A partir del 1 de julio, Yoigo sube sus tarifas internacionales. Si este verano viajas a un país de la Unión Europea y desde allí quieres llamar a otro no europeo te costará 2,10 euros el minuto (actualmente es 1,20 euros) y enviar o recibir mensajes multimedia, 90 céntimos (actualmente son 60).
También notarás la subida si viajas a un país no comunitario. Las llamadas desde allí a Europa, también te costarán 2,10 euros minuto (actualmente 1,20), mientras que al propio país serán 90 céntimos (ahora son 60). Todo ello con un establecimiento de 36 céntimos (que ahora es de 12).
Para compensar, Yoigo baja las llamadas hechas desde países comunitarios. Eso sí, sólo a partir del 1 de septiembre y con unas variaciones mucho menores que las subidas que acabamos de ver: las llamadas al propio país donde te encuentres o países de la Unión Europea costarán 34 céntimos minuto (ahora son 36), y recibir llamadas, 22 céntimos frente a los 24 actuales. Por lo tanto, subidas de hasta 90 céntimos y bajadas de dos céntimos.
Después del cerazo, Yoigo sigue defraudando y subiendo sus tarifas. La compañía que prometía que nunca lo haría y que hablaría claro, utiliza los mismos eufemismos que las grandes (hablando de "cambio" al referirse a la subida, pero dejando bien claro que el ahorro de dos céntimos es una "bajada") y sus mismas estrategias: las subidas de precios se avisan con el mes legal de antelación y justo antes de la época de vacaciones... mientras que las bajadas se anuncian con cuatro meses de anticipo y se aplican tras el verano, cuando la mayoría volvemos de vacaciones.
Por otra parte, esto contribuye a hacer más complicadas las tarifas de Yoigo, cuya sencillez había sido hasta ahora una de sus pocas bazas. Otra promesa incumplida: no regalar móviles para centrarse en las tarifas, no subir el precio de las llamadas, tener unas tarifas sencillas... ¿qué está pasando con el operador que iba a estar de nuestro lado?
Vía | Yoigo