«Tienes la cabeza en otra parte» te dicen cuando estás haciendo una tarea, pero distraído en tus pensamientos. Los psicólogos lo llaman "distracción cognitiva". Nos ocurre sin darnos cuenta cuando estamos conduciendo y hablando por el manos libres, o también cuando utilizamos los comandos de voz del móvil, "Oye Siri", "OK Google", etcétera.
La mayoría de conductores da por hecho que estos sistemas distraen menos que manipular el teléfono con las manos, pero eso es sencillamente un mito (quizá impulsado por la publicidad de estos productos). La realidad es que «el manos libres puede ser catastrófico», como advierte en su blog la Junta Nacional de Seguridad del Transporte del gobierno de Estados Unidos.
A veces el manos libres ocasiona accidentes
Hace un par de años, un trailer chocó contra las vigas de acero de un puente de Mount Vernon (en Washington) y éste se vino abajo unos segundos después haciendo que dos turismos cayeran al río. El camión era tan grande y pesado que tenía que viajar con escolta, pero la mujer que conducía el coche-escolta no advirtió a su compañero de la altura del puente antes de cruzarlo: iba hablando por el manos libres con su marido.
Es sólo un ejemplo rocambolesco, pero debemos tener en cuenta que el accidente más frecuente en carretera es la salida de vía, y ésta está muy relacionado con la falta de atención en la conducción. Hablar por teléfono, aunque sea a través del manos libres, es uno de los factores más frecuentes que desencadenan este tipo de accidentes.
En España, la Dirección General de Tráfico advierte de que, tras un minuto y medio de uso del teléfono, se dejan de percibir el 40% de las señales de tráfico. En Reino Unido, un estudio asegura que los smartphones ya producen más accidentes que el alcohol.
La ciencia detrás de la "distracción cognitiva"
Hablar por teléfono multiplica por cuatro el riesgo de colisión. Un estudio de la universidad de Utah concluye que manipular el teléfono con la mano y usar el manos libres producen exactamente el mismo detrimento en la conducción, con lo cual en ambos casos se trata de una distracción cognitiva, una interferencia en la concentración al volante. La idea de que el manos libres distrae menos que hablar con el teléfono en la mano es, por lo tanto, falsa.
En realidad todos intuimos que la distracción cognitiva es real («tienes la cabeza en otra parte»). El doctor Stephen Casner de la NASA lo simplifica en una frase:
Los ojos no son la mente, puedes estar mirando una cosa y pensar en otra completamente distinta
Aunque tengamos las dos manos al volante, nuestra mente no está centrada en la conducción y eso es un peligro. La Asociación Automovilística Estadounidense advierte en un extenso estudio de que está ocurriendo exactamente lo mismo con los comandos de voz, especialmente en los asistentes del móvil: Siri, Google Now, Cortana...
En el gráfico podemos ver una comparativa entre el esfuerzo mental que suponen algunas de las tareas habituales en el coche respecto a la única tarea de conducir. Escuchar la radio o usar los comandos de voz básicos de los coches suponen muy poco esfuerzo, mientras que el manos libres, el dictado o las interacciones con el asistente de voz de nuestro smartphone suponen un esfuerzo mucho mucho mayor.
La recomendación del gobierno de Estados Unidos es que simplemente nos concentremos en conducir. «Ponerte al día con tu madre no es parte de esa tarea».
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