Hasta ahora, las tarifas de banda ancha móvil estaban dedicadas a un público muy concreto. Tener que mantener el contrato 18 meses hacían que no fuese una alternativa a las incidencias del ADSL de casa, porque si lo contratábamos tendríamos que mantenerlo muchos meses más. Sin embargo, las nuevas tarifas planas de Yoigo y Simyo no tienen compromiso de permanencia, lo que ha hecho que muchos se planteen utilizarlas para algunos meses sueltos: las vacaciones, el periodo en que nos quedamos sin internet al cambiar de proveedor...
Orange ha lanzado un programa piloto en algunas de sus tiendas por el que explotarán esta posibilidad de la banda ancha móvil. Los clientes que contraten ADSL para casa dispondrán de un módem USB de préstamo para que tengan conexión de banda ancha desde el primer día, de forma gratuita y sin límites. Al tener la conexión en la línea fija el cliente deberá devolver el módem o se le cobrará una penalización de 80 euros.
Estos tímidos pasos, que en mi opinión son una gran idea, demuestran que si bien la banda ancha móvil aún no es el sustituto del ADSL (por los límites de descarga mensual) sí que se ha convertido en una especie de servicio básico para las épocas en que no tenemos internet pero lo necesitamos. ¿Puede ser este uno de los futuros usos de la banda ancha?