Nos hemos acostumbrado a poder comprar teléfonos móviles en prácticamente cualquier tipo de comercio, y eso posibilita que podamos cometer el error de comprar un modelo que no sea auténtico sino falsificado. No son pocos los fabricantes que camuflan fabricaciones genéricas como si fuesen modelos de la competencia con marcas mucho más reconocibles. Los casos más evidentes, aunque reconocidos y algo antiguos, es el de los GooPhone que se dedican a construir clones del iPhone pero metiéndole Android en su interior, e incluso falseando la capa para imitar a iOS.
Nos referimos a teléfonos falsificados que no son tan fáciles de distinguir. Os daremos algunas pistas para que podáis distinguir un teléfono real de un 'fake', no sólo para que sepáis diferenciarlos en la calle sino por si os disponéis a comprar un móvil de segunda mano del que no os fiáis del todo, o un móvil nuevo en un comercio, físico u online, que no os inspira demasiada confianza. Veamos cómo hacerlo.
Comprueba el IMEI
Cada teléfono fabricado lleva asociado un IMEI, un número de identificación único que nos revela información sobre el teléfono si sabemos dónde contrastarla. Los teléfonos falsos suelen no tener uno o, simplemente, utilizar un número falsificado ya que no pasan por los procedimientos legales para lanzar el terminal a la calle.
Si tenemos acceso al teléfono físico, lo mejor que podemos hacer es acceder al marcador telefónico y allí teclear *#06#, y el teléfono nos devolverá el número IMEI que le corresponde. Podemos introducir este IMEI en la web IMEI Check para que así la comprobación del número nos dé datos sobre él, como el nombre del modelo, el país de fabricación e incluso la fecha de construcción.
Evidentemente, un IMEI falso nos devolverá datos que no se corresponden con el teléfono que estamos a punto de comprar y tenemos en la mano. Además, la extracción de este IMEI puede hacer que nos demos cuenta de que el teléfono no tiene uno, y por tanto estaremos sin lugar a dudas ante un teléfono falso.
Este método, no obstante, no es 100% infalible ya que hay apps diseñadas para cambiar este código y empresas que ofrecen hacerlo como parte de sus servicios. No obstante, es bueno saber que el IMEI puede sacarnos de más de un aprieto en estos casos.
Comprueba la apariencia externa
Conforme las impresoras 3D van evolucionando e incorporándose con normalidad a la sociedad, cada vez resultará más difícil distinguir un teléfono real de uno falso, pues las imitaciones que se llevan a cabo hoy en día ya ponen las cosas muy complicadas. No obstante, tanto el diseño exterior como los materiales pueden ayudarnos a saber si estamos ante el teléfono real.
Cada fabricante suele montar un showroom en la web con cada uno de sus teléfonos, aunque no todos han incorporado a día de hoy esa forma de actuar, y en ellos podemos ver detalles bien descritos como los materiales elegidos para la construcción, los colores disponibles, nos permiten apreciar los acabados y también vemos las dimensiones y el peso.
Si estamos ante una falsificación de mucha calidad, todo esto coincidirá sin problemas con el modelo original pero no todos son tan detallistas y podemos toparnos con modelos que no pasarían una simple prueba de contacto visual. Siempre que antes nos hayamos informado de cómo es el teléfono que queremos comprar para compararlo con el que nos ofrecen, por supuesto.
Apóyate en los benchmarks
Puede que tengamos el teléfono en nuestro poder, bien porque podamos acceder a él antes de la compra o porque ya lo hayamos comprado y estemos pensando en hacer uso de esa devolución sin explicaciones a la que tenemos derecho por ley en el plazo estipulado. En ese caso, uno de los procedimientos que podemos llevar a cabo para saber si el teléfono es real o no es instalar una aplicación de benchmark.
Disponemos de ellas en las tiendas de aplicaciones y algunas son gratuitas. Estas aplicaciones no sólo ponen a prueba nuestro dispositivo para comprobar su rendimiento, algo que usamos siempre los analistas, sino que también comprueban pieza a pieza cada componente interno para luego mostrarnos una lista de los mismos.
Una vez ejecutado el benchmark (Geekbench y AnTuTu nos muestran esta lista) podemos comprobar que los datos que se nos muestran en la lista de componentes, desde el procesador a la RAM o la calidad de la cámara de fotos, se corresponde con el modelo original. Pues no sólo podemos estar ante un modelo falsificado sino también ante uno que haya tenido un cambio de componentes.
