Seguro que recordáis la fiebre que hubo hace unos años por la concesión de licencias de telefonía móvil de tercera generación. Junto al boom de Internet y de todo lo relacionado con la tecnología nadie quería quedarse descolgado y las operadoras comenzaron a soltar auténticas millonadas o "billonadas" por las licencias, tenían miedo a quedarse descolgadas.
Los Estados vieron una fuente de ingresos fácil y encima con esa ligereza de las operadoras, hincharon aún más el coste de las concesiones. Luego vinieron las vacas flacas y más de una teleco entró en pérdidas, después de pagar esas cantidades sólo por las licencias ya no tenían fondos para las inversiones requeridas para desplegar las redes.
Pero la situación de las licencias sigue todavía activo, aquí mismo en España tenemos a Yoigo, que necesitó años para comenzar a operar y no precisamente al 100%, y esta semana ha salido la noticia de que Telefónica dejó de pagar en 2006 por la licencia que ganó en Italia.
Después de llevar pagados 2.300 millones desde el año 2000, a través del consorcio adjudicatario Ipse, éste ha dejado de pagar las anualidades, pues el Gobierno italiano decidió revocar la licencia en enero de 2006 debido a que no había comenzado la actividad comercial. Ahora todo está en los tribunales y exigen la devolución de las cantidades pagadas por el cambio de las condiciones regulatorias.
En Alemania, la situación parece similar y también se enfrenta a un juicio para recuperar lo pagado por la licencia que ascendía a 8.400 millones. En ese país participaba en el consorcio Quam que ganó una licencia de UMTS en 2000 y que también fue revocada en 2004 por el gobierno germano.
Lo peor del caso italiano es que dificulta las intenciones de Telefónica con Telecom Italia por su relación con el Gobierno italiano. Y que de una manera u otra al final todo repercutirá en nosotros, los usuarios.
Vía | ELPAIS.COM