Las protestas iniciadas el pasado jueves en Irán, fruto de los problemas económicos que atraviesa el país -debido en gran parte a la subida de la inflación-, han alimentado, aún más si cabe, la censura tecnológica. Y es que según informaban desde CBS News, Telegram e Instagram estaban siendo utilizadas como vías de organización por los manifestantes, y el gobierno ha decidido bloquear ambos servicios.
El presidente de Telegram, Pavel Durov, informaba este pasado domingo desde su cuenta de Twitter, que las autoridades iraníes estaban bloqueando el acceso a los usuarios a su popular aplicación de mensajería instantánea, tras la negativa de éstos a cerrar canales que según ellos pacíficos, pero según el gobierno, subversivos.
Telegram, la aplicación más fuerte en Irán
Las autoridades del país acusan a grupos diferentes grupos contrarrevolucionarios y supuestamente establecidos fuera de Irán, de hacer uso de sendas plataformas y muy especialmente de Telegram, para enseñar a la gente utilizar armas de fuego y cócteles Molotov, según declaraba en la televisión pública del país Mohamad Javad Azari, Ministro de Telecomunicaciones de Irán.
Telegram es la aplicación de mensajería más utilizada en el país persa, donde 40 de los 46 millones de usuarios de telefonía móvil la eligen como su vía principal de comunicación. Del mismo modo, y según declaraciones de la Policía Cibernética de Irán, el 66% de los ciberdelitos cometidos en Irán se ejecutan a través de Telegram, el 20% en Instagram (la otra plataforma afectada en las revueltas) y tan solo el 2% en WhatsApp.
La censura no siempre frena las protestas
Pero además de ambas redes, algunos informes apuntan que Irán ha bloqueado las redes móviles en varias ciudades, aunque no se ha confirmado exactamente dónde. Según otras fuentes, el acceso web a Telegram está operativo, por lo que los bloqueos serían solo vía móvil, para con ello dificultar la coordinación entre los protestantes, más que un bloqueo total de la plataforma de Durov.
Según el propio gobierno, estas medidas son temporales, por lo que seguirán en pie mientras que las protestas sigan siendo una amenaza a la autoridad del mismo. ¿Servirá esto para frenar las protestas de la gente? Como sucedió en Egipto en 2011, la falta de conexión puede hacer que sea más complicado para los manifestantes coordinarse, pero desde luego no frenar las ansias de manifestarse, sino todo lo contrario, avivar el fuego a causa de la censura y el abuso de poder.
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