Los códigos QR, esos sistemas de almacenamiento de información en dos dimensiones que desde un tiempo a esta parte hemos comenzado a ver cada vez más, en parte, han sustituido a los códigos de barras debido a su mayor capacidad de almacenar datos. Pero si hay un país donde los códigos QR han tomado una importancia magnánima ése es sin duda, China.
Y es que el gigante asiático ha interiorizado en su sociedad de manera desmesurada el uso de estos códigos, que curiosamente se ilegalizaron en 2014. Pese a ello, en 2016 los QR volvieron a forman parte de una sociedad en la que parece que los ciudadanos chinos prefieren escanear un código con su móvil para comprar un bote de refresco antes que sacar una moneda.
¿Hacia una sociedad sin dinero físico?
Según informan desde el medio chino 'South China Morning Post", la utilización de los códigos QR como medio de pago en el país se ha extendido de tal forma, que ha cambiado los hábitos de consumo del mismo. Es más, según la consultora Forrester Research, gracias a proliferación del uso de estos códigos en los establecimientos físicos, la cantidad de pagos móviles en el continente asiático es 50 veces mayor que en Estados Unidos, donde en 2016 se registraros 112 mil millones de dólares en transacciones de esta naturaleza.
Y es que parece que esta tendencia sigue y seguirá en auge en China, o al menos así lo afirman sin miedo algunos estudiosos en materia de sociología como Chen Yiwen, profesor e investigador del Instituto de Psicología de la Academia China de Ciencias en Beijing. Yiwen declara este movimiento socioeconómico como "codeconomy", y asegura que China ha iniciado ya la transición hacia una economía sin dinero en efectivo.
Los códigos QR, menos seguros de lo que parecen
¿Pero podría esta tendencia esparcirse más allá de la Gran Muralla? Para empezar el uso de los QR como se ha instaurado con tanta potencia en China al haber sido impulsado los dos gigantes de la economía china, Alibaba y Tencent, y también por los sistemas de pago de Alipay y WeChat. Pese a ello, son sistemas con vulnerabilidades muy evidentes, de las que ya han sido víctimas los propios ciudadanos chinos. Concretamente 14 millones de euros pertenecientes a usuarios de la ciudad de Guangzhou fueron robados mediante el sencillo método de reemplazar los QR originales de los servicios por códigos propios similares. Tan fácil que parece obvio.
Y es que ahí reside el problema, en su sencillez. Por un lado, esta característica facilita las transacciones, pero también facilita que los amantes de lo ajeno terminen por encontrar una vía para apropiarse del dinero de los demás. Por este motivo es probable que los sistemas de pagos mediante QR no sustituyan fuera del territorio chino al resto de sistemas de pago móviles.
En Xataka Móvil | Reemplazar un QR por uno fraudulento, el simple método de robo que usan los delicuentes en China
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