La aplicación de mensajería Telegram cambió este verano su política de privacidad para cumplir con las nuevas leyes europeas de privacidad. Pero además de cumplir con los requisitos de protección de datos también ha habido un cambio de postura respecto a su lucha contra el terrorismo. Hasta la fecha muchas autoridades han criticado la política de Telegram de no conceder ningún dato sobre posibles terroristas que utilizan su aplicación, pero esto cambiará a partir de ahora.
Telegram accederá a ofrecer información y datos relevantes de posibles terroristas cuando haya un juez que así lo determine. Entre estos datos se encontraría el número de teléfono y la dirección IP, pero en ningún caso los mensajes ni las conversaciones.
Qué datos va a compartir Telegram con las autoridades
Los representantes de Telegram dejan claro que pese a reservarse este derecho de compartir con las autoridades algunos datos, no significa que lo hagan de manera habitual. El objetivo de esta medida es según los comentarios de Pavel Durov, fundador de la aplicación de mensajería, lograr que Telegram sea menos atractivo para aquellos que se dedican a enviar propaganda terrorista.
Por su parte Pavel Chikov, abogado de Telegram en Rusia, ha comunicado que "debemos encontrar un balance entre los intereses de seguridad nacional y la inviolabilidad de los derechos humanos". Cada seis meses Telegram ofrecerá documentos que resuman su cooperación con los servicios de inteligencia en terrorismo. Pese a ello, confirman que por el momento no se ha realizado ningún requerimiento formal.
El bloqueo de Rusia continúa
Este cambio de política no tiene por qué conllevar un cambio en su situación en Rusia. Hasta la fecha Telegram está fuera de la ley y bloqueada en Rusia, en parte según la compañía porque el gobierno ruso solicitaba acceso a todos los mensajes y la entrega de las claves de cifrado.
Esta nueva postura de Telegram finaliza un año de antagonismo entre Telegram y las autoridades, según el propio abogado. Veremos si esta medida tiene un impacto todavía mayor que el cierre de centenares de canales en múltiples idiomas distintos que DAESH utilizaba para distribuir propaganda.
Telegram ha dejado claro su posición desde el principio, aunque con el paso del tiempo cada vez es más proclive a colaborar con la justicia. Su postura respecto a la privacidad de los usuarios se mantiene clara en lo que confiere a las conversaciones y los mensajes, ya que estos se encuentran cifrados. Sin embargo no pueden evitar verse partícipes de una lucha tan global como la del terrorismo y aquí es donde han abierto la puerta a proporcionar datos puntuales como el teléfono o la IP a aquellos jueces que lo determinen.
Vía | ElPaís
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