Tras su última aparición hace apenas un mes, en la que Hugo Barra se mostraba al mundo como un orgulloso motor de propulsion para la internalización de la compañía china Xiaomi, nadie se podía esperar que dijese adiós de forma tan repentina a la compañía de la que forma parte desde 2013.
Xiaomi nació en abril de 2010 y desde el primer momento no pasó inadvertida, pues su leitmotiv era el de conquistar el mercado produciendo dispositivos que pudieran competir tanto en calidad como en precio con las compañías más potentes del mercado. Veamos cómo ha sido la evolución del fabricante chino desde sus orígenes hasta el día de hoy.
MIUI, el primer objetivo claro
Xiaomi es fundada el 6 de abril de 2010 por ocho socios, entre los que se incluye su CEO, Lei Jun. Inicialmente la compañía no se centró en la creación de dispositivos electrónicos sino en el desarrollo de una ROM, MIUI. La ROM de Xioami, aunque basada en Android, ha sido comparada desde el comienzo con iOS.
El pasado mes de julio, Xiamoi anunciaba que MIUI contaba con 200 millones de usuarios activos en todo el mundo, síntoma de que las cosas en ese sentido se estaban haciendo bastante bien. Pero, ¿qué pasaba con en hardware? Aquí las cosas fueron de otra manera, pues los primero dispositivos lanzados no eran tan innovadores, como si Xiaomi no hubiera puesto el mismo empeño (al comienzo) que en el desarrollo de software.
En 2011 la compañía lanzó al mercado el Xiaomi MI-One. Este dispositivo se convirtió en el primer teléfono inteligente de Xiaomi, que contaba con unas especificaciones bastante elevadas para su época que contrastaban con un precio realmente competitivo. El teléfono saltó al mercado (asiático, claro) sin tener nada que envidiar a terminales dominantes de la época como el Samsung Galaxy S2.
La llegada de Hugo Barra
Tras la salida del primer teléfono la compañía vendió en 2012 7,2 millones de dispositivos y un año más tarde colocó en el mercado un 160% más de unidades, con un total de 18,7 millones de teléfonos vendidos. En el primer trimestre de 2014 Xiaomi vendió más que en todo el año 2012, con los Mi-2S y Mi-2SA, el Hongmi - RedRice -, y el Xiaomi Mi-3 en el mercado.
Un crecimiento sin duda desorbitado para un mercado que precisamente no resalta por la falta de competencia. En 2013 la compañía logró que el Xiaomi Mi2S fuera el teléfono más vendido en China, haciéndole la competencia directa al Galaxy S4 y al iPhone 5 y siendo capaces de vender 200.000 unidades en solo 45 segundos.
Con este ecosistema de crecimiento imparable se sube al carro Hugo Barra, vicepresidente de Google y encargado de Android en Silicon Valley, que no se puede resistir a los encantos de una compañía con tan titánicas perspectivas de expansión. La función de Barra es, desde el primer momento, darle a Xiaomi el empujón que necesita para llegar a los mercados internacionales.
La expansión internacional, las palabras se las lleva el viento
En 2014 llega el Mi 4, y las ventas siguen viento en popa, pero el tema de la internacionalización del mercado solo llega a Malasia, Filipinas, Tailandia, Indonesia e India. En este último país hizo su primer desembarco fuera de China, con el gama media Mi 4i, teléfono del que se vendieron 40.000 unidades en tan solo 15 segundos.
En el caso de occidente, lo más parecido a un acercamiento que hemos podido percibir en estos años ha sido la apertura de la tienda mi.com a principios de 2015, que permitía comprar desde Estados Unidos pero por lo demás, parece que el ambicioso proyecto de asaltar más mercados se ha quedado en eso, en un proyecto.
Justo en aquellas fechas, el ya hoy ex vicepresidente de Xiaomi, Hugo Barra, declaraba que aun faltaban años para que la expansión a los mercados occidentales se llevaran a cabo, con un discurso algo desesperanzador en el que dejaba caer que vender a países en desarrollo era lo que por el momento seguirían haciendo.
La última aparición de Barra
La presentación de Xiaomi en el CES 2017 fue sin duda una de las mayores decepciones de toda la feria, principalmente por las expectativas levantadas a su alrededor, pues al tratarse de su primera presentación internacional, todo el mundo estaba esperando una puesta de largo para dar el salto al mercado occidental de una vez por todas.
En lugar de eso, Xiaomi volvió a hacerle la cobra a occidente, y no vimos más que una muestra de todas las líneas de producto que el fabricante chino tiene abiertas. También pudimos ver a un Hugo Barra orgulloso que definió a la compañía en ésta, su última gran aparición pública al mando, como "la incubadora de hardware más exitosa del mundo con 50 millones de dispositivos conectados".
Con la salida de Barra, un proceso de internacionalización estancado y una desaceleración en el crecimiento de la compañía, impulsada, según su propio CEO, por un crecimiento inicial desorbitado, Xiaomi tiene mucho trabajo por hacer si quiere demostrar que pueden destacar en el mercado y que no se ha tratado de un simple despegue meteórico que se queda en cenizas. La siguiente oportunidad que tienen para sacar pecho es la presentación del Xiaomi Mi 6, que muy probablemente tenga lugar en en MWC 2017.
En Xataka | El fenómeno de Xiaomi explicado en 13 cifras
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