La revolución de los smartphones y su omnipresencia en nuestros bolsillos ha desterrado a las cabinas telefónicas tradicionales al olvido y a su eliminación masiva de los espacios públicos. Por ejemplo, en España, Telefónica ha suprimido unas 30.000 en la última década y continuará esta tendencia debido a que su utilización se reduce más de un 10% cada año.
Esta situación está haciendo que muchas operadoras y compañías tecnológicas están dispuestas a sacar provecho a las cabinas que todavía funcionan con nuevas fórmulas para rentabilizarlas y con nuevos usos que podrían darle una vida extra a este veterano instrumento de comunicación. A continuación vamos a ver cuáles son los seis usos más interesantes que se les están dando y se les darán a las cabinas telefónicas en los próximos años.
Punto de recarga para móviles y gadgets

Una de las fórmulas que más éxito está teniendo pasa por reciclar las cabinas como puntos de recarga limpios o ecológicos para smarphones y otros gadgets portátiles. La idea es sencilla. Se instalan paneles solares sobre las cabinas y se ofrece dentro de ellas un enjambre de conexiones para que podamos alimentar nuestros queridos terminales móviles.
Incluso hay propuestas como las de Solarbox para las emblemáticas cabinas de Londres, en cuyo interior se ha instalado una pantalla que mostrará publicidad a los usuarios mientras recargan sus móviles, rentabilizando así la inversión.
Punto de acceso WiFi a Internet

Poder conectarse de forma gratuita a Internet desde cualquier parte es una de las ventajas de los teléfonos inteligentes. Y si además esta conexión es gratuita, mejor todavía. Por ello las cabinas telefónicas podrían suponer una gran oportunidad a la hora de crear puntos de acceso WiFi públicos.
Por ejemplo, en ciudades como Nueva York ya están marcha planes para dotar a la ciudad de más de 10.000 de estos puntos de acceso en cabinas telefónicas, y es una tendencia que probablemente veremos popularizarse en los próximos años.
Punto de recarga para vehículos eléctricos

Uno de los principales problemas de los vehículos eléctricos es la falta de puntos de recarga para sus baterías. Las cabinas telefónicas pueden ser adaptadas para este fin y ayudarnos a extender en poco tiempo la red de alimentación de nuestros futuristas coches, motos y bicicletas eléctricas.
En Madrid ya se han puesto en marcha algunos proyectos piloto, aunque todavía estamos lejos de ver cómo nuestras queridas cabinas se transforman en enchufes gigantes a los que conectar nuestro medio de transporte ecológico.
Centro de información sobre la ciudad

Las cabinas pueden reciclarse también como centros de información digital avanzados en las ciudades 2.0. Con nuevos formatos y pantallas gigantes y táctiles es posible crear nuevas redes de información para residentes y para visitantes que informen de múltiples aspectos de la vida ciudadana.
Desde información sobre transporte público, hasta acontecimientos de la ciudad, el tiempo, estado de las carreteras, alertas de emergencias, etc. Los diseños para estas cabinas futuristas ya están en fase de prueba y aceptación por parte de algunas de las urbes más avanzadas, sólo falta que comiencen a instalarse para que nosotros podamos disfrutar de ellas.
Centro de comunicaciones de emergencias

Uno de los problemas de la telefonía móvil en situaciones de emergencias es su relativamente débil estructura técnica. Si fallan varias estaciones base, las comunicaciones de media ciudad pueden resentirse y los ciudadanos quedar desprotegidos.
Las cabinas telefónicas se perfilan como potentes herramientas de comunicación en caso de emergencias que podrían combinar tanto las líneas fijas como las inalámbricas para crear nuevos salvavidas digitales en situaciones críticas.
¿Enormes peceras callejeras?

Sabemos que los japoneses tienen una forma de ver la vida algo diferente. Por ello, no deberían sorprendernos propuestas como las del colectivo de arte Kingboyu que trasladaron en Osaka la vida marina hasta las cabinas de la ciudad.
Probablemente este sea uno de los usos menos prácticos para nuestras amigas telefónicas, pero no me negaréis que decorativas si que son. Eso sí, absténganse de instalar algo así en ciudades con alta tasa de actos vandálicos, por el bien de los animalitos.
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10 comentarios
unplugged
Creo que no hay ninguna duda, todos queremos las peceras.
juanpix
Muy bonito para la foto, pero, mientras tanto, en la mayoría de ciudades españolas, las cabinas de Telefónica yacen reventadas, rotas, sin auricular porque el gitano de turno lo ha 'robao', con algún cristal roto, pintorrequeadas("tkm jessi smp juntos 2008") y sin utilidad alguna. Y les da igual.
r080
No deberían desaparecer las cabinas, ¿como vamos a putear a ese que nos cae mal a las 3 de la mañana sin que nos pillen?
jajames
Pues será en esos países o ciudades que ni pobres tienen y les sobra el dinero a raudales, acá a cabina ni llegamos, solo el telefono público, que por cierto aún se usa, y me imaginó que se sigue usando en los otros cientos y cientos de ciudades que hay en el mundo.
investigador.
La gracia de las peceras es que la gente que lo hace, lo hace sin pedir nada a cambio y por mejorar la ciudad, no es un negocio como todas las demas propuestas
hellgadillo
Por acá las cabinas sirven para 3 cosas:
Recargar dinero a tu celular o mandar mensajes a otro.
Poner publicidad en cabinas que muchas veces ni teléfono tienen.
Pegar publicidad e ellas a costa de quien sea.