Del éxito de Facebook ya hace muchos años y, no en vano su popularidad, lejos de bajar, sigue aumentando y sirviendo de inspiración a otros desarrolladores, consolidándose la categoría de social como una de las más concurridas de las tiendas de apps. No obstante, parece que éstas a veces nos pillen de nuevo y no sepamos demasiado bien cómo usarlas, hasta el extremo de que se cometan actos criminales.
El último caso es el de Periscope. La app de streaming en directo que Twitter lanzó con tal éxito que se llevó por delante a algunos rivales ha protagonizado esta vez un titular muy desagradable. Según leemos en Kxan, esta app ha sido la utilizada para retransmitir la violación de una persona, acto que fue denunciado y cuyos autores podrían enfrentarse a una condena de hasta 40 años.
Este incidente puede resultar algo increíble, pero por desgracia es el último de incidentes que guardan siempre algo en común: el mal uso de apps sociales. Un mal uso que tiene dos partes: la de la víctima y la del agresor, la primera por descuidada (evidentemente con excepciones como la del caso de Periscope que citábamos) y el segundo por su obvio mal propósito. Tras años y años con las apps sociales y con cada vez más de éstas, ¿seguimos sin saber usarlas?
Millones y millones de cebos
El paradigma de las relaciones sociales está cambiando desde hace años al menos en los lugares que por recursos y acceso a los servicios están "más invadidos" por la red y toda la tecnología relacionada. Cuando casi todo el mundo tiene un smartphone y, ya sea vía éste o mediante otro dispositivo se dispone de un buen acceso a internet (y continuo), las apps sociales (no sólo redes) han supuesto un verdadero buffet libre de relaciones sociales con las condiciones perfectas: a la carta y en el horario que queramos.
Esto es el reclamo perfecto sobre todo si por una causa u otra nuestro abanico de amistades se ve reducido o no se nos ajusta demasiado. Ya vimos hace un tiempo que el perfil psicológico de uso de Facebook no se podía generalizar y había opiniones de expertos que incluso se contradecían, pero lo que resulta obvio es que si se decide entrar a una red social es para conocer a gente y establecer al menos nuevas amistades.
¿Qué es lo que arrastra esto? Como leíamos en el artículo de Genbeta, en ocasiones el detonante que nos hace recurrir a las apps sociales es la soledad, un estado que nos hace en ocasiones algo más vulnerables. Y esta condición junto al hecho de que, como concluían en este estudio por psicólogos de varias universidades, no sepamos interpretar bien las emociones de los demás, determina el ingrediente esencial para que ocurran incidentes como el que comentábamos al principio: el usuario vulnerable, o lo que es lo mismo, la víctima.
Un top 5 vergonzoso
Aunque está claro que el hecho de que haya un mal uso depende en todo momento tanto de la mala intención del delincuente como del descuido o vulnerabilidad de la víctima, pero pese a esto los sucesos siguen cometiéndose y no parecen ir a menos. Desde hace unos meses las noticias de delitos cometidos de manera virtual vehiculados por servicios de contacto parecen sucederse con más frecuencia y las apps sociales acaban siendo en cierto modo protagonistas por ser el recurso de los criminales.
Algunas, de hecho, ya resultan incluso familiares a las autoridades por ser a las que más frecuentemente se acude, bien por cómo funcionan o bien por qué tipo de público es el más habitual. Hacemos un repaso de las que han desatado la polémica en los últimos meses por los casos que se han registrado.
1. La exacerbación del fenómeno fan con Blindspot
De esta app social, que aunque no es muy conocida en España sí ha sido relativamente popular en Estados Unidos o Israel, hablamos como el enésimo ejemplo de que no nos llevamos bien con el anonimato y de que tardamos poco en cargarnos el juguete. La app Blindspot se basa en el envío de mensajes de texto, imágenes o notas de voz a cualquier contacto de la agenda sin que éste sepa el remitente y disponga o no de la app.
¿El resultado? Que se hayan registrado incluso amenazas de muerte directas, como se hacía eco la prensa israelí tras las críticas de sus representantes políticos y que recogían en Daily Mail. Críticas que también se llevaron los famosos que en su momento apadrinaron esta app y que empezaron a copar la sección de valoraciones de la tienda de apps de Google.
2. Tinder: esa caja registradora en forma de app
Al pensar en las apps de conocer a gente podemos pensar en riesgos más bien psicológicos, como el hecho de que nos encontremos con personas que engañan con su perfil o que tratan de obtener material gráfico aprovechándose de otros usuarios. Pero el mal uso no acaba ahí ni mucho menos, dado que hace unos meses ya vimos que Tinder estaba siendo la herramienta de moda apara cometer timos de miles de dólares.
De nuevo aquí el motor no es ni mucho menos la app, sino la inocencia del usuario que da, cegado por una falsa reciprocidad afectiva, miles de dólares a alguien que nunca ha llegado a conocer y que en efecto le ha embaucado con un falso pretexto de los de tocar (y bien) la fibra sensible. Veíamos ejemplos como el de un hombre que había cometido una estafa por 26.000 dólares usando tinder para conocer a las víctimas.
