Reiniciar el smartphone hace que el sistema operativo inicie todos los procesos: útil si alguno se atascó
Ante un problema, siempre es buena opción empezar con un reinicio de cara a solucionarlo
Las máquinas fallan, y cuanto más completas son más posibilidades tienen de hacerlo. Incluso máquinas tan complejas como un teléfono móvil, con tal cantidad de innovación en un dispositivo de altísimo nivel que cabe en un bolsillo. Por eso de vez en cuando hay que echar una mano a los móviles para que sigan funcionando correctamente, y uno de los métodos más comúnmente aceptados es el de reiniciarlos. Como hacemos también con los ordenadores personales.
Estas "ayudas" a las máquinas han ido evolucionando con el tiempo, qué duda cabe, aunque algunas costumbres no se han llegado a perder del todo. La pregunta que surge ahora es la de si es bueno reiniciar un teléfono móvil, si es malo o, sencillamente, si sirve para algo más que no sea un mero placebo para nuestra forma de entender la tecnología. Veamos.
¿De veras es necesario reiniciar un móvil frecuentemente?
Llegados a este punto, es la gran pregunta. Y la respuesta no puede ser otra que "depende". ¿De qué depende? De cada caso en el que nos encontremos. Algunos problemas no se solucionan reiniciando el móvil, sólo se arreglan puntalmente y pueden causar otros. Es el caso que suele ocurrir con los famosos matadores de tareas, o task killers. En este caso, cerrar tareas en ejecución puede causar otros problemas, y un reinicio puede enmascarar un simple mal funcionamiento de una aplicación. Lo retrasamos, pero no lo solucionamos.
Desde hace ya bastante tiempo, desde que los sistemas operativos móviles alcanzaron el suficiente grado de madurez, la gestión interna mejoró notablemente. Son los propios sistemas los que solucionan sus propios errores durante la carga y descarga de la RAM, así como limpian determinadas partes del sistema para mantenerse en buen funcionamiento la mayor cantidad de tiempo posible. Incluso son capaces de anticipar el uso de determinadas apps antes de que las abramos.
Con ese nivel de autogestión de los errores del sistema operativo, la necesidad de reiniciar el teléfono móvil desaparece de forma virtual. Los errores tienden a desaparecer en segundo plano a no ser que la propia aplicación esté defectuosa, algo que un reinicio no va a solucionar. El sistema se encarga de mandar a dormir apps que consumen mucho, ahorrando estrés al móvil, y ahí no tenemos que intervenir en absoluto.
Pero como hemos dicho, todo esto no exime a las apps de tener errores de ejecución puntuales o que se generen errores propios de su diseño. En este caso, reiniciar tampoco va a arreglar nada pues el error de la app va a seguir ahí y sólo nos quedará localizarla y desinstalarla. Así pues, no hay necesidad de reiniciar como tal. Como si se tratase de una miniciudad electrónica, los problemas se solucionan en casa.
Vale, no es necesario pero, ¿es recomendable?
Un reinicio no causará problemas en el teléfono, más allá de la molestia del tiempo que tardamos en volver a tenerlo operativo. Puede que un reinicio solucione puntualmente un problema de mal entendimiento entre dos apps concretas, pero si el problema está centralizado en una aplicación, la solución no pasa por reiniciar el teléfono sino por desinstalarla.
Reiniciar el teléfono tampoco solucionará problemas de consumos excesivos de energía, de hecho es al contrario. Si una app está consumiendo más batería de la cuenta, el problema es de su diseño y un reinicio sólo provocará que el teléfono tenga que consumir algo de energía extra volviendo a "encender" todos los sistemas y apps en segundo plano. Tal vez no sea un pico de consumo elevado, pero arrancar el motor tiene más coste energético que mantenerlo encendido.
Aún así, una limpieza de memorias no sienta mal de vez en cuando, aunque no sea posible explicar si se trata de un hecho real o si no va más allá del puro efecto placebo. Lo que no se establece es el tiempo que debe pasar entre reinicios, y aquí tampoco se diferencia entre iOS, Android y otros sistemas.
Si estamos en Android, y tenemos un teléfono de un fabricante que suministra con frecuencia actualizaciones de seguridad y parches mensuales de Google, la simple instalación de estos parches hará que nuestro teléfono tenga que reiniciarse, y así evitaremos tener que hacerlo manualmente. Lo mismo ocurre con las actualizaciones normales de otros sistemas, ya sean saltos de versión o no.
En cualquier caso, un reinicio del teléfono móvil cada dos o tres semanas no es perjudicial y tal vez, sólo tal vez, notemos que funciona de forma más fluida durante algún tiempo. Como decíamos, puede ser placebo. Pero si necesitamos reiniciar el teléfono cada poco tiempo debido a problemas de funcionamiento, el error no estará ahí y lo conveniente será localizarlo y subsanarlo. Frecuentemente, desinstalar la app que causa problemas pone fin a los mismos.
Así que, ¿es bueno reiniciar el móvil frecuentemente? No hará ningún mal al teléfono pero no es una práctica necesaria. Los teléfonos pueden estar encendidos semanas y meses y no deberían dar ningún error de funcionamiento por ello. Otra cosa es la optimización del sistema y de las propias apps, y ahí tal vez un reinicio ayude. Aunque siempre será una ayuda temporal.
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