Hacer una visita a un museo siempre es toda una experiencia. Contemplar obras de artistas noveles o incluso de los grandes genios, el clima que se crea en estos recintos... Lamentablemente, no todos los museos cuentan con el mismo nivel de integración tecnológica y muchos de ellos siguen tratando de poner zancadillas a los teléfonos móviles.
La presencia de smartphones en los museos, que debería servir para aportar un grado más avanzado de interacción con las obras, sigue a día de hoy estigmatizada. Justificada o injustificadamente, seguimos viendo un alto número de recintos que prohiben el uso de móviles, o lo restringen pese a que otros, en el lado opuesto, los fomentan. La cara y la cruz.
Vamos a darnos un paseo por las distintas normas que encontramos en los museos relativas al uso de móviles. No obstante, es recomendable consultar pues, como dijimos anteriormente, puede que usar el móvil a donde vamos no sólo no esté prohibido, sino que sea enriquecedor. Como veremos, no todos los museos se equivocan en el fondo, aunque quizá sí en sus formas.
Vamos, si os parece, a repasar las prohibiciones de uso de móviles más comunes y a tratar de razonarlas. No comulgaremos con algunas de ellas, quizá con pequeños matices, pero conviene familiarizarnos con ellas si vamos a hacer una visita a un museo con uno de nuestros pequeños ordenadores portátiles en el bolsillo.
Prohibido tomar fotografías y vídeos dentro del museo
Basta echar un ojo a las distintas normas de museos tan conocidos como el Museo del Prado, en Madrid, o el Museo de Bellas Artes de Bilbao para encontrarnos con un denominador común: no debemos hacer fotografías o nos atendremos a las consecuencias. Aunque en algunos tendremos habilitadas zonas en las que hacer fotografías, como el Vestíbulo de Jerónimos y el Claustro del Museo del Prado.
Con mayor o menor justificación, esta prohibición obedece a cuestiones de propiedad intelectual, a la imposibilidad de reproducir dichas imágenes sin el debido permiso. Porque en algunos podemos, si antes solicitamos el permiso al responsable y se considera que dichas fotografías serán relevantes.
Evidentemente, no se tratará igual la petición de una revista especializada o un grupo de estudiantes de arte que la de una visita común y corriente en la que queremos tomarnos algunos selfies junto a las obras de arte. El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España hace referencia a la propiedad intelectual aplicable a los museos y las obras de arte que contienen.
Ramón Casas Vallés, profesor titular de Derecho Civil y de Propiedad Intelectual en la Facultad de Derecho de la Universidad de Barcelona, publica estas líneas en un documento recogido por el Ministerio:
La Directiva 2001/29/CE, de la Sociedad de la información, autoriza excepciones a los derechos de reproducción y comunicación, «cuando el uso consista en la comunicación a personas concretas del público o la puesta a su disposición, a efectos de investigación o de estudio personal, a través de terminales especializados instalados, de obras y prestaciones que figurar en sus colecciones y que no son objeto de condiciones de adquisición y licencia» (art. 5.3, n Directiva).
En cristiano, que con la debida autorización podremos capturar imágenes de obras protegidas siempre que sean para archivo propio o que vayan a ser expuestas en sitios también autorizados. Eso, en la mayoría de ocasiones, suele excluir la divulgación en redes sociales o la publicación en medios digitales o analógicos en cualquiera de sus formas. Es decir, que no podemos hacer fotografías.
Teléfonos móviles apagados o en silencio
De nuevo incurrimos en prohibiciones que vemos en muchos museos de la actualidad, aunque aquí los motivos son más de convivencia, de buenos modales. Los seres humanos somos como somos, y no solemos percatarnos en lo molestos que somos para los demás. Sólo basta con echar un vistazo a nuestro alrededor para apreciar quejas hacia los ruidos de los teléfonos.
Las notificaciones de Whatsapp sin silenciar, el sonido dentro del propio chat sin desactivar, un tono de llamada que se prolonga tanto como tardamos en localizar el móvil y contestar, los sonidos de juegos. La música, que esto casi da para un artículo aparte, que se lleva puesta sin auriculares. A causa de todo esto, muchos museos han elaborado una norma común y sencilla.
