"El móvil escucha nuestras conversaciones": qué hay de cierto en esta afirmación

'El otro día estaba en la web de Decathlon mirando tiendas de camping mientras le comentaba a mi mujer lo bonita que era ese modelo de 10 plazas y zas, al día siguiente me salió la misma tienda en un banner.' Este fragmento de conversación es inventado, pero quien más quien menos ha pronunciado algo similar, concluyendo que los móviles nos escuchan. Y sí, tienen razón: los móviles son todo oídos y unos tragones de datos.

¿Los móviles escuchan nuestras conversaciones? Por supuesto. Pero no es tanto una cuestión de espionaje (el tema del ciberespionaje con software como Pegasus merece su propio artículo), sino del funcionamiento del sistema y las aplicaciones instaladas, especialmente si vamos con piloto automático y decimos que sí a todo.

Pero es que además, tiene sentido que los móviles escuchen y en algunas cosas, hasta agradecemos las consecuencias. En otros casos, ya tal. Si tienes interés en conocer cómo escuchan lo que decimos, por qué, descubrir la legalidad de esta práctica y cómo ponerle coto, sigue leyendo porque tienes mucho qué decir al respecto como usuario.

¿Por qué los móviles escuchan nuestras conversaciones?

La respuesta más simple y básica tiene que ver con los asistentes de voz: si los tienes configurados para que se activen con un 'Ok Google' o un 'Oye Siri', tendrán que estar siempre a la escucha para entrar en acción al escuchar las palabras mágicas (rápido recordatorio: en iOS puedes desactivar esta opción en 'Ajustes' > 'Apple Intelligence y Siri' > 'Hablar con Siri', en Android en 'Ajustes' > 'Hey Google y Voice Match').

Si ya tienes estas opciones desactivadas, tu móvil en un estado normal solo te escucha en ciertas situaciones y quien dice situaciones, dice que aplicaciones. Piensa en Google cuando buscas cosas en internet a partir de una orden de voz, en WhatsApp para enviar mensajes, en Google Maps para pedirle una ruta a nuestro destino.

¿Qué es eso de situaciones 'normales'? Que todo funciona como debería, es decir, que no hay brechas de seguridad que lo posibilitan, ni ataques ni aplicaciones incumpliendo normativas de Google Play Store y App Store, que obligan a listar permisos, qué datos obtienen y si los comparten. Un ejemplo: cuando un ingeniero acusó a acusó a WhatsApp de activar su micrófono mientras dormía y WhatsApp pidió explicaciones a Google.

En pocas palabras, que tu móvil te escuche es más una utilidad que una preocupación, siempre y cuando tengas claro qué aplicaciones lo hacen y cuándo.  O lo que es lo mismo: qué apps tienen acceso al micrófono, por qué y si comparten o no los datos captados.

Es importante recordar que tanto en iOS como en Android cuando el micrófono está activo, un punto verde se enciende en la zona superior de la pantalla para avisarte. Dicho esto, también desde los ajustes puedes comprobar qué apps pueden acceder al micrófono y revocar este permiso. Merece la pena una comprobación exhaustiva y pensar si tiene sentido: que WhatsApp tenga acceso para notas de voz o videollamadas tiene lógica, pero puede que un juego no. Después de todo, pueden tener intenciones más turbias, como abusar de esos permisos para captar más datos, por ejemplo para publicidad dirigida.

¿Es legal que mi smartphone me escuche?

Para que una aplicación esté disponible en las respectivas tiendas oficiales de Google y Apple es requisito indispensable que cumplan sus normativas y a su vez, la aplicable al territorio. De aquí podemos concluir algo: instalar apps de Google Play Store y App Store no es infalible, pero sí más seguro que recurrir a repositorios desconocidos.

Dicho esto, cuando instalas una aplicación, aparecen una serie de páginas informándote de sus términos y condiciones de uso donde debe reflejarse los permisos concedidos, entre ellos el micrófono. Si aceptas, estás dándoles tu consentimiento, así mejor leer bien esa documentación y tener claro lo que dice. Cuando decimos que sí sin leer, podemos llevarnos una desagradable sorpresa después.

En caso de duda, siempre puedes decir que no y buscar alternativas o cambiar de opinión más tarde. En cualquier caso, lo que no es legal es que un software espíe tus conversaciones si tu consentimiento.

Nota: en el ejemplo de la introducción, es probable que la culpa sea de los cookies, que almacenan tus preferencias y gustos para mostrártelo después. En otros casos, simplemente es que tienes activada la localización y el móvil sabe que estás en IKEA, Decathlon, etc. y por tanto, te muestra anuncios de esos comercios.

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