Uno de los múltiples aplausos (más o menos espontáneos) del pasado evento de Apple durante la presentación de los iPhones 6s y 6s Plus fue la función de flash frontal de su pantalla Retina HD. Respecto a la marca esto sí representa una novedad, sin embargo los selfies son una moda desde hace tiempo y otros teléfonos tomaron la delantera en incorporar el flash frontal como tal.
Una vez más nos encontramos con una característica cuya incorporación no representa un avance a nivel de potencia y rendimiento, pero en la práctica sí es una innovación con respecto a lo anterior teniendo en cuenta lo presentado hasta el momento por la marca. Una característica que se materializa por una tendencia asentada casi como una costumbre, con lo que se plantea como un reclamo: cuando puede que la cámara frontal se use más que la trasera, ¿por que no incorporar algo que tienen las cámaras desde el principio de los tiempos?
Oppo N1: aceptamos cámara rotatoria como frontal
El fabricante Chino Oppo se ha ido posicionando entre los conocidos a nivel mundial, aunque en este caso no se trata de una de sus propuestas más exitosas, más bien de las más llamativas. El Oppo N1 llegaba hacia octubre del 2013 con su cámara giratoria con un sensor de 13 megapixeles, una apertura f2.0 y el accesorio O-Click para disparar a distancia (algo que puede ser de bastante ayuda cuando se trata de autofotos grupales).
Como decíamos en su análisis como cámara frontal sí resultaba destacable, siendo más bien mediocre como cámara principal en la práctica. En su momento fue, por tanto, una de las mejores opciones si queríamos hacernos autofotos de gran calidad y en todas las situaciones gracias al flash (ya dual, por cierto), que además reduce automáticamente la intensidad cuando se usa como cámara frontal. Podría ser un precursor, pero entrecomillado.
2014: selfies para todos y a todas horas
No se trató pues de una incorporación presentada en un flagship, ni siquiera por parte de uno de los principales fabricantes. En febrero del pasado año 2014 Acer nos traía su Liquid E3 con una cámara frontal de 2 megapixeles y flash LED. Junto con la frontal los rasgos más destacables de este terminal de gama media por 199 euros.
Otra propuesta que pudo habernos pasado desapercibida es la del fabricante danés Lumigon. Hacia marzo de 2014 presentaban Lumigon T2 HD, y lo que destacó en aquel terminal fueron las características de su cámara frontal, con sensor Sony de 2,4 megapíxeles y apertura f2.2 (por citar algún ejemplo, la del Samsung Galaxy S5, coetáneo, tiene 2 megapíxeles).
Aunque los megapíxeles de la cámara del Lumigon pronto quedaron en un plano aún más discreto cuando uno de los grandes, Sony, presentó su teléfono en pro de obtener los mejores selfies. No en vano, el Sony Xperia C3 fue bautizado como el "smartphone selfiePRO", con una cámara frontal de 5 megapixeles, gran angular y un flash LED diseñado para aportar la iluminación ideal tanto de día como de noche.
No mucho después, otro de los principales fabricantes, HTC, se subía al tren de (lo que empezó a llamarse como) "selfie phones" con flash con el HTC Desire Eye. Sin bajarse de los 13 megapíxeles, gran angular de 22 milímetros, una apertura f2.2, autoenfoque con zoom y software específico para estas fotos, HTC incorporó también flash LED dual a este teléfono.
La guerra de las especificaciones se iguala entre cámaras
Teniendo en cuenta estas características, así como los complementos nivel de software que los fabricantes han ido incorporando en las capas de personalización, en octubre de 2014 quisimos comparar los teléfonos cuya cámara frontal era más destacable. Entre ellos vemos que figuran dos con flash LED que hemos visto, el Oppo N1 y HTC Desire Eye, siendo uno de estos el ganador de la comparativa.
