Los teléfonos con protección contra polvo y agua se pusieron de moda hace algunos años, y entonces los fabricantes se esforzaban en hacer saber a sus clientes que los terminales tenían una protección más o menos alta contra la entrada de líquidos. Hoy en día se siguen sometiendo a estas pruebas y certificando, aunque los propios fabricantes ya no hacen tanto alarde de esta capacidad.
Puede que, incluso, tengas ahora mismo en propiedad un teléfono que debería resistir bajo el agua una determinada cantidad de tiempo, o que sea capaz de soportar que un vaso se derrame sobre él sin estropearlo. Sin embargo, esta protección no debería ponerse a prueba y hay dos razones para ello: ni se trata de una protección infalible ni los fabricantes querrán repararlo si los daños son por agua. Paradójico, pero real.
Qué niveles de protección hay contra el agua
Pues los niveles contra el polvo son importantes pero no tan mediáticos. Lo que interesa es saber dónde podré dejar el teléfono sin riesgo, si podré usarlo cerca del agua o si podré estar con él en una piscina, por ejemplo, o en una bañera. Siempre sin sumergirlo, recordemos, pues pese a estar certificado podría dañarse. La explicación la daremos más adelante pero antes veamos las protecciones.
Hay que recalcar que la certificación contra polvo y agua de un teléfono móvil proviene de pruebas que miden su capacidad para evitar que el agua penetre en el interior del teléfono, no habla de que su circuitería o el resto del equipo electrónico sea capaz de lidiar contra el líquido elemental. Así pues, los niveles contra agua son los siguientes:
- Nivel 0: El terminal no tiene ningún tipo de protección contra el agua.
- Nivel 1: El terminal es resistente a la entrada de agua por goteo desde 200 milímetros de altura sobre el dispositivo durante resistir diez minutos.
- Nivel 2: Seguimos con el goteo aunque en este caso el dispositivo se va rotando 15º en busca de fisuras por las que pueda penetrar el agua. También debe resistir diez minutos.
- Nivel 3: Llegamos al agua nebulizada o agua en spray. Debe resistir una proyección de once litros por minuto durante cinco minutos.
- Nivel 4: Del spray pasamos al chorro de agua. Debe resistir diez litros con una presión de entre 80 y 100 kilonewtons por metro cuadrado durante cinco minutos.
- Nivel 5: Subimos a 12,5 litros por minuto, bajamos a 30 kN/m2 y la boquilla debe tener 6,3 milímetros. Tres minutos.
- Nivel 6: 100 litros por minuto con 100kN/m2 y con boquillas de 12,5 milímetros. Tres minutos.
- Nivel 7: El límite de los teléfonos "sumergibles". 30 minutos a un metro de profundidad sin que entre nada de agua.
- Nivel 8: Inmersión completa y continua. 30 minutos a 1,5 metros sin que entre agua.
- Nivel 9: El máximo. En este experimento entra en juego el agua a presión y a alta temperatura. De 80 a 100 bares de presión a 80 grados.
Este número es el que forma la segunda cifra de la certificación IP. Es decir, IPX8 significa que el teléfono soporta 30 minutos bajo el agua a 1,5 metros de profundidad. Lo malo de estos experimentos es que se realizan en laboratorios y con condiciones constantes, de ahí que ponerlos a prueba en la vida real, en el exterior de estos laboratorios, suponga todo un riesgo para la integridad de nuestro teléfono.
Por qué Xiaomi no los certifica
Certificar un teléfono contra polvo y agua no sólo implica pagar las pruebas al laboratorio encargado de garantizar que cumple con todo lo exigido, también implica proteger dicho teléfono contra la entrada tanto de polvo como de agua. Esto no sólo consiste en que las juntas del teléfono sean tan sólidas como sea posible sino en hacerlo estanco con un tratamiento muy concreto.
Esto requiere de un proceso de sellado que, en palabras del CEO de Xiaomi, es costoso y que no ofrece garantías de durabilidad. Según Lei Jun, CEO del fabricante chino, el sellado es frágil y cualquier golpe que sufra el teléfono puede hacer que sea susceptible de que el agua atraviese las barreras y llegue al interior del dispositivo.
Tampoco es necesario un golpe demasiado potente que ponga en peligro la integridad de la pantalla, basta con una simple deformación del marco que rodea toda la estructura para que alguna unión del teléfono se convierta en una potencial abertura para que el líquido penetre, para que pierda la impermeabilidad. O que el metal del teléfono, el cristal o el plástico, dependiendo del modelo, se agriete.
