo que hemos conocido, respecto a redes móviles, ha sido el de Euskaltel con Telxius, filial de Telefónica, que permitirá a los vascos montar antenas 4G en las ubicaciones de las que dispone Telxius.
Numerosos acuerdos sobre fibra
Y si los acuerdos sobre redes móviles pueden suponer importantes ahorros para los operadores, más beneficiosos son incluso en redes fijas, dado lo costoso y complicado de su despliegue. Así, en 2012 y con la fibra avanzando tímidamente todavía Movistar y Jazztel firmaron un acuerdo para compartir las verticales del interior de tres millones de hogares.
De nuevo, sus rivales no se podían quedar mirando como se quedaban atrás y Vodafone y Orange anunciaron un acuerdo de co-inversión para llegar con su fibra a seis millones de hogares españoles. Se abría una guerra de dos frentes (Movistar-Jazztel y Vodafone-Orange) que pronto quedaría atrás. Ante las insistentes demandas ante la CNMC, Movistar, Vodafone y Orange acordaron la compartición de la infraestructura interior de los edificios.
Poco después el mercado se revolucionaría con la compra de ONO por parte de Vodafone y a cambio de una reducción del objetivo de despliegue compartido, Orange logró que el operador rojo le prestase parte de la red de cable de ONO. Nada sería lo mismo en cuestión de meses, ya que a Orange no le quedó otra que comprar Jazztel, por su red de fibra, y acelerar su despliegue para ponerse a la altura de Vodafone.
Y como el mercado se quedó en tres actores a nivel nacional, un cuarto tenía que surgir por mandato de Europa. MásMóvil se quedó con la red de ADSL y fibra sobrante de la unión de Jazztel y Orange y también entró en la rueda de los acuerdos. Primero firmó una co-inversión con la misma Orange para desplegar fibra a un millón de hogares y luego le arrancó un acceso mayorista a toda su red de fibra, a la vez que cambiaba la cobertura Movistar de Yoigo por la de Orange.
El eterno debate de cuántas redes paralelas son necesarias
Como habéis visto, los acuerdos entre operadores son y han sido numerosos, eso sin tener en cuenta los que firman los OMVs con sus proveedores de red. El principal objetivo de los mencionados acuerdos siempre es el mismo, buscar el ahorro en despliegue o infraestructuras de redes fijas y móviles, que se llevan la mayor parte de las inversiones de las compañías telefónicas.
Tras todo esto hay un debate de fondo muy interesante, cuántas redes paralelas son necesarias en un país. Hay posiciones para todos los gustos, desde los que están contentos con la situación actual hasta los que defienden la existencia de una red única compartida. A estas alturas parece que la existencia de varias redes paralelas es inevitable, aunque en el futuro habrá hueco para nuevos acuerdos, como para desplegar el 5G, por ejemplo.
Foto de portada | 드림포유
En Xataka | Cinco preguntas, y sus respuestas, sobre el histórico acuerdo entre Vodafone y Movistar
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