Se va asentando, por tanto, el concepto de "selfie phone" con estos teléfonos y junto al resto de modelos que fueron incorporando cámaras frontales más potentes sin flash. Como el Lumia 735 o el teléfono de los groupfies, el Huawei Ascend P7, que si bien no tenía flash físico en su cámara frontal ya incorporaba el modo flash en la pantalla al estilo que lo ha hecho Apple en el iPhone 6s.
2015: sigue la tendencia
Las autofotos cada vez van teniendo más presencia en las presentaciones de los teléfonos a causa del fenómeno que ha supuesto en nuestros hábitos siendo, como decíamos, uno de los reclamos. Hemos seguido viendo terminales que incluían el flash frontal como pieza incrustada (es decir, no como función de la pantalla), como el BLU Selfie, el Sony Xperia C4 (heredándolo de su antecesor) y el Asus ZenFone Selfie.
¿Echáis de menos a alguien? Es posible, pero no por eso significa que no se haya subido a este carro. Samsung incorporó esta característica en los terminales de su nueva gama los Samsung Galaxy J5 y J7, si bien se quedó en 5 megapíxeles y no apostó por los 13 como sí hicieron otros fabricantes.
Hasta el momento la mayoría de terminales que incluyen flash frontal son de gama media, de manera que pueda llegar a una mayor parte de público, teniendo en cuenta el auge de estas fotos. Un público que puede que anteponga esta característica a que el teléfono lleve el resto de hardware de última generación, teniendo con estos "selfie phone" un terminal que les satisface en uso y en relación calidad-precio.
Sin embargo, en Motorola decidieron que su flagship de este año, el Moto X Style, sí llevase esta característica. La cámara frontal de este terminal es de 5 megapíxeles y lente gran angular (dos características que vemos que se van quedando como básicas en las frontales) y además, a diferencia del Moto X Play, incorpora flash.
También para el producto nacional
Otro fabricante que incorporó recientemente el flash frontal a sus terminales es bq. A partir de sus modelos bq Aquaris M4.5, M5 y M5.5 han incluido esta característica junto a cámaras frontales de 5 megapixeles, de modo que tenemos acceso a un móvil con esta característica desde 169 euros.
No hay flash, pero como si lo hubiese
Lo que vimos en la presentación del iPhone 6s es lo que hemos comentado para el Huawei Ascend P7 y lo que sí incorporan algunos terminales de gama alta como el LG G3, es decir, una función de la pantalla, la cual hace el efecto de flash al proyectar una luz blanca intensa. Esto, a priori, sería un recurso más básico, tanto a nivel de montaje, inversión, ejecución y probablemente resultado si comparamos con el incluir un flash dual.
Puede que por ello en Apple puntualizasen que incorporan "un chip a medida para la pantalla que permite disparar un flash tres veces más brillante de lo habitual". De momento no tenemos más información y tendremos que esperar a que se empiecen a distribuir para saber con exactitud a qué se refiere Apple con esto, así como para comprobar si el resultado de esta tecnología efectivamente da los buenos resultados que prometen.
¿Quién será el próximo?
Si bien sabemos de sobra que no sólo los megapíxeles son importantes, las cámaras frontales han experimentado una mejora considerable en pocos meses, pasando de tener fotos que parecían acuarelas a tener imágenes muy conseguidas en condiciones de luz cada vez más exigentes. Y a esto especialmente ha contribuido el flash, que aunque no a todo el mundo agrada el tono que aporta y tenemos el riesgo de que "queme" la foto, va mejorando con tecnologías como el dual flash.
Tratándose de un uso que probablemente no decaiga, sino todo lo contrario debido al auge de apps y redes sociales como Snapchat, Facebook o Instagram, posiblemente sigamos viendo ese énfasis por parte de los fabricantes en destacar las mejoras en la cámara frontal. Veremos si salta definitivamente a los flagships o éstos siguen quedándose con la simulación de flash incrementando la intensidad de luz en sus pantallas.
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