La saturación del mercado de teléfonos móviles parece patente a todos los niveles y para todos los públicos, desde quienes nos movemos por este campo a nivel informativo hasta el cliente que ha de adquirir un terminal y, según casos, puede verse en una vorágine de opciones que pueden suponer una costosa decisión sin que ningún modelo destaque de una manera clara por representar la mejor relación calidad-precio.
No obstante, la maquinaria de la telefonía sigue, y además de los cambios de estrategia de los viejos conocidos siguen surgiendo nuevas propuestas, aún conforme está la situación en este mercado. Las cifras de los últimos meses indican que éste está pasando por uno de sus peores momentos, y en parte se debería a este exceso de oferta que queda si contemplamos el catálogo completo que conforman todos los fabricantes.
Hace unas semanas atendimos al anuncio por parte de Netbix de que su intención de lanzar un nuevo terminal es firme y está previsto para dentro de unos seis meses. Su target: los clientes que buscan gastar entre 300-400 dólares por un terminal Android con buenas especificaciones, un término medio entre lo “premium” y lo “low-cost” sin aspirar a nada más que satisfacer a un nicho aparentemente no cubierto pese a la extensa oferta.
La propuesta ya nos recordó al modus operandi de One Plus, con esa idea de ofrecer lo mejor a un precio asequible, con la salvedad de que el propósito es atender a un sector de la demanda y no venderse como el azote de toda una gama, como reza directamente el apodo de los productos de One Plus. Pero el tiempo es oro en el sector móvil y los retrasos se pagan caro, y puede que a Netbix ya le haya salido un competidor cuando aún ni ha eclosionado siquiera.
Ayer anunciaban desde Reino Unido dos terminales de una nueva marca, Wileyfox. Un discreto lanzamiento que encaja con la aspiración que parece tener este nuevo fabricante: nada de "flagship-killer" ni poner en jaque a lo existente, sino ofrecer terminales económicos, seguros y personalizables, una intención pareja a la de Netbix per que, a diferencia de éstos, ya tiene identidad y será una realidad en poco más de un mes. ¿Pretenden ser los Wileyfox los One Plus-killer realmente?
Los errores del principiante
El One Plus One llegó con mucho ruido y supuestas nueces a un mercado de flagships subidos al tren de los 600 euros que no acababan de ser lo esperado por una evolución demasiado justa o una descompensación en sus especificaciones, como un LG G3 cuya pantalla le quedó grande o un Samsung Galaxy S5 demasiado conservador. El problema fue que el mismo One Plus One tampoco fue lo esperado y no se consolidó como la firme alternativa ante aquellos buques insignia descafeinados.
¿Qué falló ante la propuesta de unas especificaciones competentes en el momento con un precio mucho menor que la competencia? El desempeño final, es decir, la experiencia global del usuario final más allá de los números correspondientes al hardware y de un packaging, eso sí, atractivo y que debería crear escuela.
Empezando por el modelo de distribución, poco habitual y de cuestionable eficacia debido aparentemente a no querer arriesgar en términos de stock, pero que llegaba a ser exasperante por lo difícil de conseguir los terminales o ya desde un inicio la propia invitación. Modelo que se ha mantenido para su segundo terminal, el One Plus Two.
Y acabando por alejarse de la experiencia premium prometida, al empobrecerla por una falta de estabilidad de las ROMs reportada por los usuarios o los problemas que muchos de ellos han experimentado en sus pantallas a nivel de aparición de franjas amarillentas o una mala respuesta táctil que nunca acababa de ser corregida por software. Además de un procesado inicialmente pobre de las imágenes obtenidas de la cámara, cuyo hardware permitiría obtener mejores resultados.
¿Es el One Plus Two el One Plus One que debió ser hace un año? Justo hace pocos días nuestro compañero Juan Carlos González hablaba de esto, concluyendo que de momento el nuevo terminal de One Plus se presenta sobre el papel como una alternativa competente por un precio mucho menor al de sus competidores, pero que no acababa de corregir estos errores previos y de nuevo parece suspender en cuanto a cumplir su lema.
¿Leña del árbol caído?
El tiempo en la tecnología de consumo además de ser oro parece que pase más deprisa, y en la práctica One Plus, con sus sólo dos terminales, es un fabricante joven, pero no nuevo. Y como sus rivales hicieron hace algo más de un año con su ruidosa aparición, ahora le toca al fabricante chino observar y prepararse ante el nacimiento de otros, que aunque vienen como un joven e inexperto púgil a un ring de gigantes con un largo currículum cuentan con la ventaja de poder evitar de raíz los errores que éstos han cometido.
Como hemos visto, las propuestas de Wileyfox y Netbix se parecen en cuanto a que aspiran a ser la alternativa del cliente que no busca un tope de gama, pero que tampoco se conforma con las alternativas de bajo coste existentes, como pueden ser el Moto E, el Lumia 435 o algunos bq, si bien el modelo Swift de Wileyfox comparte características con alguno de éstos, planteándose como un rival directo.
De hecho, lo que también destaca con respecto al reclamo habitual por parte de las marcas es que, más allá de las especificaciones, en ambos casos se pone énfasis en proporcionar un software completo y seguro. En el caso de Wileyfox, además, matizan que no van a seguir con la exasperante costumbre de su curtida competencia consistente en atiborrar de apps propias de dudosa utilidad el software de fábrica, apps que no siempre pueden eliminarse.
Y lo hacen confiando en Cyanogen (algo que está por confirmar aún en el caso de Netbix), como también hizo Lenovo con el terminal de su sub-marca ZUK. Una opción lógica por las características del software pero que no deja de ser un guiño al hecho de que a los de One Plus no les saliese bien la jugada y acabasen optando por Oxygen OS de fábrica.
Más escaladores en una concurrida cuesta
El fabricante británico se planta en el hacinado panorama de los smartphones con dos modelos: Swift, de 5 pulgadas, más básico y por 176 euros, y Storm, para un público más exigente, de 5,5 pulgadas y por 271 euros. Pese a las diferencias que hemos comentado, el sector lo ve como un competidor del One Plus, aunque por especificaciones ninguno de los modelos de Wileyfox acaba de encajar en lo que montan los actuales terminales de alta gama.
El hecho de que sea un fabricante europeo es, además, un aliciente para el cliente que teme problemas de distribución a la hora de comprar marcas asiáticas, algo que le daría puntos de cara a la supuesta rivalidad con One Plus en relación a lo caótico de su distribución inicial.
Queda esperar a octubre para ver cómo se enfrenta esta marca de cuna reciente a un mercado cada vez más exigente y complicado que ya representa una difícil cuesta para los de más antigüedad. Por ahora los engranajes de esta gran industria siguen y también las incorporaciones, y hoy es Obi, desde San Francisco, la que se suma a ella (aunque con un target más concreto y distinto al de Wileyfox).
En Xataka Android | Ha nacido WileyFox, la respuesta británica a OnePlus
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