Los móviles modulares estuvieron en desarrollo durante muchos años, y aunque ahora sí tenemos alguno, los diseños más locos quedaron en simple experimento
Repasamos los experimentos más icónicos: desde los Moto Mods hasta Project Ara de Google
Después de más de una década, los teléfonos inteligentes han evolucionado en línea recta, con mejores cámaras, pantallas más grandes y mejor aprovechadas, procesadores que doblan la potencia del anterior... en definitiva, una mejora a todos los niveles. Sin embargo, la tendencia ha variado un poco con desarrollos paralelos, como los mismos móviles plegables.
Esto ha sido así en los últimos años, pero no significa que los fabricantes más reputadas del sector no intentaran otro tipo de experimentos durante la larga vida de los smartphones. Una de estas pruebas nos lleva a los móviles modulares, una realidad durante un tiempo que terminó quedándose en promesa y anécdota.
Moto Mods y Project Ara, las propuestas más serias
Los teléfonos modulares se posicionaban como la solución para la obsolescencia programada, así como una manera de reparar o actualizar nuestro teléfono desembolsando mucho menos dinero. Esas fueron las bases que impulsaron este tipo de móviles que se podían "desmontar", removiendo componentes de él como el procesador, la cámara o la batería.
Entrados en el tema, debemos distinguir entre dos conceptos similares, pero no iguales: los teléfonos modulares y los teléfonos con accesorios modulares. Del primero tenemos a Project Ara como su máximo exponente, mientras que del segundo, encontramos a los versátiles Moto Mods, propiedad de Motorola. Pero comencemos por el principio.
En 2014 se conocía al detalle Project Ara, gracias a la filtración de su kit de desarrollo. Se trataba de un esqueleto al que se le adherían una serie de módulos que completaban el teléfono, algo con todo el sentido del mundo pero que Google desechó un par de años después.
Más tarde, lo volvió a intentar con un despliegue de patentes enfocadas en este tipo de dispositivos. Finalmente, esto terminaría en absolutamente nada, pero al menos se dibujaba un rayo de esperanza en el horizonte. Y volvería a ser gracias a Motorola, involucrada en Project Ara durante su período como marca de Google.
El experimento de la popular marca de móviles se llamaba Moto Mods, y se presentaron junto al Motorola Moto Z de 2016. En realidad, el trabajo era de Lenovo que adquirió la firma cuando Google decidió dejarla ir. Lo mejor de los Moto Mods es que fueron una realidad desde el primer momento, con accesorios para jugar e incluso aumentar la batería.
No obstante, terminaron siendo una curiosidad o anécdota más que un movimiento acertado, pues Motorola se olvidó de ellos en generaciones posteriores. Como añadido, podemos incluir también a los LG Friends, accesorios que complementaban al móvil y que comparamos en Xataka Móvil.
Como vemos, la "época dorada" de los modulares no existió como tal, pues lo más cercano a la comercialización fueron los accesorios de Motorola y LG. Los móviles modulares per se no los llegamos a tocar. Y si buscamos otra anécdota más, sólo hace falta echarle un vistazo a Phoneblocks, el origen de Ara.
Otros enfoques de teléfono modulares
Google, Motorola, Lenovo o LG no fueron las únicas en investigar sobre este tipo de dispositivos. Con la década actual ya en curso, conocimos que Xiaomi estaba desarrollando una idea de teléfono modular. Como no, con el registro de una patente que dejaba claro que la prueba del conocido fabricante asiático, no llegaría a buen puerto.
Tan sólo vimos cómo la pantalla de este Xiaomi modular se podía extraer, y volver a conectar gracias a la inclusión de unos pines. Lo más llamativo de este móvil, era que dicha pantalla podía funcionar incluso estando desconectada. De nuevo, una patente que no ha terminado en producto final.
Si nos acercamos a la actualidad, nos daremos cuenta de que el concepto ha vuelto a cambiar ligeramente. Ahora, la modularidad no apunta a actualizar un teléfono cambiándole las piezas, al más puro estilo PC, sino que se fundamenta en poder sustituir algunos de sus componentes cuando es necesario. Sí, es parecido, pero ya no vemos los locos diseños de módulos que se conectan.
Una imagen vale más que mil palabras, y justo debajo la dejamos para ver en carne y hueso al FairPhone 5. Se autoproclama como móvil modular, pero la realidad es que se puede desmontar fácilmente para cambiar algunos componentes como la batería o el puerto de carga.
Más que modular, resultaría más apropiado llamarlo reparable. Y es que la promesa de la modularidad ha quedado en anécdota, sobre todo si la comparamos con las ideas iniciales que tuvieron algunos protagonistas. Seguiremos esperando por si algún día resulta factible lanzar móviles al mercado con esta tecnología, y así la promesa llega a ser verdad de una vez por todas, o quizá este era su destino.
En Xataka Móvil | He probado un primer plegable "económico" y creo que este es el camino para abaratar esta tecnología
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