Comprueba el sistema operativo y su versión
No se trata de la comprobación más útil si estamos en Android, pues la versión del sistema operativo puede falsearse mediante una simple ROM, aunque en el fondo no sea tan simple. Pero si nos encontramos ante un posible iPhone falso, qué mejor forma de saber que lo es que echar mano a la sencilla comprobación de qué sistema operativo es el que porta. Una rápida navegación por los ajustes del sistema y daremos con el dato que buscamos.
En Android también es práctico, aunque ya hemos dicho que es falseable, pues podemos encontrarnos con un terminal que tenga una versión de Android demasiado nueva o quizá con una muy antigua. Con que vayamos a Ajustes > Información del teléfono > Sistema, aunque cada capa de usuario puede contar con distintos apartados, veremos si el sistema se corresponde con el correcto.
En esta sección de los ajustes también veremos algunos datos importantes como el IMEI, que antes mencionamos, o la versión de la banda base, el kernel y otros datos del sistema. Las ROMs se cambian con relativa facilidad si tenemos un mínimo de conocimientos pero son datos que podemos tener en cuenta a la hora de verificar si el teléfono que vamos a comprar es o no el teléfono original. Y también para saber si es o no nuevo, pues una ROM cambiada nos dará pistas de que el teléfono se ha usado antes de adquirirlo.
Un último apunte específico de los iPhone
Apple cuenta con una página web específica con la que podemos comprobar si estamos ante un iPhone falso o ante uno auténtico. Utilizarla para nuestros fines es tan sencillo como acceder a la configuración del dispositivo hasta dar con la información del teléfono, allí tendremos un número de serie sobre el IMEI, que tendremos que copiar.
Ahora podemos ir a la página web de Apple dedicada a la comprobación de la garantía y soporte y tecleamos allí el número de serie que hemos copiado anteriormente, o lo pegamos si estamos haciendo todas las operaciones con el propio terminal. Si el iPhone es falso, el número introducido dará un error a la hora de comprobarlo y saldremos de dudas.
Existe otra posibilidad, que se trate de un iPhone construido a partir de piezas de otros iPhone, y entonces el número de serie introducido nos dejará ver que no coincide con el modelo que estamos tratando de comprobar. De cualquier forma, en esta página web saldremos de dudas sobre si estamos ante un iPhone falso o ante uno auténtico.
¿De qué es conveniente desconfiar?
Nunca debemos olvidar que hay que desconfiar de determinadas compras, saber alejarnos de determinados negocios que no parecen demasiado claros y que pueden acabar con un teléfono falso en nuestro bolsillo. Como por ejemplo las compras de segunda mano a distancia, algo que deberíamos llevar a cabo sólo con usuarios de nuestra total confianza pues este tipo de transacciones son difícilmente reclamables, pese a que haya métodos para hacerlo.
No ocurre habitualmente pero un teléfono muy demandado puede quedarse sin stock. Es en ese momento cuando pueden surgir tiendas de dudosa credibilidad que los ponen a la venta, stocks misteriosos que pueden ser reales, ocultos hasta ahora por pura especulación, o bien porque se trata de falsificaciones. El sistema de subasta de eBay es dado a este tipo de apariciones milagrosas que invitan a la compra impulsiva y que resultan ser fakes.
Por supuesto, y aunque parezca terriblemente lógico, no debemos comprar un teléfono móvil de segunda mano de forma presencial sin verlo antes funcionando. No ya porque pueda ser un teléfono falso sino porque esté estropeado, tan simple y aún así se siguen produciendo timos con este método.
El gran consejo: ándate con mil ojos
Os hemos contado una serie de trucos para comprobar si un teléfono es falso o es auténtico, aunque teniendo todo esto presente y realizando mil y una comprobaciones puede que finalmente seamos objeto de un timo, pues no hay nada infalible en según qué casos. No obstante, cualquier precaución es poca y andarse con mil ojos nunca ha sido una mala forma de actuar.
Por suerte, y salvo que se trate de ocasiones únicas de terminales descatalogados o modelos muy concretos a un precio espectacular, las formas de hacerse con un smartphone son muchas y muy variadas. Si tenemos cualquier sospecha de que el teléfono que nos están vendiendo pueda ser falso, lo mejor será acudir a otro vendedor u otro establecimiento.
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