Hoy en día casi todas las personas que conocemos que tienen un smartphone tienen una tarifa de datos contratada, con el operador que sea. Y aunque en una proporción menor, todavía hay quien usa su smartphone solamente con redes WiFi o que no necesita una tarifa de datos porque tiene un teléfono de los de toda la vida.
Puede que no sean muchos, pero lo curioso es que los operadores con red propia pasan de este tipo de usuarios. Y es que si nos fijamos en el catálogo actual de tarifas de Movistar, Vodafone, Orange y Yoigo, ya no les queda ni una sola tarifa de contrato que no tenga datos móviles, dejando como única opción a estos usuarios los virtuales o el prepago.
La tendencia hoy en día es clara, tanto para los usuarios como para los operadores. Una vez casi podemos dividir las tarifas entre las que permiten pagar solo el establecimiento de llamada y las que ofrecen llamadas ilimitadas, la batalla entre compañías se centra en quién da el giga más baratos o quién es capaz de incluir más gigas.
Pero en todas esas peleas entre operadores, para los que tienen su propia red los clientes que no contratan datos han dejado de ser interesantes. El último en dejar su oferta de contrato sin una sola tarifa sin datos ha sido Orange, que acaba de descatalogar su tarifa Ardilla 4. Antes que los franceses Yoigo, Vodafone y Movistar decidieron decir adiós a este tipo de tarifas, incluso Yoigo ya ni la ofrece en prepago.
Virtuales o prepago como alternativa
Por tanto, a quien quiera tener una tarifa sin Internet solo le queda recurrir a un OMV o al prepago, pero el precio de las llamadas suele estar penalizado. Así como prácticamente todos los operadores ofrecen llamadas a cero céntimos por minuto si tienes un bono de Internet, ese precio es muy poco habitual si renuncias a un bono de datos.
El precio más habitual suele ser de cinco o seis céntimos por minuto más establecimiento, lo que a la larga puede generar que a los usuarios más charlatanes les pueda merecer la pena contratar un bono de datos, aunque no lo vayan a usar, para abaratar sus llamadas. Ese es sobre todo el caso de quien necesite llamadas ilimitadas, que lo tiene (casi) imposible para encontrar una tarifa sin Internet.
¿A qué responde esta actitud de los operadores?
El olvido de los usuarios que no quieren contratar un bono de Internet no parece casual. Los operadores con red se centran en los usuarios que más gastan, como demuestra su escaso esfuerzo en responder a las tarifas de los virtuales, y saben que por lo general el usuario que no contrata Internet tampoco va a hacer un gran gasto mensual.
¿Es esto un desprecio hacia este tipo de usuarios? Puede serlo, aunque es su estrategia empresarial. Por suerte a día de hoy los operadores con red tienen muchos competidores en forma de operadores virtuales, a los que este tipo de usuarios pueden recurrir.
Imagen | Flickr
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