El anuncio de que Pepephone se prepara para entrar, a medio plazo, en el sector financiero, concretamente en el de la banca móvil, no puede haber pillado a nadie por sorpresa. Sí, quizá, la confirmación por parte de la empresa de una serie de movimientos y contactos con los bancos que ya se rumoreaban.
Puede parecer que en Pepephone buscan abarcar demasiado, y quien mucho abarca poco aprieta, eso dicen, pero la noticia ha sido más que suficiente para obligarnos a reflexionar. ¿Qué puede aportar un operador de telefonía en el sector de la banca móvil?
Nos preguntábamos lo mismo cuando Pepephone decidió subirse a las energías verdes comercializando electricidad desde Pepeenergy. A día de hoy seguimos esperando resultados de esta última, pero el movimiento bien merece que le dediquemos unas cuantas líneas. Los móviles y la banca, ¿tan distintos?
El sector servicios
A fin de cuentas, la banca y la telefonía móvil no son tan distintos en origen. Se dedican a ofrecer una serie de servicios a cambio de cuotas fijas o variables. Domiciliaciones, comisiones por gestiones que no llegamos a ver físicamente. Sólo percibimos sus efectos.
Los primeros prestan dinero y los segundos nos dan cobertura para hacer llamadas y enviar y recibir datos. Así, la presencia de una operadora móvil en la banca móvil sólo necesita algo que las gigantes tienen y las pequeñas buscan en otros, el respaldo financiero. Pepephone habla con los bancos pero Movistar podría no necesitarlos. Por citar un caso ya anunciado y un supuesto.
La reputación de los nuevos jugadores
La percepción de los usuarios hacia la banca es similar a la que se tiene hacia los operadores de telefonía móvil, y puede que el gran número de quejas que llegan a acumular tenga más que ver con esta percepción que con la realidad. En ambos casos se trata de servicios necesarios en los que acaban pagando justos por pecadores. Cría fama, dicen.
Con los nuevos jugadores está pasando algo increíble, y distinto, en telefonía. Tuenti, Amena, Pepephone o MásMóvil. Las virtuales y las que no lo son tanto, cambian poco a poco la opinión de sus usuarios para bien. Un nuevo trato, una nueva forma de responder a los problemas y, por encima de todo, la posibilidad de amoldarse a las necesidades de sus clientes.
El salto de uno de estos nuevos operadores (y quizá de los antiguos si Orange da el mismo paso que Pepephone) al mercado de la banca podría ayudar a cambiar la percepción. Ya sólo el hecho de intermediar entre el cliente y el banco, de introducir un nuevo nombre sin historial ni mochilas, puede relajar las tensiones.
La soltura y experiencia en el trato a distancia
Los bancos no se llevan bien con los móviles, en general. Los hay que se adaptan ya a la situación actual pero las reticencias han sido muchas, y la evolución demasiado lenta. Contamos a día de hoy con figuras como ImaginBank, recién nacida de la mano de CaixaBank, o con el viejoven ING Direct. Pero nadie tiene más experiencia en el trato a distancia como un operador móvil.
La creación de una banca 100% online puede hacer olvidar las visitas a las oficinas del banco para firmar documentos. Quién quiere firmar cuando puede aceptar un formulario web, quién quiere llevar un papel si puede fotografiarlo y enviarlo en PDF. En definitiva, quién quiere desplazarse cuando puede hacerlo todo desde el móvil.
Aquí las operadoras ganan por goleada, incluso al más adelantado de los bancos en este terreno. Que una operadora se incorpore a la banca móvil puede hacer avanzar de verdad el sector. Cajeros, cartillas, colas. La desaparición de los antiguos sistemas puede acelerarse con la llegada de estos nuevos participantes.
El bagaje con los clientes 'móviles'
Otro asunto con el que las operadoras tratan a diario es el de los clientes móviles. Aquellos que buscan no atarse con permanencias y que, a la menor molestia por tu parte o ante ofertas de la competencia, no dudarán en abandonarte. Salvo casos puntuales, la fidelidad en la telefonía móvil es cosa del pasado.
Los bancos no están acostumbrados a esta nueva generación de clientes. Ni siquiera estamos hablando de los que ya están en la treintena, podemos echar un vistazo a los millenials que empiezan a abrir sus cuentas. Sus formas son completamente opuestas y requieren de servicios más optimizados. Requieren de tarifas flexibles y de una mayor competencia.
Si un operador llega a la banca móvil, y luego lo hace otro, y luego otro más, se puede cambiar el paradigma actual. La pesadez de cambiar de banco, fuera de un plumazo. Eso obligaría, entre otras cosas, a que las entidades financieras se pusiesen las pilas para retener a sus clientes. Si no eres el que mejor servicio ofrece, o el más barato, prepárate para ver cómo tu competencia crece a tu costa.
Por fuerza, early adopters de nuevas tecnologías
Recientemente estamos viendo cómo los pagos móviles se van asentando. Apple Pay, Samsung Pay, Google Pay... a todo se le puede poner un apellido similar y ser susceptible de convertirse en un sistema de pagos móviles. Ahora, Pepepay. Quién sabe cuántos más pueden suceder a estos. Y los operadores juegan un papel fundamental.
Los experimentos del pago en factura llevan en las operadoras desde hace años. Pagar aplicaciones en las tiendas de los sistemas operativos y que se nos cobren a final de mes, los pagos contactless de Vodafone. Los casos son numerosos y las operadoras siempre metidas hasta el cuello.
Los smartphones evolucionan a un ritmo imparable y las operadoras son fundamentales a día de hoy para ofrecer servicio. Esa posición de cercanía a ambos extremos, producto y consumidores, hace que las operadoras compitan por estar a la última. Algo que ya nos gustaría ver en el sector bancario.
Un aporte más que real y necesario
Como hemos visto en cada uno de los puntos comentados, la llegada de un operador móvil como Pepephone, de la nueva hornada, al sector de la banca móvil podría suponer un interesante punto de inflexión. Inflexión en la reputación, cambiando la percepción que los consumidores tienen de la banca en general. Inflexión en cuanto al método de trabajo, a la comunicación con los clientes. E inflexión en cuanto al avance de la tecnología.
El dinero es necesario a día de hoy, en el futuro ya veremos. Se gana y se gasta. Se gestiona. Cuanto más sencillo nos lo pongan todo, mejor para todos. Y los operadores pueden jugar un importante papel en la simplificación y cercanía de todos los procesos. Así que la llegada de los operadores móviles, y su forma de gestionar los servicios, beneficiaría al sector financiero. Necesitado, por otra parte, de frescura y de establecer una nueva forma de trabajar de cara a las demandas de las nuevas generaciones.
En Xataka Móvil | Tras la telefonía y la energía, Pepephone se prepara para entrar en la banca digital
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