Vivimos en un mundo hiperconectado en el que se comercializan casi 1.500 millones de teléfonos móviles cada año. Eso incluye móviles para las personas decentes, y también teléfonos para los menos recomendables para la sociedad. De hecho, la relación entre el crimen organizado, o el crimen en general, y la tecnología es bastante estrecha.
Los gobiernos buscan que las empresas seguras les abran puertas traseras, y al mismo tiempo hay modelos de teléfonos muy apreciados entre los presidiarios. El juego del gato y el ratón que a menudo incluye el cifrado en sus partidas, como el caso del último detenido por suministrar BlackBerry modificadas al cártel de Sinaloa, uno de los grupos de narcotraficantes más conocido.
BlackBerry indetectables e ilocalizables
La detención ha sido llevada a cabo por el FBI, como parte de la investigación de la agencia gubernamental estadounidense sobre los contactos del citado cártel en los Estados Unidos. Se trata de Vincent Ramos, fundador y CEO de Phantom Secure, una empresa que se ha vinculado con anterioridad a negocios turbios con organizaciones criminales por el propio FBI.
Según afirma el FBI en base a los correos electrónicos que ha interceptado entre Ramos y el cártel de Sinaloa, Phantom Secure se dedicaba a modificar teléfonos de BlackBerry, haciéndolos aún más seguros y virtualmente indetectables. Estas modificaciones incluían desde el software hasta el hardware de los propios teléfonos.
En manos de Phantom Secure, las BlackBerry veían cómo se les desmontaban las cámaras, tanto la trasera como la frontal, los micrófonos, tanto el principal como los encargados de reducir el ruido de las conversaciones y la grabación de vídeo, y también el GPS. En cuanto al software, Phantom Secure también anulaba la navegación por internet estándar del teléfono, y también impedía la instalación de aplicaciones de mensajería tradicionales.
Phantom Secure también instalaba software PGP en las BlackBerry modificadas, a fin de que cualquier dato que abandonase el teléfono fuese debidamente cifrado, convirtiéndolos en teléfonos aún más seguros de lo que la propia BlackBerry presume. Aunque, por desgracia, estas modificaciones se destinaba a tareas criminales, como afirma el FBI.
El FBI presentó cargos contra Ramos el pasado jueves 8 de marazo en el Distrito Sur de California, y en ellos se detallaban las modificaciones realizadas a los teléfonos. Una circunstancia que evitaría que Phantom Secure fuese un simple proveedor que podría desconocer las actividades que se llevarían a cabo con los teléfonos, y les convertiría en cómplices activos del cártel de Sinaloa.
Los teléfonos de Phantom Secure llegaban, según fuentes de Motherboard, a México, Cuba y Venezuela, y también se comercializaban a la banda de los Ángeles del Infierno. Según estima el FBI, en el mundo debe haber en estos momentos en torno a 20.000 teléfonos BlackBerry modificados por Phantom Secure, la mitad de ellos operativos en Australia.
La caída de Phantom Secure, cuyo caso ya está en los tribunales, se une a otras acciones previas del FBI y sus colaboradores contra empresas relacionadas con el crimen organizado. Como PGP Sure, empresa holandesa desmantelada por las autoridades locales, o Ennetcom, también en el país del norte de Europa.
Vía | Motherboard
En Xataka Móvil | Reino Unido carga contra el cifrado de WhatsApp por "permitir operar a pedófilos y delincuentes"
Ver 30 comentarios