Maddie Messer es una estadounidense de 12 años que, como todas a su edad, utiliza con frecuencia los smartphones. Y con ellos, los juegos son parte de su dieta digital: disfruta de los videojuegos, pasa un rato con ellos, se entretiene y forma parte de su ocio. Pero había algo que no terminaba de encajar en su cabeza: la mayoría de los protagonistas de estos juegos eran de sexo masculino, ¿por qué no había chicas?
Y se puso manos a la obra con una pequeña investigación en la que involucró a 50 títulos, de los cuales 37, un 74%, tenían protagonista masculino. ¿Por qué? Decidió escribir un artículo para The Washington Post y así hacer pública su crítica: los desarrolladores de videojuegos debían cambiar esta tendencia que parecía preestablecida en el mercado, y de la que nadie se quejaba.
Entre estos títulos estaban los Temple Run, aplicaciones entre las más descargadas de la categoría de los videojuegos y cuyos creadores contactaron con Maddie tras haber leído su artículo. Tenía razón, y algo debía cambiar; algunos juegos permitían elegir el sexo del protagonista, otros podían alternar entre masculino (por defecto) y una opción femenina que podía conseguirse con una compra adicional, y otros ni siquiera permitían otra elección que la masculina.
Y el (tímido) cambio comenzó
Natalia Luckyanova, una de las creadoras de Temple Run, tomó cartas en el asunto y tras contactar con Maddie aseguró que iban a añadir un personaje femenino y gratuito a Temple Run próximamente. En un artículo de Planet Money, donde se encuentran las declaraciones de Natalia, también mencionan que Disney va a cambiar su política para ofrecer personajes femeninos en sus videojuegos, sin costes adicionales. ¿Ha sido la crítica de Maddie la que ha iniciado un gran cambio? Esperemos que no se quede en agua de borrajas.
Vía | Mirror
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