Del potencial de Asia en el mercado del móvil hablamos continuamente, algo que no es de extrañar cuando encontramos países que representan grandes porcentajes de población a nivel mundial y que son cuna de centenares de fabricantes, siendo China e India los que suelen protagonizar las noticias. No obstante, hay aspectos más allá de la población que suponen una ventaja para el mercado, como el hecho de que haya un golpe de estado.
¿"Ventaja" y "golpe de estado" en la misma frase? Tal cual, ya que ése el planteamiento de Jakob Lykkegaard Pedersen, co-fundador y CEO de PlayLab, uno de los últimos proyectos de Lykkegaard desde que se instalase en Tailandia y que ahora es la empresa de desarrollo de juegos más potente del país. Así, el desarrollador habla en VentureBeat del potencial de los mercados asiáticos y enfatiza el hecho de que la compleja situación política de Tailandia ha ayudado al crecimiento de su empresa.
El filón de las cuatro paredes
Por desgracia, la situación que vive Tailandia hoy en día no es para nada algo nuevo. Este paraíso que es destino continuo de viajes de placer y lunas de miel lleva alrededor de un siglo en una situación político-social bastante convulsa, y de hecho el golpe de estado al que se refiere Lykkegaard es el segundo en los últimos diez años (2006 y 2014). ¿Cuál es el filón que ve el desarrollador en esta situación? Que la gente pasa mucho más tiempo en casa.
Uno de los principales factores de que haya un golpe de estado es que la gente pasa mucho tiempo en casa, lo cual se traduce en que juegan más. En vez de ir a un parque temático, te quedas en casa y gastas el dinero en juegos para el móvil.
Lykkegaard de hecho espera que esta situación beneficie a su empresa en el próximo lanzamiento que prepara para el mercado de los videojuegos: Super Slam: POGS Battle. Un aliciente más al hecho de que el país per se suponga un lugar idóneo para el negocio al ser los costes de la inversión más bajos.
Las tres claves para triunfar en Asia
Si bien Lykkegaard está convencido del oxímoron del golpe de estado beneficioso, sus planes van mucho más allá y obviamente su modelo de negocio no sólo se fundamenta en que la situación política facilite en última instancia el pasar más tiempo jugando. En los planes del desarrollador se hallan estrategias específicas para países como Malasia e Indonesia, mercados que como hemos visto son de importancia creciente por ejemplo en el caso de LINE.
A tenor de estudios realizados en estos mercados, para el desarrollador hay tres claves para que un negocio basado en el desarrollo aproveche su potencial: el sistema operativo, el precio y el método de pago. Según Lykkegaard es básico que el producto cumpla ciertas premisas en estos tres aspectos para que funcione en los mercados asiáticos, siendo éstas las siguientes:
- Que sea un producto (al menos) para Android: dado que es la plataforma dominante en el continente (y a nivel global).
- Un precio menor: según Lykkegaard los usuarios ven los precios mucho más atractivos con tan sólo bajar unos pocos bahts (de 36 a 29 bahts, lo que se traduce en unos 12 centavos de dólar).
- Pagos mediante operadora: el hecho de que las compras in-app se cobren directamente vía operador telefónico y no a una tarjeta de crédito pone más fácil que el cliente medio invierta, dado que en muchas ocasiones no se tiene tarjeta de crédito.
De momento al desarrollador le ha ido bien, y como decíamos ya lleva varios proyectos en el país desde que se instalase en él y el actual es uno de los más potentes. Así que, pese a lo agridulce de su tesis, al parecer Lykkegaard está en lo cierto y Tailandia puede ser un mercado muy atractivo para el desarrollo de juegos. Esperemos que en un futuro no lo sea por la complicada situación socio-política.
Vía | VentureBeat
En Xataka Móvil | ¿Por qué la región Asia-Pacífico lidera el mercado mundial del móvil?
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