Quién es Broadcom, el fabricante de semiconductores que quiere comprar Qualcomm

El mercado móvil es muy activo, posiblemente el que más de todo el panorama tecnológico, de ahí que no sorprenda el alto nivel de producción de noticias que se gesta en su interior. Las compañías se alían, se separan, firman contratos y los rompen y, en ocasiones, se desmiembran y son absorbidas o son compradas en su totalidad.

La división móvil de Nokia, Motorola en dos ocasiones y ahora la división de I+D de HTC son los casos más recientes que guardan nuestras retinas, pero parece estar gestándose otro que podría superar en volumen a los anteriores. Broadcom, el fabricante de procesadores norteamericano con sede en Singapur, estaría estudiando hacerse con Qualcomm. Los Snapdragon cambiarían así de casa pero, ¿quién es Broadcom?

Hace 36 años, "los Henrys"

Fundaban Broadcom Corporation. Henry Samueli y Henry Nicholas. No puede decirse que Broadcom sea una compañía muy longeva en términos generales aunque en el mundo de la tecnología sí ha transcurrido mucho tiempo. No muchas de las grandes empresas de la actualidad perviven desde hace tanto, y el impulso que podría darles la compra de Qualcomm les insuflaría una nueva vida, devolviendo Broadcom a la primera plana.

Broadcom es uno de los principales fabricantes de semiconductores de Estados Unidos y cuenta en la actualidad con casi 11.000 empleados por todo el mundo, 7.500 de ellos en Estados Unidos. Desde su California natal hasta Singapur, país en el que actualmente tiene la sede central y operativa tras haber sido comprada por Avago, una empresa local. Pese a que fabrica chips para multitud de sectores, su fuerte está en las comunicaciones y es ahí donde obtiene buena parte de sus ganancias.

Encontramos chips de audio y vídeo de Broadcom en descodificaciones para televisión, cuenta con transmisores de Bluetooth y WiFi, GPS ultra precisos e incluso con routers de fabricación propia, y también destaca por la fabricación de co-procesadores de cifrado de alta velocidad, liberadores de espacio para los procesadores tradiciones. Aunque tal vez su cliente más llamativo, a efectos de publicidad, sea Nintendo; la conexión WiFi de la Wii y la Nintendo DS, y la conexión Bluetooth del mando de la Wii corrieron por cuenta de Broadcom.

Broadcom movió su sede a Singapur tras ser adquirida por Avago, dejando atrás su California natal, y ha permanecido muchos años en Asia. Las condiciones para ellos cambiaron, no obstante, y ya en 2014 amenazaron con marcharse a Irlanda, aunque su mudanza definitiva podría plasmarse en breve y representaría la vuelta de Broadcom a su hogar, aunque a un estado distinto. Delaware, un "paraíso fiscal" que les permitiría reducir sus impuestos entre un 20 y un 35%.

Una vuelta anunciada por Trump

La vuelta de Broadcom no se trata de una noticia cualquiera para la economía estadounidense pues hablamos de un constructor de chips cuyo valor de mercado se sitúa en torno a los 100.000 millones de dólares y que cuenta con un volumen de negocio anual que ronda la quinta parte de su valor. Estados Unidos recuperaría, por tanto, unos 20.000 millones de dólares de facturación anuales gracias al regreso de la compañía.

La noticia de su regreso, dada hace unos días, fue de tal entidad que se anunció desde la Casa Blanca. Donald Trump en persona comunicaba la intención de Broadcom de regresar a su país, al estado de Delaware. Según Trump, su Gobierno trabaja para "hacer que Estados Unidos sea el lugar más atractivo del mundo" a la hora de hacer negocios, y considera el regreso de Broadcom como un éxito personal de su gestión.

Así, el plan "Make América great again" cuenta ahora con un Broadcom que regresa a su casa por la puerta grande, beneficiándose de la rebaja de impuestos que le supondrá el traslado a Delaware y además con suficiente confianza para poner sobre la mesa aproximadamente 100.000 millones de dólares para hacerse con Qualcomm, actual líder del mercado de procesadores para móviles a nivel mundial. Y, por cierto, compatriotas.

Aprovechando la crisis judicial

Nada es oficial, pero cuentan entre rumores que el movimiento de Broadcom no coincide con la escalada de tensión entre Apple y Qualcomm de forma casual. Se trata, cuentan, de tratar de hacerse con su compatriota y rival en un momento en el que los accionistas no están demasiado contentos con las últimas decisiones de la directiva. Esta acción se vería casi como un "rescate" a ojos del accionariado.

Apple y Qualcomm llevan ya mucho tiempo batiéndose en duelo de tribunal en tribunal a consecuencia de los chips de telecomunicaciones que los segundos fabrican para los primeros. Acusaciones de favorecer a Intel, amenazas soterradas con quedarse directamente con estos y dejar de repartir el pastel y una "casi" certeza en el horizonte: Qualcomm perdería más de 2.000 millones de dólares anuales en ingresos si dejase de ser cliente de Apple.

Todo esto habría propiciado la tormenta perfecta para que Broadcom, con un negocio consolidado y la promesa palpable de una reducción de impuestos futura que le daría más poder económico, se esté planteando lanzarse a por Qualcomm ofreciendo hasta 70 dólares por acción. Lo que supondría poner una oferta de hasta 103.200 millones de dólares para quedarse con el negocio de Qualcomm a todos los niveles.

No sería un movimiento baladí pues se situaría automáticamente en la cima de las fusiones del sector de los semiconductores, la mayor realizada hasta hoy. Todo ello si la compra se acepta y si logra sortear las dificultades que pondrán los regulares, dado que será una operación observada con lupa por todas las partes implicadas en la adquisición.

Refuerzo de Broadcom ante Apple y el mundo

De llevarse a cabo esta operación, Broadcom no sólo podría convertirse en el mayor fabricante de semiconductores a nivel mundial, una posición que ahora ocupa Samsung y que podría verse afectada por esta compra. Broadcom también reforzaría su posición como proveedor de Apple pues en la actualidad ya sirve chips para conectividad WiFi y Bluetooth a los de Cupertino. Tras el trato, también serviría las unidades de Qualcomm.

Hay que tener en cuenta también que la actual sede de Qualcomm en San Diego convertiría la empresa en un activo clave para poder cubrir toda la región y ampliar tanto sus operaciones como la cartera de clientes. Sin duda, una operación de una enorme importancia para el sector y que podría redibujar el futuro de un mercado alcista como es el de los semiconductores. Un mercado en el que Qualcomm tiene tanto peso.

Sea como fuere, toca esperar. Por ahora ya sabemos que Broadcom vuelve a Estados Unidos y comenzará a tributar en su país natal. También sabemos que los negocios le van bien y que su vuelta a Delaware les ofrecerá ventajas fiscales. Falta por saber si se convierte también en un monstruo en el sector. Para ello habrá que ver qué piensan en Qualcomm de esta compra y si los reguladores permiten llevarla a cabo. Quién sabe, tal vez los Snapdragon cambien pronto de manos.

En Xataka Móvil | Qualcomm es el líder del mercado de procesadores para móviles sin fabricar un solo chip