Imagina que eres un adolescente de entre 12 y 17 años con necesidad de sobre estimulación, e imagina que tienes la posibilidad de consumir drogas. Ahora imagina que las horas invertidas en acceder al mundo a través de tu smartphone provocan en ti una sensación similar a la producida por los químicos, y que eso hace que tu consumo de drogas descienda, o que ni siquiera llegue a producirse.
Eso es precisamente lo que empieza a investigarse en la comunidad científica, con datos a favor y en contra de las teorías de diversos científicos que ahora parecen buscar un consenso. La relación entre internet y el uso de las drogas entre los adolescentes, una teoría que parece ser "altamente plausible" según Silvia Martins, de la Universidad de Columbia.
Los estímulos de los smartphones
El uso de las drogas entre adolescentes puede ser una de las principales preocupaciones de los padres a día de hoy, con tantos tipos de sustancias tanto naturales como químicas, que han podido incluso crear una cultura. El alcohol, la marihuana y otras sustancias forman parte de nuestro día a día, y tal vez los smartphones estén ayudando a que su consumo disminuya entre los adolescentes.
Una de las razones que se pone sobre la mesa es la relativa a la alta estimulación que los adolescentes reciben ahora a través de sus teléfonos móviles, y también a través de los ordenadores. Las redes sociales, los juegos, las aplicaciones de mensajería, todo puede estar influyendo para aumentar la dosis de dopamina en los cerebros de los adolescentes, provocando que busquen menos el alivio de los químicos.
Otra de las teorías que hay sobre la mesa habla sobre el propio tiempo. El uso de los smartphones por parte de los adolescentes haría que invirtiesen menos tiempo en otras actividades como, por ejemplo, las fiestas. De ahí que la relación entre el descenso del consumo de drogas y las horas de uso de nuestro móvil vuelva a cobrar fuerza, aunque no todos los científicos están de acuerdo.
No es precisamente un científico, pero Simon Sinek, escritor y motivador inglés, ya puso sobre la mesa una teoría sobre por qué los jóvenes utilizaban cada vez más los teléfonos móviles. Los millenials, como los catalogó, encontraban en las redes sociales los "likes" y "retweets" que les proporcionaban dopamina, una sustancia que también se produce con el consumo de drogas tan comunes como el alcohol.
Por ahora, lo único en lo que concuerdan los científicos al respecto es en que no se acaban de poner de acuerdo. El consumo de drogas entre los adolescentes puede haber disminuido al mismo tiempo que ha crecido el uso de los smartphones, pero correlación no implica causalidad. De ahí que se haya empezado a reflexionar sobre este hecho, y sobre la posibilidad de que ambos comportamientos tengan una relación directa.
Habría que ser idiota para no pensarlo
Los científicos investigan ahora la relación entre los smartphones y la búsqueda de estímulos de los jóvenes pues el consumo de drogas ha caído en las edades comprendidas entre los 12 y los 17 años en los estudios realizados hasta ahora. Curiosamente, en edades más adultas este consumo no se ha reducido. Hablamos de estudiantes de 18 años en adelante que mantienen, parece ser, las mismas costumbres en cuanto a consumo de drogas.
Los resultados del proyecto Monitoring the Future, un informe anual sobre consumo de drogas financiado por el Gobierno de Estados Unidos, muestran que el consumo de drogas distintas a la marihuana estaba en un nivel mínimo histórico entre los adolescentes hasta los 17 años. Nora Volkow, directora del Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas, ha confirmado que se comenzará una investigación sobre el tema.
La teoría va ganando adeptos entre la comunidad científica, que cada ven este comportamiento cada vez más alejado de la coincidencia. Otros científicos apuestan a que se trata de una mejora en los programas de concienciación destinados a los jóvenes, pero esto no impide que la comunidad científica esté empezando a estudiar en serio qué efectos tienen los smartphones sobre nuestro cerebro.
"Hay pocas evidencias claras sobre tema", ha afirmado James Anthony, profesor de epidemiología y bioestadística de la Universidad Estatal de Michigan, quien además es un experto en comportamientos relacionados con el consumo de drogas. Pero hasta él ha comenzado a plantearse la relación entre la tecnología y el consumo de drogas entre los jóvenes. "Habría que ser un idiota para no pensarlo", ha afirmado.
Más información | The New York Times
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