La batalla por la carga rápida está haciendo posible que veamos teléfonos con cargas bestiales a 240W, pero lo normal es que tu teléfono tenga una carga más modesta. Sin ir más lejos, mi iPhone 13 Pro carga hasta a 20W en el mejor de los casos. Porque una cosa es la teoría y otra cosa, la práctica: en la vida real los valores de carga suelen ser más bajos en función de diferentes factores. ¿Quieres cargar tu teléfono lo más rápido posible? Entonces echa un vistazo a nuestras recomendaciones.
Usa el cargador original
Es cierto que cada vez es más común que el cargador no venga incluido en la caja y toque comprarlo por separado, pero el fabricante diseña este accesorio contando con las especificaciones de potencia, compatibilidad total y las medidas de seguridad pertinentes de tu teléfono.
Si no es el caso, al menos asegúrate de que sea totalmente compatible (en el caso de Apple, por ejemplo aquellos con certificación MFi), de calidad y en última instancia, verifica que el amperaje y el voltaje sean lo más próximos a las especificaciones técnicas.
Conéctalo directamente a la toma de corriente pared
Elige siempre la carga con cable y cargador al enchufe frente a optar por el USB de un dispositivo como el ordenador, la tele o al del coche. No es que en estos casos no se vayan a cargar, pero no lo harán tan rápido por la capacidad de carga que ofrecen.
Además con estos sistemas el teléfono se calienta más por la oscilación de las corrientes entre distintas entradas USB.
Carga con cable siempre mejor que carga inalámbrica
Los estándares actuales de carga inalámbrica la hacen más lenta que la mayoría de cargas mediante cable, por lo que atendiendo únicamente a la velocidad, tendremos que apostar por la carga tradicional.
Sin ir más lejos, el estándar Qi llega como máximo a 15W y el Qi2 lo mejorará en eficiencia y velocidad, pero todavía seguirá lejos de las cargas con cable, ya que hoy en día hasta modelos de gama de entrada ofrecen ya 20 - 25W.
Evita cables deteriorados, dañados o rotos
Es bastante habitual e inevitable que con el uso del cable, doblándolo y desdoblándolo continuamente, este acabe pelándose y rompiéndose. Que levante la mano quien nunca haya estado jugando con el doble del cable para que haga contacto o no haya recurrido a la cinta adhesiva para solventar un trozo pelado.
Cuando esto pasa, el cable está defectuoso, transfiere menos energía y tiende a calentarse. Es momento de comprar un cable que lo sustituya.
Usa el cable original o uno de calidad
Cuando toque cambiarlo, apuesta por un cable de calidad, tanto en las conexiones como en el acabado. En caso contrario, la corriente podría no llegar adecuadamente.
Evita utilizar el teléfono mientras se carga
El uso del teléfono por un lado, las diferentes aplicaciones y la pantalla encendida consumen energía. Al final esto es un balance de energía donde para acumular energía en la batería no solo necesitamos que entre la máxima energía determinada por los valores de diseño del dispositivo, si no también que salga la menor cantidad posible de energía.
Ojo a las aplicaciones en segundo plano
Puede que sigas el consejo anterior y optes por dejar el teléfono cargándose encendido, pero con la pantalla apagada y sin hacer uso activo de este.
Pero si tienes aplicaciones abiertas y funcionando en segundo plano, estas seguirán consumiendo batería. Una buena forma para reducir esos procesos en funcionamiento es cerrarlas todas.
Mejor apagado
Siguiendo las premisas de los dos consejos anteriores, la forma definitiva para evitar consumir energía de forma activa o pasiva con tu teléfono es apagarlo para que se cargue antes.
No obstante, quizás quieras agilizar el proceso de apagar y encender el terminal. En este caso, ponlo en modo avión con el Wi-Fi, datos y Bluetooth apagados, lo que evitará que las transferencias de datos fruto de la conectividad contribuyan al drenaje de la batería.
Cárgalo en un lugar fresco
Un efecto indeseado pero existente de la carga en cualquiera de sus modalidades es el calor generado, algo que puede afectar a su funcionamiento y al propio proceso, al sufrir sobrecalentamientos.
En este sentido es recomendable cargarlo en un lugar fresco, por ejemplo en una superficie rígida, fría y a la sombra, retirando la funda y otros elementos que lo cubran.
Estos son consejos que buscan maximizar la velocidad de carga de acuerdo a sus especificaciones. Dicho esto, conviene también echar un vistazo a cómo cargar tu teléfono para maximizar la vida útil de su batería.
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