La noticia ha sacudido el mercado español de las telecomunicaciones esta mañana: Orange España y el Grupo MásMóvil han confirmado oficialmente que han comenzado un período de negociación en exclusiva para combinar sus negocios en nuestro país. El resultado será una joint venture controlada por ambos al 50% y valorada en 19.600 millones de euros.
Esta operación generará un gigante de las comunicaciones que superará en número de clientes a Movistar, aunque en ingresos se quedará por debajo. Además, deja fuera de juego a Vodafone, que había reiterado en repetidas ocasiones sus intenciones de trabajar activamente por la consolidación en España. Pero no todo son desventajas para el operador inglés, veamos qué ocurrirá cuando se lleve a cabo la fusión de Orange y MásMóvil.
¿El gran "marginado" de la consolidación?
Los rumores sobre la fusión del Grupo MásMóvil y Vodafone, o la posible compra de este último por parte del primero, se intensificaron a principios de año. De hecho, tanto el CEO del Grupo Vodafone como el CEO de Vodafone España confirmaron que el operador estaba trabajando activamente por la consolidación en España y había iniciado conversaciones con varios actores para ello.
Mientras en el sector se comenzaban a valorar las ventajas que tendría para los usuarios una fusión entre ambas compañías (cobertura Vodafone para todos, más servicios convergentes y un servicio de TV más completo para clientes de Yoigo, entre otras), irrumpió en escena un nuevo protagonista: Orange.
Nuevas informaciones apuntaban que, ante las consecuencias que podría tener para el operador francés la unión de Vodafone y MásMóvil, Orange estaba estudiando una fusión con MásMóvil en España. Incluso el propio CEO de Orange España confirmó que ellos también estaban trabajando activamente en la consolidación y se mostró a favor de cualquier movimiento, "implique o no a Orange".
Unas semanas después, las dudas se han resuelto: Orange y MásMóvil han iniciado oficialmente la negociación para fusionarse dejando al margen a Vodafone. Esa negociación es exclusiva, por lo que el acuerdo les impide hablar con otro operador y Vodafone se queda al margen de todo. Desde Xataka Móvil hemos contactado con Vodafone España para conocer su postura ante este importante movimiento, pero han declinado hacer comentarios de ningún tipo.
A priori, la unión de sus dos grandes competidores deja a Vodafone como gran perjudicado, pero hay que recordar que la consolidación del mercado, ansiada por parte de todos los operadores, ayudará a aliviar la agresividad comercial, de manera que Vodafone podría beneficiarse indirectamente de la menor presión competitiva.
Es decir, habrá menos presión para bajar los precios en las marcas low cost de los grandes operadores, menos ofertas agresivas para robar clientes de la competencia y, quizá, una mayor holgura para seguir subiendo precios en las marcas premium.
Además, aunque mucho más lejos que ahora de Orange, Vodafone mantendrá su status de tercer operador en España, una posición que MásMóvil estaba a punto de arrebatarle (en banda ancha ya lo ha hecho). Aquí, no obstante, no podemos perder de vista a otros actores como Finetwork, que tiene un plan de crecimiento con fibra propia, DIGI, Avatel o Adamo, que aspiran a ocupar el cuarto puesto y son una buena razón para que Vodafone no se relaje demasiado.
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