Hace pocos días planteábamos el uso de Snapchat en las campañas políticas como una posible vía por explotar por parte de los políticos dado que algunos ya lo hacen. Pero no sólo puede ser un recurso para los candidatos, también puede serlo para que los propios votantes hagan campaña del partido al que eligen y desde la propia cabina de voto con los ballot selfies, algo así como "selfie con papeleta electoral".
¿Otro palabro? Sí, tras groupfies y otros similares ahora llegan este fenómeno, que se trata justo de lo que decíamos: coges tu papeleta, cierras la cortina y antes de introducirla en el sobre te haces un autofoto que compartes en redes sociales. Una paradoja de la privacidad que en Estados Unidos ya ha creado debate al haberse prohibido en 2014 en New Hampshire, restricción que ACLU cree injusta y a quienes se les une ahora Snapchat. ¿Deben permitirse estas fotografías? ¿Las veremos aquí en un par de meses?
Una pose, dos posturas
Como decíamos, las ballot selfies resultan bastante contradictorias al tratarse de hacer pública una situación que hasta el momento siempre ha sido precisamente un símbolo de privacidad y secretismo como es el hecho de votar a un partido, si bien no todo el mundo considera esto privado y hay quien ya verbalmente manifiesta por quién se decanta. Pero en New Hampshire ven que es una amenaza al sistema, según explicaba el Secretario de Estado de N.H. Bill Gardner al New York Times.
El responsable argumentaba que el permitir que se tomen autofotos dentro de las cabinas de voto podría llevar a que se fuerce a los votantes a que lo hagan y que haya más casos de corrupción y compra de votos. Prohibiéndolo pues se evitaría que se diesen estas manipulaciones, según Gardner.
No obstante, en contraposición a esta postura están al menos tres colectivos, entre ellos ACLU, el cual mencionábamos al inicio. ACLU es la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (American Civil Liberties Union), una organización sin ánimo de lucro que lucha por la defensa de los derechos y libertades individuales garantizadas por la constitución y las leyes de los Estados Unidos. Organización que se posiciona en contra de prohibir estas fotos y que, según leemos en el periódico estadounidense, opina que la prohibición es una reacción exagerada.
Una posición que también defiende Justin Silverman, director ejecutivo de la New England First Amendment Coalition, argumentando que no hay apenas pruebas de que exista esa corrupción. Recuerda que las fotografías son una manera de comunicación habitual en cierto sector de la población (con el ambiguo término millenial) y que una autofoto con una papeleta o en la cabina sigue siendo un acto de expresión.
La tercera parte que se ha manifestado en contra de la prohibición de las ballot selfies es Snapchat. Desde la app argumentan que tanto estas autofotos como el resto son una parte clave de cómo las generaciones más jóvenes de votantes participan en el proceso político, y que además ayuda a que haya más participación. Aluden también a la falta de pruebas ante las acusaciones de acoso y corrupción en cuanto a la votación.
Sea una autofoto desde la cabina de voto o de una chapa electoral, Snapchat cree que expresar la participación en el proceso democrático es una parte importante del discurso libre y del civismo que la Primera Enmienda protege completamente.
¿Y si llegan aquí?
Las fotografías dentro de los colegios electorales están permitidas, siempre y cuando se hagan con discreción y obviamente que no revelen información personal ajena que pueda poner a otras personas en compromiso. Pero por la "novedad" del fenómeno no hay ninguna normativa específica al respecto de prohibir las autofotos dentro de las cabinas de voto, como ocurría hasta el pasado año en Estados Unidos.
¿Sería positivo o negativo que la moda llegase a España? Partiendo de la hipótesis que sostiene Snapchat del gancho que supone a nivel de participación de un público más joven, las ballot selfies serían bienvenidas teniendo en cuenta los datos electorales con respecto a los votantes primerizos y de menor edad, dado que es un colectivo poco numeroso y con una tasa de abstención alta, según apuntaban en Politikon.
Visto que la situación gubernamental desde el pasado proceso electoral lleva de nuevo a pasar por las urnas, veremos si la moda de enviar la foto del voto desde la cabina también se establece en España y si, como ocurre en Estados Unidos, se trata de un asunto a debate entre gobiernos y organizaciones (y apps). ¿Enviarás tu snap con el voto o lo subirás a Instagram? La política está servida, veremos si la polémica también.
Vía | New York Times
En Xataka Móvil | ¿Es Snapchat el recurso que necesitan los políticos en la actualidad?
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