De ahí que un teléfono completamente nuevo pueda ser efectivamente estanco y sumergible, pero que vaya perdiendo seguridad conforme lo usamos. Sin contar con que durante el transporte ya haya sufrido algún golpe más potente de la cuenta. Así pues, lo recomendable es no poner a prueba esta estanqueidad, pues a todo esto se le suma lo que comentábamos anteriormente: los fabricantes tienden a lavarse las manos.
Los fabricantes frente al agua
Contábamos antes que pese a vender teléfonos certificados contra el polvo y el agua en muchas ocasiones, y cuya certificación tiende a indicarse en las características extendidas de los productos, los fabricantes no quieren hacerse responsables de estas reparaciones. El motivo parece ser el de antes: garantizar la estanqueidad de un teléfono en el tiempo es casi imposible.
De ahí que la entrada de agua en un teléfono móvil se achaque habitualmente a la mala praxis de los usuarios, a un mal uso que ha provocado que el teléfono se estropee y, por tanto, es el propio usuario el que debe hacerse cargo de la reparación. Casi sin excepción, pues algún buen samaritano habrá, los fabricantes miran hacia otro lado y el teléfono se queda mojado y estropeado para los restos.
Aquí os dejamos las condiciones de la garantía de los mayores fabricantes, concretamente el texto que menciona las exclusiones de la garantía en caso de daños por agua de los terminales. Es decir, motivos por los que la garantía oficial no cubre la reparación. Servíos vosotros mismos.
LG: "La garantía de su producto está sujeta a las siguientes exclusiones y limitaciones: 4. Si la avería es producida por incendio, inundación, agentes meteorológicos, humedad excesiva o corrosión, golpeo, aplastamiento o aplicación de voltaje o energía inadecuada o mal conexionado."
Samsung: "Además, en ningún caso existirá falta de conformidad y por lo tanto no será de aplicación la Garantía Legal, ni, en su caso, la comercial, cuando haya rotura de cualquiera de los sellos de la carcasa o celdas de la batería, o bien indicios evidentes de manipulación en los mismos; y/o los daños que se produjeran en el producto fueran causados por cualquier causa de fuerza mayor o caso fortuito". Aquí entra el agua.
Apple: "La reparación de daños por líquidos de un iPhone o iPod no está cubierta por la Garantía limitada de un año de Apple ni por ningún AppleCare Protection Plan (APP)"
Huawei: "Esta Garantía no cubre los daños resultantes de 6) Defectos y averías causados por el derrame de comida o líquidos, corrosión, óxido o el uso de una tensión incorrecta".
Sony: "No usar en entornos donde las limitaciones de clasificación IP, si son aplicables, se han excedido (incluyendo profundidades y/o presiones excesivas de líquido y/o polvo) ni exponer a humedad excesiva."
bq: "La presente Garantía no cubre los defectos ocasionados por una mala manipulación (incluidos, sin carácter limitativo, los defectos ocasionados por elementos afilados, doblado, compresión o caídas, temperaturas extremas, contacto con líquidos, etc…)
Motorola: "La presente Garantía Limitada no cubre lo siguiente, a menos que se produzcan debido a un defecto en los materiales o la mano de obra: Daños causados que escapan al control razonable de Motorola, incluidos los daños causados por el contacto con líquidos, agua, lluvia, humedades extremas, transpiración excesiva u otros tipos de humedad."
Nokia: "El Fabricante no ofrece ninguna Garantía para lo siguiente: Errores o daños causados por uso indebido o no utilizar el Producto de conformidad con la guía de usuario, por ejemplo (aunque sin limitaciones) si el Producto se ha expuesto a daños derivados de líquidos más allá de los niveles aprobados, a campos electromagnéticos extremos (como los daños provocados por un horno microondas), a humedad, a condiciones extremas térmicas o ambientales o a cambios rápidos en dichas condiciones, corrosión, oxidación, derrame de alimentos o líquidos."
Así pues, ya sabéis que lo mejor es no poner a prueba la resistencia al agua de vuestro teléfono móviles pues en el peor de los casos podéis acabar con un teléfono estropeado a causa del agua y teniendo que pagar la reparación de vuestro propio bolsillo, por tratarse de una excepción en la gran mayoría de condiciones de garantía en el ecosistema móvil.
Lo ideal sería que cada fabricante se hiciese cargo de estas reparaciones cada vez que un teléfono esté certificado contra determinadas inmersiones y/o salpicaduras, o que el interior de los teléfonos fuese ya resistente a los líquidos. Pero mientras esto no ocurra, prudencia. Una cosa es que el teléfono nos pueda salvar el cuello en un pequeño accidente y otra que lo pongamos a prueba.
En Xataka Móvil | Tipos de protección IP: 67, 68... ¿contra qué protege a nuestro móvil cada una?
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