Ríos y ríos de tinta electrónica se han vertido tanto para condenar como para defender el sexting, cuando simplemente es una práctica habitual que ha existido desde siempre y que ahora, por lógica en la evolución de la tecnología, se ha extendido a los móviles. Los tenemos en la mano para jugar, consultar información y escuchar música. ¿Por qué no usar los móviles también para el sexo?
No hablamos de aplicaciones estrictamente sexuales sino de que el smartphone sea un medio más para conseguirlo. El sexting no siempre consiste en una práctica inocente, eso es justo lo que hay que controlar. Más aún cuando hay menores de edad involucrados, algo que está a punto de ser regulado expresamente en el Estado de California.
Es importante conocer las consecuencias de practicar sexting
Algo que sí se tiene muy en cuenta cuando hablamos de sexting son sus consecuencias. No sólo las consecuencias directas sobre nuestros mensajes, en los que influye qué enviamos y a quién se lo mandamos. No hay nada más sencillo que perder el control sobre las fotografías, vídeos y mensajes que hayamos podido enviar a la otra persona.
Nuestras fotografías pueden acabar en cualquier lugar, y casos acerca del llamado "porno por venganza" ha habido muchos, con sanciones de por medio. Porque en el sexting los mensajes no sólo se envían y se reciben, también se reenvían. Esta gráfica, elaborada por la web sexting.es, nos muestra cómo se transmiten los mensajes de un usuario a otro.
También se tienen en cuenta las consecuencias psicológicas de una práctica que se asume como voluntaria pero en ocasiones no lo es tal. La presión social influye, y mucho, en la iniciación en este tipo de mensajes sexuales entre adolescentes y no tan adolescentes. Mientras que una buena parte hace sexting para bromear, un 12% asegura sentir cierta presión social para iniciarse.
Así que si unimos la inexperiencia, la presión social para realizar una práctica con la que no nos sentimos cómodos y la posibilidad de que el contenido acabe en manos de terceros, o en las propias redes sociales, tenemos un cóctel muy peligroso que requiere de educación para evitar que explote. Siempre con concienciación y educación, no represión.
California identifica el sexting con el porno por venganza
En la línea de la represión anda el Estado de California, en Estados Unidos. Un legislador del estado dorado ha relacionado el sexting con el porno por venganza, metiéndolos en el mismo saco a la hora de formular el borrador de una nueva ley. La nueva definición de sexting en la ley que ya prepara su camino hacia la aprobación dice tal que así:
La difusión, o la petición o incitación a la difusión, de una fotografía o cualquier otro material visual entre alumnos, o entre un profesor y un alumno, con el propósito de humillar o acosar a un alumno.
La idea de este legislador californiano es que el efecto lúdico del sexting es inexistente, y por tanto puede ser prohibido. No tanto esto como sí que te penalicen por realizarlo. Así que si eres un estudiante en un instituto californiano pueden mandarte a casa, sancionado, por intercambiar mensajes sexuales con tus compañeros.
Institutos, y no facultades, pues en el saco se mete a todos los poseedores de un móvil de entre 12 y 17 años. Precisamente la edad clave en la que adolescentes de todo el mundo abordan los smartphones. La represión para evitar consecuencias que, en muchas ocasiones, no consigue sino agravar los problemas.
Así que si vives en California, tienes entre 12 y 17 años, posees un smartphone e intercambias mensajes con fotografías o vídeos sexuales con tus compañeros, puedes acabar sancionado y expulsado de tu instituto. El sexting al nivel de castigo de las agresiones a profesores y entre alumnos. El sexting como una falta, que no delito, que puede acarrear una importante sanción.
Más información | Arstechnica
En Xataka Móvil | El sexo y los móviles en los adolescentes: 'sexting', algo más que una moda
En Magnet | ¿Hay que ser más permisivos con el sexting entre adolescentes?
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