"Para evitar molestias, no está permitido el uso del teléfono móvil en las salas", rezan las normas del Museo de Bellas Artes de Bilbao. Parece lógico si reflexionamos sobre lo sencillo que resulta molestar a quienes nos rodean, más aún en recintos como los museos en los que suele haber bastante silencio, también fijado en las normas de visita. Pero no sólo se pide que silenciemos los móviles o los apaguemos, los accesorios también se limitan.
Ni trípodes ni palos de selfies
Por molestias, por seguridad, lo cierto es que los accesorios para fotografía en móviles y cámaras tradicionales están también limitados en muchos museos como el Museo de Bellas Artes de Sevilla. En sus normas reza, de forma literal: "En las salas no está permitido el uso de trípode, flash, video o palos de selfies".
Como decíamos, ya no se trata sólo de las posibles molestias que podemos causar al resto de visitantes mientras nos hacemos una foto, estorbando probablemente el paso, sino por motivos de seguridad. De la misma manera que no podemos introducir objetos metálicos de determinado tamaño que puedan poner en riesgo la salud de otros, los palos de selfies se quedan fuera.
También los trípodes. Y es que quienes han visitado un museo en el que se permiten las fotografías saben cuán molesto es un fotógrafo fijo en un sitio con su trípode, estorbando la visión y empañando la visita hasta que consigue la fotografía perfecta. Por esto, los trípodes no se permiten. Como tampoco los flashes, esto último también para preservar la integridad de las obras.
Museos que apoyan el uso de smartphones
A muchos directores y responsables de museos no se les ha escapado cómo evoluciona la sociedad, a un ritmo al que ya no somos capaces de predecir qué será lo nuevo dentro de seis meses. Mucho menos saber qué haremos en los próximos años. Por eso, los smartphones se han incorporado a los museos de distintas formas.
El Museo Thyssen cuenta, por ejemplo, con una serie de aplicaciones que nos sirven tanto para preparar la visita al museo como para potenciar la experiencia una vez estemos en él. Contenidos descritos para saber en cada momento qué vemos, para consultar temas relacionados, información añadida para saber valorar cada obra en su conjunto.
Descubre las propuestas del Museo para dispositivos móviles: experimenta con los contenidos relacionados con las actividades y Colecciones del Museo, especialmente diseñados para teléfonos inteligentes, tabletas o libros electrónicos. Destinados a varios públicos, cubren desde la información del Museo a proyectos educativos o publicaciones de investigación.
Museos como el Metropolitan en Central Park, o el Museo del Louvre, cuentan también con aplicaciones específicas. Incluso realizan exposiciones más vanguardistas en las que el uso del móvil no sólo se permite sino que es prácticamente obligatorio. Las prohibiciones no son de todos, y algunos museos han incorporado a los smartphones a su día a día con total normalidad.
¿Qué debo hacer entonces con mi móvil en un museo?
Preguntar, informarte antes de acudir. No sólo porque pueda estar prohibido su uso, pues no nos expulsarán del museo sino que nos invitarán a que lo apaguemos o lo guardemos. Sino porque podamos perdernos alguna experiencia única por no saber que estaba acompañada por alguna aplicación específica para la misma.
Por cierto, algunos museos nos piden que llevemos el móvil en silencio pero no suelen decir nada acerca de llevarlo encendido y con auriculares. Es conveniente saber esto pues algunos museos ya cuentan con audioguías descargables que podemos llevar en nuestro móvil para que, en nuestro idioma, nos acompañe durante toda la visita.
Así que la mejor recomendación que podemos haceros con respecto a los móviles es que os informéis y que, si están permitidos, seáis respetuosos con los demás. Nuestra libertad acaba donde empieza la de los demás, dijo alguien en algún momento. Aplicad el sentido común y disfrutad y dejad disfrutar. Los museos son para eso, recordadlo.
Imágenes | MateusD
En Xataka Móvil | Si llevas palo de selfies no entras: llegan las prohibiciones a festivales, museos y estadios
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