Desde que llevo una cámara encima a todas horas y que disparar no supone malgastar una fotografía del carrete, lo normal es que acumule miles de fotografías en mi teléfono móvil. Y lo peor es que probablemente muchas no vuelva a verlas más que en el momento de tomar la foto. Seguro que no estoy sola en esto. Tener documentos gráficos que actúen como testigos de los mejores momentos de nuestra vida es fantástico, pero hace falta un poco de organización para sacarles partidos. Estos son los trucos que uso para mantener en orden mis fotos.
Haz una buena selección: ¿quedarte con las buenas o borrar las malas?
Ver 7.000 fotos no es una opción, así que lo ideal es que la biblioteca de fotos no tenga fotos poco interesantes, repetitivas malas o duplicadas (luego profundizaremos en este último punto), pero lo ideal sería hacer una selección y limpieza de forma periódica o cuando nos damos un atracón fotográfico. En mi caso los atracones llegan en los viajes y ese tiempo de espera en la estación/aeropuerto y el consecuente viaje de vuelta me da margen suficiente para esa revisión.
Una vez estamos con las manos en la masa, la estrategia a seguir podría dividirse en dos: quedarte únicamente con las fotos buenas o eliminar las malas. En mi caso opto siempre por la segunda opción, aunque me permita una criba peor, pero es más rápido borrar esas fotos que hemos movidas, con una temática parecida, por error, desenfocadas, en las que salgo como un orco... Esta será mi primera selección inicial.
Las carpetas y álbumes son mis amigas
Tener todas las fotos en un único espacio hace que puedas verlas todas de golpe, pero también te pierdes cosas fruto del desorden. Así que aunque mi iPhone hace una organización somera de fotos tomadas con la cámara selfie, panorámicas, capturas o retratos, lo suyo es crear álbumes temáticos donde guardar todas esas fotos de mi último viaje a Malta o de la boda de Junio. Con menos fotos hacer una segunda criba se torna en una tarea más fácil. Divide y vencerás.
Un espacio donde guardarlas todas
Antaño conectaba mi teléfono al ordenador para ir volcando fotografías y tenerlas todas en un único sitio (de vez en cuando incluso las volcaba a un disco duro), pero la realidad es que la pereza hacía que este no fuera un buen método. Así que pasé por el aro y piqué con la suscripción de iCloud y las fotos.
La idea es poder tener todas mis fotos aglutinadas en un único sitio y al mismo tiempo, disponibles en todos mis dispositivos para verlas. No quiero perderlas en el camino, ni porque cambio de teléfono ni porque me lo roban, tampoco quiero tener bibliotecas a medias. ¿Ha merecido la pena? En mi caso, sí: 2,99 euros al mes es un coste asumible a cambio de tener todas mis fotos sincronizadas en todos mis dispositivos.
Por supuesto, el servicio de Apple es solo una de muchas soluciones. Sin ir más lejos, podría hacer lo propio con Amazon Fotos que tengo incluida en mi suscripción de Prime o ser suscriptora de Google Fotos. ¿Por qué pagar dinero por algo que Amazon Fotos me ofrece en el pack? Por la comodidad de usar la aplicación nativa y no complicarme más. Por supuesto, si no quieres gastar un euro y prefieres un método más manual y menos expuesto a internet, puedes volcar tus fotos a la vieja usanza en el teléfono.
La pregunta del millón es ¿tienes suficiente espacio de almacenamiento? Empecé con 50GB y 0,99 euros al mes, pero recientemente di el salto a los 200GB, que por cierto permite compartir en familia, un extra que yo no uso. Como en cualquier gráfico de precio - cantidad, creo que hay un punto de equilibrio a partir del cual no estás dispuesta a gastar más dinero: o borras más fotos o coges las más veteranas y las pasas a un disco duro.
Revisión a fondo: duplicados y clasificación
Llega el momento en el que tienes todas tus fotos en una biblioteca global de cualquier manera (miento, van organizadas por fechas y eso ya es un buen comienzo) o por carpetas. Ahora toca armarse de valor, paciencia y tiempo por delante para una criba más a fondo.
Porque aunque apliques la buena práctica de la limpieza inicial después del atracón fotográfico, seguro que hay muchas fotos acumuladas de otros tiempos. Aquí hay herramientas que pueden ayudarte, como por ejemplo Gemini Photos (gratis en la App Store, solo disponible para dispositivos iOS) que sirve para eliminar fotos similares o borrosas. Pero no es infalible y al final, la mejor revisión es la humana.
Otra herramienta de lo más útil para clasificar es Slidebox (descárgala para iOS /descárgala para Android), una especie de Tinder para tu biblioteca de fotos que te permite eliminar fotos deslizando hacia arriba, hacia la izquierda para no clasificar o un toque para añadirla a un álbum, mucho más rápido que el procedimiento para hacerlo con las aplicaciones de fotos integradas en iOS o Android.
Etiquetar o no etiquetar
Si eres una persona meticulosa, siempre puedes añadir etiquetas o pies de foto a tus fotografías para dar contexto y favorecer las búsquedas. Pero yo no lo hago. Consejos vendo y para mí no tengo y como ya podéis sospechar, valoro mucho el combo esfuerzo - recompensa.
...y además prefiero valerme de la tecnología y su labor. Y es que tu teléfono es capaz de almacenar la fecha, localización y qué personas aparecen en una foto (siempre y cuando sean personajes regulares en tu contenido). El primer y el tercer caso están por defecto, para la segunda opción basta con que la cámara tenga los permisos pertinentes de localización.
En la práctica esto se traduce que además del orden cronológico básico, puedes filtrar para dar con fotografías en las que aparecen ciertas personas, de ciertos lugares... o incluso usar palabras clave como "Restaurante" para una buena criba que te agilice la labor de organizar sin esfuerzo extra.