Recientemente hablábamos de cómo el aumento en el precio de los teléfonos móviles está haciendo que cada vez tardemos más en cambiar de modelo. Mientras tanto, el mercado de los móviles reacondicionados ha crecido considerablemente, indicador de que darle una segunda oportunidad a los teléfonos que ya no queremos es una buena opción.
Sin embargo, hay modelos que quizás son demasiado viejos o están muy deteriorados como para tener una segunda vida en el mercado, ¿qué podemos hacer en este caso? Tenemos muchas opciones y alternativas antes de optar por la nada recomendable opción de tirarlos a la basura.
La basura como última opción
El impacto medioambiental de los teléfonos móviles es muy alto. Según Naciones Unidas, se generan alrededor de 50 millones de toneladas de residuos electrónicos anualmente en todo el mundo. Este nuevo tipo de basura se podría reutilizar entre el 70% y el 90% con el tratamiento adecuado.
El incremento de este tipo de desperdicios conlleva la difusión de componentes altamente contaminantes como el mercurio, el litio o el coltán, materiales que si no son tratados adecuadamente, pueden ser ser perjudiciales para el medio ambiente y para la salud. Según un estudio realizado por la empresa francesa de reacondicionamiento Back Market, solo en España el reciclaje de teléfonos móviles evita la emisión de 60.000 toneladas de CO2. Como vemos reciclar es de vital importancia así que veamos las opciones disponibles.
Reciclaje solidario
Tenemos dos opciones para reciclar. Por un lado, podemos optar por hacerlo sin ningún fin lucrativo. Para ello varias ONG´s cuentan con diferentes planes de reciclaje a través de los cuales, el dinero obtenido de la cesión de nuestros teléfonos es donado a diferentes causas.
Entre estas organizaciones tenemos a Oxfam Intermon y a Amnistía Internacional ambas en colaboración con la empresa de reciclaje Movilbak. La empresa gestora de residuos valora si los terminales se puede reparar y darle una segunda vida con la consecuente donación de los beneficios obtenidos, o si bien tienen que ser reciclados. En este segundo caso los residuos peligrosos se gestionan conforme a la normativa.
Reciclaje por dinero
Si queremos sacarlo algo de dinero a nuestro teléfono antiguo también tenemos la posibilidad de venderlos a empresas que realizan la misma valoración que Movilbak y además de realizar una correcta gestión de los residuos, nos pagan por ello. Actualmente son bastantes las empresas disponibles que realizan este tipo de servicios.
Una de las más conocidas en Zonzoo, una empresa que lleva desde 2001 realizando este tipo de servicio. En Zonzoo se comprometen a realizar la valoración, la recogida y el pago por nuestro móvil usado en menos de 48 horas, por lo que además de ser una opción ecológica es muy interesante si queremos sacar un beneficio rápido.
Pero como decíamos, además de Zonzoo tenemos más opciones disponibles. Por ejemplo Dinero & móviles que también se compromete a realizar toda la gestión en un plazo máximo de 48 horas o TopDollarMobile una de las empresas pioneras en este sector junto con Zonzoo.
Recordemos que es posible en ambos casos que nuestros teléfonos no terminen siendo despiezados, sino que quizás tengan una segunda vida en las manos de alguien, así que no olvidemos resetearlo con los ajustes de fábrica antes de entregarlo para evitar que nuestros datos personales se vean comprometidos.
Darle una nueva función
Además de dejar en manos de terceros el reciclaje de nuestro móvil, tenemos la posibilidad de darle nosotros mismos una segunda oportunidad. Se trata de buscarle un nuevo uso lejos de ser un teléfono móvil. Una de las opciones más utilizadas es la de convertir nuestro viejo teléfono en una cámara de vigilancia para la casa o para los niños, algo que es tan sencillo como instalar una de estas aplicaciones.
Otra opción es dejarlo solo para reproducir contenido multimedia, aprovechándonos de su capacidad de almacenamiento interno para liberar la de nuestro móvil principal. También podemos tenerlo como móvil secundario, para llevarlo a sitios donde tenemos posibilidad de perder el móvil o que nos lo roben (como festivales) e incluso como móvil auxiliar en el caso de que nuestro teléfono principal sufra algún tipo de percance.
A lo mejor no es necesario reciclarlo del todo
Por último os proponemos un ejercicio de reflexión, ¿es necesario deshacernos del teléfono por completo? Greenpeace lanzó una campaña de la mano de iFixit en contra de la obsolescencia programada en la que además de mostrar su desaprobación con el tema, nos insta a reflexionar si nuestro teléfono merece ser reciclado o cambiado por otro o si quizás podríamos darle una nueva vida cambiando algunos de los componentes que más se degradan como la batería.
Dentro de la propia página de la campaña podemos ver el grado de reparabilidad y la facilidad con la que se pueden conseguir componentes dependiendo del modelo. Es sin duda una opción muy útil y complaciente tanto con el medio ambiente como con nuestro bolsillo, que deberíamos tener en cuenta antes de darle el adiós definitivo a nuestro teléfono.
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