Llevo asistiendo al Mobile World Congress desde hace años y poco a poco comprobé cómo el número de novedades en teléfonos móviles decaía edición tras edición. Y este año ha destacado precisamente por eso: no hubo smartphones que sobresalieran sobre el resto, apenas vi innovación, ganas de sorprender. Lo que sí me sorprendió es ajeno al formato propiamente móvil.
El MWC comienza a ser algo del pasado, un evento monopolizador que deja tranquilidad, y cierta sensación de vacío, cuando se marcha. Si tengo que hacer resumen de lo que más me gustó del congreso, son muchos los puntos fuertes que acuden a mi mente, aunque muy pocos los que toman forma de teléfono. ¿Puede una feria de tecnología móvil no destacar por sus novedades en móviles? Es justo lo que le está pasando a Barcelona, todo un síntoma de que algo lleva tiempo cambiando.
Las marcas llegan con los móviles presentados de casa
El congreso de Barcelona empieza siempre en lunes y acaba en jueves, aunque sólo de manera oficial: las presentaciones importantes suceden dos días antes, especialmente el domingo. Llevo asistiendo al MWC desde 2008 y puedo trazar la evolución de esta estrategia desde los primeros tiempos en que casi todos se reservaban lo “gordo” para la semana del Mobile hasta ahora, donde las marcas reconocibles organizan eventos propios antes de empezar para así venir con los deberes hechos. Y sin sorpresas.
Pelearse por atraer la atención es mucho más complicado durante la feria que en los días previos; de ahí que cada fabricante intente organizar un evento propio sólo para sus productos. Este año vimos los Xiaomi 14 internacionales el domingo previo al Mobile World Congress, pero éstos ya estaban presentados meses antes en China. Y lo mismo con Honor, otro de los pesos pesados. Samsung trajo los Galaxy S24 ya rodados, OPPO, Sony o Realme no asistieron al MWC, OnePlus sí desveló el OnePlus Watch 2 en el marco temporal del congrerso (aunque sin tener presencia en la feria) y no demasiado más. En cuestión de smartphones, poca cosa.
Siempre acabo descubriendo móviles curiosos fuera de las grandes marcas que dentro, como me ha ocurrido con un smartphone rugerizado del grosor de un móvil normal. Eso sí, no lo añadiría a mi top de curiosidades del MWC 2024, la clasificación la reservo para lo siguiente.
La lámpara a lo Pixar de Xiaomi
Ni confirmo ni desmiento que la haya pedido ya por Internet: estaba en el stand de Xiaomi y me pareció una maravilla. En sí no es más que una revisión del clásico flexo, aunque con seguimiento de la mano y control por gestos. Estuve jugando un buen rato con ella y caí enamorado sin remedio.
El robot Ameca basado en ChatGPT
Me ha sorprendido mucho: pese a que el aspecto del humanoide deja algo que desear (Ameca parece un spin-off the Westworld), lo cierto es que el nivel de conversación, y su naturalidad, son de nota. De hecho, hablar con ella es casi como hacerlo con una persona: te olvidas de que conversas con una máquina.
El robot de China Mobile que juega al Go
Una curiosidad que me encantó: es un robot con un brazo acabado en ventosa que analiza el tablero para jugar al Go como si fuera una persona. Incluso hace trampas quitando las fichas del contrincante, ojalá tener uno en casa.
El coche eléctrico de Xiaomi
Reconozco que el SU7 me gusta, aunque tampoco lo pondría en lo más alto de la clasificación. Es muy elegante, llamativo, tiene pinta de ser muy buen coche y el color azul del modelo expuesto en el MWC era precioso. Como no pude subirme poco más puedo decir de él: este Mobile ha vuelto a ser la feria del mírame y no me toques. Como con el anillo de Samsung y lo que ocurrió con plegables en vitrinas de 2019.
El OnePlus Watch 2
Pude analizarlo y me cambió en buena medida mi visión de Wear OS: por fin un reloj con este sistema operativo que aguanta cuatro días de uso y mantiene una buena precisión en el registro de ejercicios en exteriores. El OnePlus Watch es de los pocos dispositivos de consumo que se anunció como novedad en el marco del Mobile.
La IA ha monopolizado gran parte de los stands del MWC, apenas he visto gafas de realidad virtual y tampoco anillos: pensé que las marcas virarían por aquí. Aunque seguro que en 2025 tienen especial protagonismo: menos móviles me cualquier cosa.
Imagen de portada | Iván Linares
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