¿La mecánica del timo? Muy fácil: te dedicas a pasear perros pero dices que trabajas como banquero de Goldman Sachs, por ejemplo. Y a esta vida de fantasía añades el cebo: el dinero no te llega para el tratamiento de un familiar con cáncer porque te han robado la cartera. El resultado: no una sino dos mujeres estafadas que dieron 12.000 y 14.000 dólares para ayudar al tratamiento de las supuestas hermana y madre del timador. Y según vimos que afirmaba el FBI, los casos aumentando. Otra prueba de que parecemos no aprender, pese a todo.
3. No hay Tinder sin Grindr
A principios de año os hablábamos del auge de delitos de abusos y agresiones cuyos autores habían usado apps de citas en Reino Unido. Era The Telegraph el que se hacía eco de las declaraciones de las autoridades del país que hablaron de un incremento de hasta siete veces en dos años del número de crímenes relacionados con el uso de apps de citas. Los dedos aquí señalaron de nuevo a Tinder pero también a una app similar, Grindr.
Los agentes, no obstante, matizaron que las apps aparecen en los informes pero no siempre porque el criminal hubiese hecho un uso directo de ellas, sino que en ocasiones se recurre a ellas a la hora de realizar un chantaje, aunque normalmente constituían el método para realizar el contacto.
En el último año se registraban en el país más de 400 ataques relacionados con el uso de Tinder y Grindr, en paralelo con el aumento de la popularidad de estos servicios según afirmaba el Jefe de Policía de Merseyside Andy Cooke. De nuevo el hecho de que esto ocurra son descuidos a la hora de compartir información personal o bien el hecho de no interrumpir la comunicación al percibir el mínimo atisbo de presión.
4. La inocencia infantil en YouNow y sus peores enemigos
Ya hemos visto que las apps de streaming en directo no se libran de la polémica con el ejemplo de Periscope al que aludíamos al principio, y de hecho no es la primera app de este estilo que se sitúa en el punto de mira. Lo vimos hace unos meses con YouNow, una app que empezó a despuntar sobre todo entre los adolescentes de 13 y 18 años como publicaban en Yahoo y que se convertía en el quebradero de cabeza de sus padres al pensar en los peligros de un uso descuidado.
Leíamos por ejemplo el caso de una joven de 14 años que era llevada al engaño usando una de las categorías de esta app, la de "verdad o reto". En este caso, se convertía en víctima al caer en la manipulación del emisor, que la "retó" a que no podría unir los dos codos extendiendo los brazos hacia delante, según contaban en CBS News. Uno de tantos engaños que de nuevo se producen por inocencia y una búsqueda demasiado acertada de víctimas.
Kik y el precio del ascenso
De Kik hemos hablado en varias ocasiones por el crecimiento de la empresa que hay detrás de esta app que se ha comparado en muchas ocasiones con Snapchat cuando hasta su CEO se ha querido desmarcar de ello, enfatizando que lo que tratan es ser el WeChat occidental. Una app que está teniendo mucho éxito entre el público adolescente que, como vimos, la elige antes que a otras como Facebook y Snapchat. Y esto, de nuevo, es lo que atrae a los malos usuarios.
Un ejemplo fue lo que reportó hace unos meses el New York Times acerca de un caso de secuestro y asesinato de una joven de 13 años. La app, que no requiere el número de teléfono para ser utilizada, fue lo que se empleó para contactar con ella por parte de los presuntos autores. Un trágico ejemplo de nuevo de la confluencia entre la inocencia de la víctima, que tras un tiempo de conversación decidió quedar personalmente con quienes serían sus agresores, y la mala praxis e intención de los mismos.
Una piedra sobre la que tropezamos demasiadas veces
Demasiadas y las que nos quedan. En el caso de la subida de casos de agresión y delitos en Reino Unido leíamos como las autoridades estaban plenamente concienciadas de cuáles son los puntos a tener en cuenta cuando se usan apps sociales, así como en el caso de Kids Privacy y otras webs y asociaciones que se encargan de hacer llegar consejos acerca del buen uso de todas estas apps.
¿El problema? Que seguimos sin informarnos bien o incluso desoyendo advertencias. Las pruebas las hemos visto a lo largo de este artículo, citando casos que no son antiguos sino todo lo contrario y que como veíamos incluso van en aumento. Algo que no debería ocurrir dado que estos servicios cada vez son más habituales y no deberían pillarnos de nuevo.
¿La clave? La información y tener cuidado, aquí no hay nada nuevo. Lo fácil es señalar a los servicios y a las apps, que en algunos casos probablemente puedan mejorar en cuanto a la privacidad o a la seguridad en prevención a que el usuario no sea demasiado cuidadoso y haya usuarios con mala intención, pero es fundamental que tengamos claro el no dar cualquier tipo de información personal así como así y, sobre todo, advertir a niños y adolescentes de modo que puedan navegar por la red y hacer uso de ella sin caer en engaños.
En Xataka Móvil | El sexo y los móviles en los adolescentes: 'sexting', algo más que una moda
Ver todos los comentarios en https://www.xatakamovil.com
VER 15 Comentarios